Capítulo 5

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*Referencia a la Reina Irene.

Cuando conocí al príncipe, él había construido una pared inmensa para toda persona nueva que se le acercara, yo no fui una excepción

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Cuando conocí al príncipe, él había construido una pared inmensa para toda persona nueva que se le acercara, yo no fui una excepción. Sé que desde niño ha luchado por tener la aprobación de alguno de sus padres, en especial del rey.

Su madre no le daba la atención que un niño merece, no conoció lo que es el amor de una madre, mucho menos de un padre. No sabía lo que era el término familia por tener una. Conoció primero la maldad a la bondad.

Se formó un escudo. Prefería fingir personalidades dependiendo de las personas. Solo algunos conocíamos quién era en realidad.

Con el tiempo, su altanería y arrogancia, formó su personalidad fría, sin escrúpulos y hostil.

Y todo eso solo me llamaba a acercarme a él. Fuera de que quería información y entender a los humanos, quería acercarme a él y conocerlo, hablarle, preguntarle lo que pensaba y por qué no parecía preocupado por las reglas que tenía su reino, que me explicara cómo se supone que debía comportarme en ese lugar y por qué él no lo hacía, quería preguntarle por qué era así y por qué me sentía más atraído a él a pesar de llevar más de dos meses en el castillo.

Sabía que había sufrido mucho de niño, Brigitte me contó que solía pelear con Namjoon muchas veces y que hubo un día donde Leroy, sin que nadie del servicio entendiera, apareció con golpes en la cara, en los brazos y sus piernas.

—No volvió a ser el mismo desde ese día, se distanció más de todos. Pero para todos era muy obvio que Namjoon estaba involucrado en lo que sea que haya pasado en esos días.

Los únicos que sabían lo que había pasado eran los reyes, Namjoon y las personas implicadas en el suceso del que Leroy nunca habló ni mencionó una palabra a las personas del servicio, ni a Jin.

No sabía si era la persona indicada para que Leroy me hablara de esos sucesos y de otros que habían ocurrido en su vida. Sin embargo, quería conocerlo más para llegar a entenderlo, pensé que eso era lo que mi presentimiento quería para que se callara de una buena vez.

Acepto que no lo traté tan bien del todo al principio. Fui amable, condescendiente y jugué con su mente con mis palabras porque me parecía la mejor manera de intrigar, y no tenía razón siempre, él muchas veces quiso sacarme los ojos y coserme la boca.

Ese día en la playa donde dejé de sentir mis piernas me tomó por sorpresa, no supe cómo reaccionar y tampoco entendía lo que tenía que haberle dicho al príncipe quien se había preocupado por mí y me había ofrecido ayuda que no acepté. Aunque, no creí que fuera para tanto.

—¡Príncipe! —grité cuando él salió a la superficie—. ¡Su majestad! ¡Aún es demasiado temprano para volver a nadar!

No me hizo caso y siguió nadando, se hundió en el mar y lo perdí de vista. No pude descansar como quería y aun así me metí a nadar en busca del príncipe.

El Príncipe Perdido | TaeKook/KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora