Capítulo 6

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La mañana siguiente, en el desayuno, me escondí detrás de una puerta de las tantas salas de descanso que había en el castillo

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La mañana siguiente, en el desayuno, me escondí detrás de una puerta de las tantas salas de descanso que había en el castillo. En donde estaba era un cuarto lleno de cuadros, sin ni un mueble. Me escondí al escuchar que Namjoon hablaba junto a la reina sobre los números de soldados que tenían previsto.

—No le digas al rey que me has dicho esto —dijo la reina.

Luego se escucharon más pasos, por el saludo supe que era el rey. Unos pocos segundos después escuché que los sirvientes saludaron al príncipe. Seguí escondido ahora para escuchar lo que ellos tenían que decir al respecto de lo que pasó anoche.

—Estaba abajo y vi a Hermes, ¿puedes creerlo? —habló Namjoon. El príncipe no respondió.

—Qué milagro —habló la reina—. A estas alturas pensé que el gato estaría muerto.

—Sí, Madre, ya entendí que mato todo y bla, bla, bla —se burló el príncipe—. ¿Dónde está Jungkook?

Salí de mi escondite y aparecí caminando por el pasillo. Miré al príncipe, presté más atención a sus cansados e hinchados ojos que me veían expectante. Agachó la mirada al encontrarse con la mía, hizo una rápida reverencia. También saludé a cada persona de la mesa con una reverencia general que dediqué a la corona principalmente, por separado saludé a Silvain, Jimin y Namjoon que se acomodaron en sus asientos.

Como siempre, los reyes fueron los primeros en dar un bocado de la comida. Luego, la reina empezó a hablar de los preparativos del baile, se esmeraba en decir que tenía planeado hacerlo a lo grande, no dijo cosas importantes. Yo estaba atento a Taehyung quien no comió el desayuno, se limitó a tomar su té, picar su fruta hasta hacerla puré y acercar los bocados a sus labios, pero de allí no pasaba. Lo devolvía a su plato y seguía jugando con la fruta picada.

—¿Emocionado por el baile? —preguntó Namjoon—. Seguro conocerá alguna dama linda allí.

—Podrías tener la misma suerte que Taehyung —interrumpió la reina—. Podrías estar hablando con tu futura esposa —habló y sonrió hacia el príncipe.

Vi que el semblante de Leroy se oscureció por completo al recibir ese gesto, detuvo todos sus movimientos por unos segundos y lo mejor que pudo hacer después fue seguir jugando con la comida de su plato.

Mi sangre hirvió al ver como esa mujer tan cínica le sonreía de esa manera a su hijo, burlándose de lo sucedido anoche. Ella ignoraba que, por muy poco, Taehyung no hubiera estado sentado en la mesa junto a los demás ese día. Y aun así lo hubiera sabido, ella hubiera mostrado más prepotencia de lo normal.

Lo que me parecía más extraño era que Taehyung no parecía molesto con ella. Él ignoraba todo lo que ocurría a su alrededor. Estaba más entretenido acariciando a su gato.

El desayuno terminó y Leroy se paró con su gato en brazos, siguió caminando por un pasillo en dirección a su cuarto. Suspiré resignado de poder hablarle esa mañana, seguí mi camino hacia mi cuarto.

El Príncipe Perdido | TaeKook/KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora