No debes hablar...

Mejores Amigos

Agnes

Beth se fue el viernes por la tarde, y acordó que regresaría a tiempo para acompañarme el lunes en mi primer día de escuela. Ella había arreglado todo el papeleo necesario para mi transferencia.

Me negué a cenar esa noche con Matt, por lo que me prepare un emparedado y comí en mi cuarto.

Escuché a Matt hablar por teléfono a través de la pared, al parecer estaba confirmando su gran fiesta y estaba comprando algunas cosas de último momento, intente ignorarlo mientras navegaba por Internet.

Busque toda la información disponible del colegio al que ahora asistiría. Pero no me decía gran cosa. Lo único nuevo en este colegio, era que no había uniforme, algo diferente.

También investigue acerca de este nuevo estado, sus áreas de recreación, de turismo y cualquier dato que pudiera servirme; terminé de memorizar todo lo de interés cerca de las once. Así que cerrando bien mi puerta, me dispuse a dormir.

Y dormí profundamente, hace años que no dormía y descansaba.

La luminosidad del día fue lo que me despertó, una mirada al reloj y vi que eran las 10 de la mañana, había dormido casi 12 horas. Salí de la cama y me dirigí al baño, que está al fondo del pasillo, cerca de las escaleras y a un lado del cuarto de Matt. No escuche ningún ruido en su habitación cuando pase, por lo que asumí que aún dormía.

Entre en el baño y me di una ducha matutina. Una vez que estuve aseada y con buen aliento, amarre mi cabello mojado en un chongo desordenado y con la toalla en mi brazo, salí del baño.

Un par de ojos azules y cabello rubio hicieron que me detuviera en seco; claramente el chico parado frente mío no era Matt, no sabía quién era ni que hacía afuera del baño. Era alto y musculoso, y tenía una mirada que denotaba lo mismo que la mía, sorpresa.

.- Hola ahí-. Dijo alzando una mano como si fuera a tocar mi rostro. No pude evitar el sollozo que se me escapó, cerré mis ojos y me encogi esperando el contacto.

Pero no sucedió, así que volví a abrir mis ojos. El chico me miraba asustado.

.-Lamento si te asusté, no era mi intención... yo no quiero que pienses... lo siento... mierda-. No pudo articular una oración coherente.

.-¡Fred! ¿Qué mierda te demora tanto? Necesito ese maldito trasero gordo acá abajo-. Gritó Matt mientras subía por la escalera.

Cuando llegó arriba, notó la escena y su mandíbula se apretó.

.-¿Qué demonios le hiciste?-. Gritó.

Al principio pensé que se dirigía a mí, hasta que lo vi dirigirse al rubio, se colocó convenientemente entre los dos.

Me imaginé la escena que vio, yo con los puños firmemente apretados en torno a la toalla que sostenía en mi pecho, y mi mirada aterrorizada.

.-¡No la toqué, hombre! ¡Me crucé con ella cuando me dirigía al baño!-. Explicó con las manos al aire.

.- Mira pequeño pedazo de...-. Lo interrumpi jalando de la playera.

Matt volvió su mirada hacia mi, su ceño estaba fruncido y sus ojos lucían encolerizados, me encogi ante su mirada. El debió de notarlo, porque recompuso su semblante al instante.

.- ¿Te ha dicho algo?-. Me preguntó lo más calmado que pudo. Negué con la cabeza.- ¿Te molestó acaso?-. Presionó, volví a negar con la cabeza.

.- Ya te dije que no hice nada-. El rubio parecía exasperado. Matt suspiró.

Se quitó de enmedio de manera que todos quedamos en triángulo.

.-Lo siento, hombre-. Matt se disculpó, el rubio asintió molesto y me miró, yo le sonreí.

.- Soy Fred, amigo del idiota-. Se presentó sonriendo de forma cálida, mientras me tendía la mano.

Yo miré a Matt significativamente y le estreche la mano a Fred.

.- Ella es Agnes Evans, vive aquí con nosotros-. Matt nos presentó, Fred me miró extrañado por mi falta de respuesta, mire a Matt, quien me observaba y yo asentí a su pregunta no formulada.

.- Ella no habla, es muda-. Me gustó que no agregara el "Por elección".

Fred asintió y no hizo preguntas, me cayó bien.

.- Bien Agnes, ya que serás anfitriona está noche, ¿Nos ayudarás con los preparativos?-. Su pregunta fue cortés, Matt se tenso al momento, y ambos lo notamos. Bajé la mirada y negué.

.- No dejes que Don Idiota arruine la diversión, ve a cambiarte y baja a ayudarnos-. Aunque el contexto era el de una orden, sonó más cómo una petición.

No esperó mi respuesta y arrastró a Matt hacia abajo. Regresé a mí recámara con una sonrisa en el rostro y me apresure a vestirme, me coloqué un pants de lycra negro y una playera de tirantes color turquesa.

Me miré en el espejo y no me reconocí.

Hace mucho que no podía apreciar mi cuerpo de manera en que lo hacía en este momento, incluso pude apreciar algún detalle bonito en mi persona, y se debía a que la ropa que había comprado había sido de mi talla y complexión.

Era la primera vez en años que podía usar ropa de mi talla sin miedo a que Nick me mirara de forma lascisiva.

Dejé mi cabello amarrado y baje con celular en mano.

Escribí un par de líneas que le entregaría a Matt.
".-No soy la anfitriona pero, definitivamente ayudaré con los preparativos-."

Escribí.