Los Belzebú

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Matt

Una vez que las vacas hicieron su trabajo al ahuyentar a la gente, entraron las porristas junto a los demás lanzando globos de pintura de colores extraños, a demás de algunos otros con contenido extraño. Pero ellos solo eran la mitad, la otra mitad dirigida por Fred, se encontraba lanzando pintura, huevos y papel a la casa de Andre. Todo se volvió un caos, nuestra escuela armó un alboroto digno de recordarse, bañamos en pintura a todos, incluyendo a las vacas, tiramos sus enormes figuras de donde salía lava, llenamos su alberca con kilos y kilos de preparado para hacer gelatina de fresa.
Localice a Andre en el escenario justo a lado de Agnes, alguien le había hecho estallar un globo de pintura en su rostro, salpicando un poco a Agnes y Pam. Agnes se veía confundida por el alboroto y buscaba algo entre la multitud, y entonces las cosas se pusieron... Extrañas.
Pude ver como Agnes se sobresaltaba y miraba su teléfono, y entonces palidecía, buscó entre la multitud y sus ojos chocaron con los míos, justo en el momento en que Andre intentó detenerla, ella le soltó un hermoso y bien dado golpe en la entrepierna.
Agnes saltó del escenario y corrió hacia mi, me duró solo dos segundos la felicidad puesto que sus siguientes palabras me clavaron al suelo.
.- Deben salir de aquí si no quieren problemas-.
Mi mente quedó en blanco.
.- Pero vinimos por ti... Toda la escuela... Y tú... Y nosotros-. Perfecto, no podía armar un oración coherente. Ella sonrió.
.- Lo sé, pero en cuestión de minutos van a llegar 3 helicópteros con material extraño que dejaran caer sobre todos los que estén aqui-.
Espera, ¿Qué? Sus palabras no lograban penetrar mi mente.
.- Matt, escucha, necesito que salgas de aquí, te veremos en el bosque del Valle, está cerca y ahí podrán aterrizar-.
.- ¿Quién aterrizará? ¿De qué estás hablando?-.
Y entonces los escuché. El sonido característico de los helicópteros. La fiesta entera pareció congelarse mientras todos miraban hacia el cielo, y ahí comenzó la cosa más extraña de la noche.
.- Te veo ahí-. Dijo mientras salía corriendo de vuelta al escenario... Y salí corriendo tras ella ignorando su pedido.
.- ¡Agnes!-. Grité, pero el sonido de los helicópteros se llevó mi grito.
Fred y los Perros corrieron también al escenario y entonces, el primer helicóptero se posicionó justo encima de nosotros.
.- Bienvenidos al Sacrificio de Idiotas, patrocinado por los Belzebú-. Dijo alguien dentro del helicóptero y entonces, dejaron caer una lluvia de un material rojizo, justo encima de todos. Empaparon todo el lugar y a toda la gente que se hallaba en el lugar, el segundo helicóptero dejó caer más líquido empapandonos por completo, y el tercero dejó caer kilos y kilos de harina sobre todos nosotros.
La gente comenzó a gritar y correr en todas direcciones presas del pánico y cubiertas de harina manchada de rojo, era un desastre. Yo mismo estaba cubierto de eso y tosía desenfrenadamente con el fin de eliminar la harina de mis pulmones.
Y como si todo esto fuera poco, una hombre saltó desde el primer helicóptero, atado a una cuerda, sujetó a Agnes y salieron volando de ahí.
Nuestro shock duró aproximadamente dos minutos, antes de escuchar las sirenas de los policías a lo lejos.
.- Debemos salir de aquí y buscar a Agnes-. Dijo Sam con aparente calma.
.- ¡Mierda! ¿Cómo demonios vamos a encontrarla? ¡Nunca alcanzaremos a esos malditos helicópteros!-. Gritó Balú mientras corríamos hacia los autos, menos mal que habíamos traído tres de nuestros autos y los camiones habían sido retirados por sus dueños al descargar a las vacas.
.- Ellos estarán en el bosque del Valle-. Dije mientras subía a mi auto.

El bosque en sí no estaba muy lejos, pero fue un trayecto muy largo. Fred y Sam venían conmigo en el auto, y no paraban de hablar.
.- Si ellos en verdad eran la familia Belzebú-. Un escalofrío nos recorrió a todos.- ¿Porqué se llevaron a Agnes?-.
.- ¿Quienes son los Belzebú?-. Preguntó Sam.
.- No he escuchado hablar mucho de ellos, pero sé que no son una buena compañía-. Dije yo.
El apellido Belzebú había sido sonado por un tiempo, hace años, pero entonces desapareció sin más.
Recorrimos el trayecto en medio de la oscuridad y una ansiedad palpable.
Entramos al bosque 20 minutos después, y el reflejo de nuestras luces al chocar contra la pintura de 3 enormes Hummers H4, nos hizo detenernos.
.- ¿Qué mierda?-. Ese fue Fred.
.- Esto no me huele bien-. Dijo Sam.
Y todos salimos de los coches, colocándonos juntos frente a mi auto.
Esperamos en silencio por cualquier señal que viniera desde dentro de las Hummer.
Después de unos minutos en silencio las puertas se abrieron y salieron tres hombres vestidos con ropa casual, ropa que por cierto era cara.
A pesar de la escasa luz y el contorno, los tres chicos se parecían enormemente, con sus cabellos rubios y despeinados haciéndoles falta un corte, y casi podía apostar a que tenían ojos claros, estaban muy rectos, imperturbables.
.- ¿Donde esta Agnes?-. Fui al grano, cruzando mis brazos sobre el pecho.
.- Dentro-. Dijo uno de ellos.
Irradiaban egocentrismo y frialdad, sus rostros permanecieron fríos.
.- ¿Alguno de ustedes es Matt Donnovan?-. Preguntó otro.
Me avergüenza decir que sentí una ola de escalofríos cuando pronunció mi nombre.
.- Eso depende de quien pregunte-. Respondí. El ambiente estaba tenso y entonces, la puerta de una de las Hummers se abrió y Agnes salió, con ropa nueva y la chaqueta que seguramente era de alguno de ellos.
Para nuestra sorpresa le tocó el hombro al chico que estaba más próximo a ella.
.- Ellos son mis amigos-. Les dijo.
Fue cómico ver qué ellos no esperaban que hablara, sus cabezas se giraron al mismo tiempo y sus ojos se ampliaron violentamente.
.- Tú...-. Dijo uno.
.- Volví a hablar-. Les sonrió.
Y entonces el más grande de ellos la levantó del suelo y la estrechó en un enorme abrazo, y así cada uno.
Solo Agnes podía volver mansos a tipos como ellos. Después que los abrazos terminaron, se acordaron de nosotros.
.- ¿Qué está pasando, Agnes?-. Preguntó Fred.
.- Creo que los chicos acá merecen una explicación, Ananziel-.
No entendí a quien se refería hasta que vi la cara de arrepentimiento de Agnes.
.- ¿Podríamos hablar en un lugar menos... Tenebroso?-. Dijo ella.
.- Vayamos a la maldita, así entenderán por completo-.
Fred y yo compartimos una mirada tipo ¿Qué mierda, hermano?
.- Si nos siguen les mostraremos el camino-. Pidió Agnes.
.- ¿A dónde exactamente, Ananziel?-. Pregunté cortante.
Ella se encogió ante el nombre y desvió la mirada, me sentí un poco mal por ello.
.- A mi vieja casa-. Dijo muy suave.
Los Perros y yo nos miramos significativamente, teníamos ganas de saber de ella pero, todo esto sonaba muy extraño.
.- Antes de ir a algún lado, podrías decirnos ¿Quienes son estos tipos?-. Marcus, impaciente como siempre.
.- Ellos son Ryan, Zach y Ashton Belzebú-. Dijo señalandolos uno a uno.- Ellos son mis primos-.

***

El camino transcurrió en un borrón, en parte por el shock de las noticias y en parte porque íbamos a una velocidad alarmante, ciertamente aquellos chicos manejaban imprudentemente. No podía creer que estuvieran emparentados con Agnes, no solo por lo obvio, sino porque ella había estado en una casa de acogida desde los 8 años. Si ella tenía mas familia, familia rica por lo visto, ¿Porque no se la llevaron consigo? Además, si ellos la hubieran abandonado por voluntad, ¿Porque estaban aquí? ¿A dónde íbamos? ¿El verdadero nombre de Agnes era Ananziel Belzebú? No entendía un carajo, y mi mente hacía mas preguntas de las que podía digerir.
.- Si ellos son quienes creo que son, vamos a necesitar unos buenos tragos esta noche-. Dijo Sam.
.- ¡Mierda!-. Dijo Fred sobresaltandonos y casi haciendo que me saliera de la carretera.- ¡La maldita fiesta!-.
.- ¡Puta madre!-. Solte de pronto. Nunca había cancelado una de mis fiestas, y ciertamente no podía hacerlo después de haberle pedido a toda la escuela que me ayudaran con un plan tan loco.
Rápidamente marqué el numero de Scarlett. Respondió al instante.
.- ¿Que mierda, Donnovan? ¡Hay un infierno fuera de tu casa y nadie sabe donde están tú y tus perros!-. Estaba mas enojada de lo que creía.
Hora de mentir a lo grande.
.- Sabes que no te pediría nada sino fuera absolutamente necesario pero necesito que cambies la fiesta hacia tu casa, nos hemos metido en un gran lío y no llegaremos hasta dentro de un buen rato, si es que llegamos-.
Hubo silencio en la otra línea.
.- ¿Donde están? Podemos ir a ayudar-.
Bien, eso no me lo esperaba.
.- No es necesario, haremos unas cosas y los veremos en la fiesta, ¿Puedes hacer eso por mi?-.
.- Tienes una maldita muy buena suerte puesto que mis padres salieron de viaje, espero ver sus culos en mi casa antes que salga a buscarlos-. Y colgó.
.- Bien, la fiesta será con Scarlett, tenemos la noche fuera de compromisos-.
Y dicho esto, el trayecto se volvió silencioso de nuevo.

***

.- Debes estarme jodiendo-.
Nos detuvimos frente a la mansión más grande que había visto en mi vida, equivalente a tres veces mi casa y tres veces más vieja también.
Se veía abandonada pero era obvio que alguien le daba mantenimiento puesto que el pasto estaba podado y la reja se mantenía funcionando con electricidad.
.- Esta mansión se me hace conocida-. Murmuró Fred. Yo pensé lo mismo, sabía que la había visto en algún lugar.
Alguien dentro de la primer Hummer accionó un botón en la pantalla de la reja, y ésta se abrió para darnos paso.
Sam se había callado y había palidecido considerablemente.
Las Hummer se adentraron en un edificio junto a la casa principal y los seguimos, y nos encontramos con un estacionamiento para mas de 15 coches.
.- Mierda, si esta es la casa de Agnes, no se que hace viviendo contigo Matt-. Ese fue Fred.
Me estacione y justo antes de bajar, Sam habló
.- ¿Saben porque se les hizo conocida ésta casa? Porque salió en los periódicos hace mas de una década-. Dijo sombríamente.- Esta es la casa donde fueron asesinados todos los miembros de una familia entera, abuelos, padres, tíos, niños... Y solo una pequeña niña, escondida debajo de una cama, sobrevivió, la apodaron la heredera de la muerte, conocida como Ananziel Belzebú-.
Jodanme.

No debes hablar...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora