Peleas.

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Matt

Verla llorar, fue doloroso hasta para mi, sentí como mi corazón se encogía ante ella. No pude abandonar su cuarto hasta que me aseguré que se había tranquilizado.

Esa noche casi no pude dormir; di varias vueltas a la cama e incluso me vi en la necesidad de salir al balcón para poder despejar mi mente.

Mi madre llegaría el sábado por la noche, lo cual sería genial porque tenía planes para el sábado, necesitaba algo con que despejar mi mente.

Serían las audiciones a porristas y no podíamos perdernos tal espectáculo. Todos sabíamos que después de ello, las novatas serían iniciadas con una enorme fiesta en casa de Scarlett, la co-capitana.

Y vaya que sus fiestas eran entretenidas.

No supe en que momento me dormí, los siguiente que supe fue que alguien tocaba mi puerta con suma insistencia.

.- ¡Voy, demonios!-. Grité.

Cuando abrí la puerta, encontré una muy sorprendida Agnes, y perfectamente vestida también.

.- ¿Que sucede? ¿Cuál es la urgencia?-. La miré malhumorado.

Ella alzó una ceja interrogante, yo me crucé de brazos. Ella suspiró resignada y señaló mi despertador.

Lo mire boquiabierto, faltaban solo cinco minutos para que el primer periodo comenzara.

.- ¡Mierda!-.

Aún si me bañara en modo turbo, no llegaría a tiempo al primer periodo, tal vez al segundo si tenía suerte.

Agnes me dio una mirada, y comenzó a escribir rápidamente en su celular.

Demonios, ella también estaría retrasada por mi culpa. Me miró y me tendió su celular.
"Puedo esperarte, así tendré tiempo de comer algo, no eres el único que pasó mala noche. Además, si manejo en este momento hacia la escuela probablemente atropelle a alguien."

Me reí ante su última oración.

.- Gracias pero, probablemente lleguemos hasta la hora del almuerzo, ¿No importa?-. Pregunté sonriendo, ella tenia una enorme finta de nerd.

Me frunció el ceño y empezó a escribir en su celular a una velocidad alarmante.

Me lo volvió a tender, y cruzo sus brazos.
"No soy una nerd. Y no hay manera en el infierno, que entre a ese manicomio sin ti."

Me reí porque había leído mi mente en lo respecto a lo nerd, pero su comentario acerca de no ir sin mi, me hizo sonreír.

.- ¿Tanto anhelas mi ardiente compañia?-. Le sonreí de la manera mas caliente que podía, mientras estiraba mi brazo para recargarlo en el marco de la puerta.

Y para mi deleite, ella se sonrojó y bajo la vista, le tomó un segundo recomponerse, me arrebató su celular, bufo y me enseñó la pantalla de su celular desde lejos.
"En tus mejores sueños, campeón."

No debes hablar...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora