No debes hablar...

Sacrificando a la Virgen (Parte II)

Agnes

Los primeros 20 minutos después de nuestro rapto fueron horribles. Nos habían separado, y zambullido dentro de un camión apestoso, había chicas mordiéndose las uñas y algunas otras estaban... ¿Emocionadas? Cuando logré localizar a Pam y Della, llevábamos casi media hora de viaje, ambas tenían cara de pocos amigos.
.- ¡Agnes! ¡Santo Cielo! Esos idiotas se perdieron de camino al estacionamiento y te perdimos de vista-. Della se paró para observarme.- ¿Te hicieron daño?-.
Yo negué.
¿Qué está pasando? Pregunté en el idioma de los sordomudos, Della lo entendía a la perfección debido a Liam.
.- Justamente hoy, esta estúpida escuela festeja su sacrificio de la Virgen-.
Y entonces me dieron la explicación más horrorosa que había escuchado, y apenas podía creerlo. ¿Quién demonios se creían estos bastardos como para decidir con quien perdería mi virginidad? Peor aún, ¿Porqué la mayoría de chicas se veían entusiasmadas por ello? Tenía ganas de patearles sus caras hasta borrar sus sonrisas soñadoras. Malditas idiotas cabeza de aire.
Estaba enojada y desesperada, no quería ser el sacrificio de ninguna escuela para ningún novato.
¿Y nuestra escuela? ¿No harán nada? Pregunté.
.- Francamente, no, este sacrificio se hace cada año y ninguna escuela ha intervenido nunca-. Della sonaba desanimada.
De repente el camión paró y todo quedó en silencio, entonces abrieron las puertas. Había muchos muchachos del otro lado de la puerta, todos vestidos como... ¿Militares? Parecían trajes de camuflaje.
.- Acerquense una a una, les vamos a entregar su nueva ropa-. Dijo el que estaba hasta adelante, no lo reconocí hasta que fue mi turno de pasar por el pequeño paquete en sus manos.
Era el capitán del equipo de americano del partido de hoy. Genial.
Cuando todas tuvimos nuestra ropa en mano, nos contemplaron.
.- Tienen cinco minutos para cambiarse y sentarse, puesto que a partir de aquí el camino se torna más suelto, y peligroso-. Al decir lo último, todos los chicos comenzaron a reír.
.- ¿No iremos a tu casa, Andre?-. Preguntó una chica que no reconocí.
.- ¡Oh claro! El sacrificio será en mi casa, pero la prueba de las vírgenes será en el Valle-. Y ante esto, todas soltaron sollozos llenos de terror, incluso Della palideció.
.- Cinco minutos-. Dijo Andre antes de cerrar las puertas.
No voy a cambiarme, esta ropa parece de mujerzuela. Me queje y era cierto, solo contaba con un short extremadamente corto, tenis y un top.
.- Es mejor que lo hagas, estoy segura que sino estás cambiada para cuando salgamos, ellos vendrán a ayudarte con tu ropa-.
Dicho esto, me cambié en tiempo record, quedandome semi desnuda y temblando en la oscuridad. Cuando el motor volvió a la vida nos sentamos en el frío suelo.
.- ¡Suerte Señoritas!-. Fue el grito de Andre antes de alejarnos de ahí.
Mientras más avanzáramos, más era el nerviosismo y chillidos de las chicas, lo cuál comenzaba a inquietarme, ¿A donde habían ido las muchachas excitadas por perder su virginidad?
¿Por qué están tan nerviosas?
Porque a donde vamos es un bosque lleno de fantasmas, animales y chicos excitados sin dinero para un hotel, ese bosque es popular por los avistamientos de fantasmas y por los bebés concebidos en él, no es un buen lugar para visitar de noche.
Lo dijo en el idioma de sordos, supuse que para no asustar aún más a las chicas.
Estaba aterrorizada y un vistazo a mi celular me mostró que fuera del camión ya dominaba la noche. Estaba desesperada, si las escuelas no solían intervenir en esto, tendría que pedir ayuda a alguien más.
Busqué en mi celular y encontré ese número, uno que me produjo un escalofrío y me puso la piel de gallina; si yo lo marcaba, no habría vuelta atrás y mi historia finalmente sería vuelta a flote en la luz. Pero estaba suficientemente asustada como para marcarlo, así que escribí un texto.