La luna estaba en su mejor punto acompañada por un cazador pelirrojo junto con su hermana que estaba de camino ah la finca mariposa por Ya haber acabado con su misión.
<<La luna esta muy hermosa y los rayos alumbran lo hermosa que es Nezuko>> Dijo
Caminaban por un sendero en silencio admirando cada detalle de su caminada—Tanjirou tenía cargando ah Nezuko en su forma de niña pequeña—de vez en cuando le echaba una mirada ah su pequeña hermana.
Mientras ella reposaba dormida en los brazos de su hermano, bastó unos minutos para que llegaran ah su destino encontrándose con Aoi.
-Oh bienvenidos Tanjirou-san y Nezuko-kun
-Buenas noches Aoi ¿Y Kocho-san?
-Fue ah visitar ah Rengoku-san
-Oh ya veo, iré ah la aguas terminales ¿Le podrías decir cuando te la encuentres?
-Claro Tanjirou-san yo le aviso
-Dejare ah mi hermana en su habitación nos vemos Aoi
-Asta luego
Se adentró ah la finca en dirección ah la habitación de su hermana, al llegar la dejó recostada la tapo con la manta y se dispuso ah irse—no sin ares darle un beso en la frente—.
Se encaminó hacia donde quedaban las aguas termales con un paso calmando—sin prisa—.
<<Ahora que lo pienso no eh visto ah Giyuu-san, ¿Como estará?>>
Desde hace 3 mese que no se veían puesto que al pilar del agua le habían mandado ah una misión lejos dejando solo ah su amado pelirrojo.
Que sin su compañía se sentía solo, sin las caricias, sin los besos, sin las veces que se daban amor mutuamente, sus compañeros y pilares se preguntaban ¿Como un ángel puro podría estar enamorado de alguien serio y reservado? Nunca lo sabremos.
Llevaban ya un tiempo en relación, fue difícil al principio ya que ambos eran nuevos en eso del amor, nunca han experimentado pero poco ah poco las cosas fueron cambiando—en ayuda de Zenitsu y Tenge—.
Ni se diga de su primera vez fueron torpes no sabían por donde comenzar por ejemplo cuando por error Tanjirou le mordió la punta de su miembro ah Tomioka.
Dejemos eso ah un lado...