Capítulo 8.

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Perspectiva de Enzo.

Hacía un rato que Lit se había ido a andá-a-saber-dónde con Tiago, y con Rusher nos miramos a ver qué hacíamos los dos solos.

Desde que Thomas había presentado síntomas por la vacuna, se había pegado bastante a mí. Imagino que en su mente yo cumplía el rol de su enfermero personal, y estaba al tanto de que comiera bien, que no vomitara ni desarrollara fiebre. Por ende también habíamos dormido juntos estas dos noches, con el motivo de que me tuviera a mano si a la madrugada se despertaba con algún malestar.

Pero, por lo que a la actualidad respectaba, se le veía tan bien como siempre.

— ¿Querés que veamos una peli? —me preguntó el castaño, tomándome del brazo como solía hacerlo últimamente. Ahora que lo pensaba, aquellas pequeñas actitudes lo hacían ver como un gatito.

Sonreí, enternecido, y asentí, guiándolo hasta la sala de estar. Él se acostó en uno de los sillones y yo procuré taparle con una manta negra y calentita, la misma que solía ponerse encima cuando jugaba a la Play con Lit o con cualquiera en general.

— ¿No te vas a acostar acá al lado? —me preguntó, haciéndome espacio, a lo que negué tranquilamente.

— Por ahora no, bobito, si me acuesto nadie pone la peli, ni apaga las luces, ni trae algo para comer.—resalté como si fuera lo más obvio del mundo, moviéndome de un lado a otro para cumplir con esas pequeñas indicaciones que yo mismo me había impuesto.

De la cocina saqué un pequeño bowl, poniéndolo en la mesada mientras pensaba con qué llenarle.

¿Qué le gustaría más a Rusher? ¿Chocolates? ¿Pochoclos? ¿Gomitas? ¿Caramelos?

O bien podría meter unos cuatro o cinco Serenitos, o llenarle con dos paquetes de galletas Pepitos, sus favoritas, y de las cuales teníamos un montón.

— ¡Mi amor! ¿Qué querés que te lleve? —le pregunté con toda la naturalidad del mundo, recibiendo un corto silencio de respuesta.

¿Había ido lejos con el 'Mi amor'?

Lo que no sabía es que, del otro lado, Rusher estaba sonriendo mientras se mordía ligeramente el labio.

— ¡Galletitas! ¡Y chocolates! —me respondió al cabo de unos segundos más, y asentí, metiendo lo pedido en el mismo bowl, separándolo con una cosa en una mitad, y la otra en la otra.

— Acá tenés, lindo. —mencioné una vez llegué a su lado, dándole el recipiente en mano mientras que con la mano que tenía libre tomaba el control remoto, y le daba play a "El Conjuro 3".

Puesto eso y apagadas las luces, me senté al lado de él, observándole recostar su cabeza en mi hombro, por lo que afiancé nuestra cercanía pasando mi brazo por su cintura.

Cómo desearía estar así con Lit. —pensé, pero rápidamente negué con la cabeza, sacudiendo todos mis pensamientos. A él yo no le gustaba, tenía que ser sincero, y ahora estaba pasándola bien con alguien más, yo no me podía boicotear para no hacer lo mismo.

A disfrutar el momento, perri.

— Gracias, mi cielo. —escuché la voz de Rusher al lado mío, devolviéndome al presente. Le sonreí y, cariñosamente, le di un pequeño beso en aquel perfumado y suave cabello.

Con Tobar siempre nos habíamos tratado así, desde que él era el único que abiertamente había declarado que se comería a un hombre, le besaría o bien, saldría con uno, y desde que yo había sido el único en hablar con él de aquello y aceptarlo tal cual era.

Just Friends (Lit Killah x FMK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora