El lunes había llegado, Hoseok debía enfrentarse a su encuentro con Taehyung.
Para su buena suerte su grupo de amigos y algunos compañeros lo saludaron igual que siempre, o sea que Jungwon y Jimin habían cumplido su promesa de no hablar del tema con nadie.
Al entrar a su salón, se topó con la presencia del alto pelinegro, el tan solo verlo le provocó una mezcla de irritación y timidez. Desviando la mirada, Hoseok caminó hasta su asiento justo cuando el profesor llegaba listo para comenzar el día.
Durante el transcurso de la clase, el pelirrojo no hacía otra cosa que pensar en Taehyung.
<<Estúpido, deja de pensar en él, mejor piensa en cosas hermosas como gatitos, BTS, V sin camisa...>>
Sin embargo, ni siquiera eso ayudaba. Pronto la imagen de taehyung llegaba a su mente. Y eso lo estaba poniendo de mal humor.
Escuchó una serie de suspiros detrás de él y no pudo evitar enojarse.
– ¡PUEDES DEJAR DE HACER ESE RUIDO INSOPORTABLE!
– ¿Qué? ¿Acaso respirar está prohibido?
Joder, en buen momento se le ocurrió al profesor cambiar de asiento de taehyung y ponerlo justo detrás de Hoseok.
– ¡Lo que debería estar prohibido es tu existencia!
– ¡Idiota!
– ¡Kim Taehyung, Jung Hoseok, una palabra más y los mandó a detención!
Advirtió el profesor, Taehyung y Hoseok se quedaron callados, pero aún molestos.
El resto de la clase pasó para dar inicio al primer descanso.
Hoseok, Yoongi, Jungwon y Heeseung se reunieron en una de las mesas de la cafetería. Cada uno tenía una bandeja con su respectivo desayuno. Los tres amigos conversaban mientras Hoseok jugaba con su ensalada sin prestar atención a la plática. Yoongi notó el distanciamiento de su mejor amigo, pero antes de poder preguntar una catástrofe había ocurrido.
– ¡MALDITO HIJO DE PUTA! ¡ACASO QUIERES QUE TE MATE!
Hoseok tenía el cabello mojado por el refresco que Taehyung había derramado sobre él. Kim y su grupo de amigos solo se burlaron del pelirrojo. Está en sus días.
Lleno de ira el pelirrojo se puso de pie y dio un fuerte puñetazo a la cara de taehyung. Este se tambaleó y tocó donde el más bajo había golpeado, la mandíbula le dolía como el infierno. Taehyung se acercó peligrosamente a Hoseok, agachándose hasta quedar a centímetros de su rostro y lo miró con furia. Hoseok le sostuvo la mirada.
– ¡Déjense de pendejadas, y ya bésense!
La gente que se había quedado en silencio ante la espera de una pelea pronto comenzó a reírse de lo dicho por Jimin, e hicieron burlas a los dos chicos protagonistas.
– ¡Los que se pelean se aman, dice la biblia! – se unió Jackson al desmadre. Y con ellos otros chicos más se unieron a la burla masiva.
Antes de que Kim siquiera pudiera pensar que hacer cualquier movimiento, Sunoo apareció, sujetando al pelirrojo y empujando ligeramente a taehyung hacia tras. Lo que hizo a taehyung enojarse más.
– ¡Taehyung y Hoseok a la oficina del director, ahora! – la prefecta del instituto, la profesora Hwasa, llamo a Hoseok y taehyung, y estos de mala gana acudieron al lugar indicado.
Ahora, taehyung y Hoseok y Jimin tendrían que lavar los baños de la escuela durante dos semanas, ya que el director no podía expulsar a su sobrino ni a uno de sus mejores alumnos decidió darles un castigo. Y con respecto a Jimin, que también salió afectado por utilizar un lenguaje inapropiado dentro del instituto, su padre siempre era feliz de ver a Park siendo reprendido.
Los tres jóvenes se encontraban aseando los sanitarios para hombres, taehyung trapeaba, Hoseok limpiaba los lavabos y Jimin tallaba los inodoros. Cuando el suministro de jabón termino, los chicos mandaron al pelinegro por más detergente, cuando él se opuso, los otros dos le recriminaron que toda la situación era culpa suya. Taehyung se fue molesto.
Pasaron algunos minutos y taehyung no regresaba, desesperado y enojado, Hoseok fue a buscarlo. Cuando se quedó solo, a Jimin se le ocurrió la idea perfecta.
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Tae buscaba dentro del cuarto de limpieza el dichoso detergente pero no veía nada.
– ¿Tan difícil es encontrar una bolsa de jabón en polvo? – Hoseok habló desde el marco de la puerta del cuarto de intendencia. Taehyung se giró irritado.
– Pues si tanto te urge, búscalo tú.
Hoseok no se molestó en mirarlo. Se adentró junto a taehyung en el pequeño cuarto. Cuando el pelirrojo se agachó, el pelinegro no pudo evitar bajar su mirada al trasero del pequeño. Pero el sonido de la puerta cerrándose lo hizo voltear hacia esta. Hoseok se levantó con rapidez e intento salir del cuarto. La puerta estaba cerrada con llave.
Del otro lado de la puerta, Jimin guardaba las llaves dentro de su bolsillo. Y les habló a sus amigos desde afuera.
– Me lo agradecerán luego.
Como respuesta recibió unos golpes en la puerta y amenazas en tailandés. Se alejó del lugar con una sonrisa. Es que él debería ser el mejor cupido de la era.
