Nockfell [𝐒𝐚𝐥𝐥𝐲 𝐅𝐚𝐜𝐞]

¿Dónde esta Sal?

21/Agosto/2021

Larry Jonhson

Me sentía algo cansado, el griterío, la música era ya algo pesada conjunto las personas que se amontonaban. Sentí una presencia sentarse al lado mío, al igual que se me fue ofrecido un vaso con... una dudosa bebida.

—Hey, se ve que estas cansado, ¿por que no bebes algo? Lindura— el tipejo me decía esto como sino conociera esas mañas. Pero haré un favor para que se le complique más su asqueroso propósito.

Agarre el vaso y tire todo al piso, luego le regresé la mirada al tipo y le di una gran sonrisa.

—Pero que de- —.

—Andate a joder a otro lado sino quieres que te meta esta mierda en el puto orto, pendejo de mierda— le interrumpí mientras hacía mierda el vasito que esta en mi mano.

—¿Estas loco? Enfermo de mi- — nuevamente fue interrumpido, ya que alguien lo jalo de su camiseta. Ver de quien se trataba solo hizo que pusiera más grande mi sonrisa.

—¿Que estas diciendo de mi novio? Puto imbecil— el tipejo empezó a temblar al ver a Travis, le encuentro lógica, es un weon re alto con cara de culo y que te puede partir en dos lo que él desee.

Amo que sea así.

—Y-Yo nada— negó rápidamente. Yo levante mi brazo y solo mostré el vaso en mi mano, Travis entendió.

—Aquí el único enfermo eres tú— tras solo decir esto, al estar cerca de la piscina; mi querido novio aventó a este sujeto al agua, como si fuera un par de tenis a los cables del barrio.

Solo me hizo gracia ver a todos sorprendidos por esto, pero al minuto seguieron divirtiéndose como si un wey re alto no acababa de tirar a una pulga al agua. Mi mente se fue a otro lado de la piscina, observando a mi querido amigo pelirrojo sosteniéndose de un inflable de dona. Se veía feliz mientras se movia al ritmo de la canción.

—¡Todd!— le grite a este, medio reacciono, estaba volteado a varios lados hasta que me vio.

—¡Hey! Lar~— me llamo con su típico tono coqueto y burlón. Era algo que tenía desde que nos conocimos. Como pudo se acercó a mí aun estando en la dona.

—¿Que haces?— re tranquilo el wey, me hacía esperar mientras se tomaba su bebida.

—¿Pues que se hace una piscina, Jonhson?— Me caga cuando me habla con su tono de obviedad, aprovechando su cercanía; le agarre del tobillo y lo jale— ¡Espera! ¡Que me vas a tirar!—.