Nockfell [𝐒𝐚𝐥𝐥𝐲 𝐅𝐚𝐜𝐞]

Te falta calle

16/Septiembre/2021

Sal Fisher

Escuchar gritos y reclamos era algo típico en mi cuarto. Más si estos provenían de Lisa y Larry.

Esos dos tienen una muy rara relación de madre e hijo. No lo voy a esconder, Lisa es alguien amable y muy agradable, pero su manera de educar no se si es correcto, o si quiera si le hace bien a Larry.

Pero ahora los gritos no venían de ellos dos; bueno, si de Larry, pero ahora a quien le grita es a Rory.

Más que gritos son reclamos, insistiendo que se fuera a la mierda y se largara de nuestro cuarto. Rory lo ignoraba y lo mandaba al diablo mientras se reía de la desesperación de mi hermano. Es como un juego para él.

—¡Sal, dile a tu estúpido demonio que se largue! ¡me quiero cambiar y no puedo hacerlo con este hijo de puta mirando!— ahora me metían a mi en esta discusión, fantástico.

—Larry, de todas las cosas que puedo llegar a ver; observar tu cuerpo sería de las que menos tengo ganas de cumplir, deja de hacerme ver como un pervertido aprovechándose de dos jóvenes. Además; tus gritos son irritantes, cállate, ya no me diviertes— en su voz se nota lo fastidiado que estaba por la situación. Solo me quedé callado al igual que Larry.

Pero eso tardo unos minutos, ya que hecho una furia; Larry fue a donde Rory.

—¡Hoy te mueres, putito!—.

Creo que es lo de menos decir que Larry no cometía su acto de odio contra Rory. El pelirrojo se esfumaba y volvía a cada cierto momento, solo para que Larry se cansará.

—No esperaba que mi mañana fuera así...— murmure algo cansado. Pude sentir como mi colchón se hundía de un lado, probablemente era Rory. Volteé mi mirada y pude ver sus rojizos ojos viéndome— Hola...— le salude en un tono bajito, este me dio una sonrisa de labios cerrados, sacudiendo su mano como forma de regresarme el saludo.

Todo era muy pacífico, hasta que escuchamos un fuerte golpe provenir de la puerta.

Pude observar a mis amigos entrando a mi cuarto mientras Larry ya se ponía una camiseta.

—Dios mío, Sal, ¿Como puedes estar con alguien en la cama sin si quiera estar casados? Que deshonra— Travis me saco una gran carcajada por su comentario con un tremendo tono de drama que solo un ciego por la religión haría.

—¿Soy un pecador?— quería seguir le el juego, pero estaba más concentrado en reirme como para dar una respuesta en si.

—Demasiado, si tenemos en cuenta que estas con un demonio haciendo cositas— lo que dijo Ash me puso rojo, pasados verga mis amigos.

Rory no dijo nada, parece que ni lo escucho, ya que estaba solo jugando con las sábanas sin acomodar de mi cama.

—Hasta acá te veo las puntas de las orejas rojas, Rory, aléjate del niño lentamente— Travis se acercó con un arma al demonio, quien sabe de donde diablos sacó eso.