𝚃𝚊𝚛𝚍𝚎

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Cuando llegaron al aula Aizawa empezó a hablar. --Antes de nada espero que os hayan gustado las habitaciones. Antes os expliqué los horarios que se empezaran a poner a prueba la semana que viene,  para la que recuerdo que falta un día, al igual que los entrenamientos. Como habéis llegado relativamente tarde por el autobús, hoy no nos da tiempo a más. Mañana necesito que os despertéis a las 7, para que os de tiempo a desayunar, para a las 8 hacer una pequeña prueba de resistencia. Por la tarde os probaréis los trajes de héroes. Así que nos vemos mañana. Vuelvo a pedir puntualidad.-- añadió Aizawa mirando a Kiana y a Lucía. El profesor salió del aula. Todos recogían sus cosas para irse, y el grupo de amigos se reunían para hablar.

--Creo que nos ha cogido manía.-- decía Kiana con una media sonrisa.

--Yo también lo creo extras, por eso mismo, ahora, podré ser el mejor.-- añadió Bakugo sonriente.

Las dos chicas se miraron y rieron.

--¡No os riáis!-- gritaba Bakugo enfadado.

--Menudo aburrimiento el resto de l tarde sin hacer nada.-- musitó Lucía.

--Esta tarde os invito a todos a ver los cerezos en flor, estamos en abril y todos están preciosos.-- Dijo Kirishima esbozando una sonrisa.

--Yo acepto.-- Lucía ni lo pensó. 

--Yo también.-- añadió Kiana.

--No quiero ver unos estúpidos cerezos, los he visto ya más de quinientas veces, yo no voy.-- Bakugo se resistía a ir, todos lo intentaron convencer durante mucho rato, hasta que se rindieron. Llegaron al pasillo de las habitaciones. 

--Quedamos aquí a las siete de la tarde, si no queréis ir alguna que lo diga por el grupo.-- Todos se despidieron y caminaron a sus cuartos. Eligieron quedar a las siete para poder colocar la ropa en el armario y no tener prisa, además ver los cerezos por la noche es mucho más bonito que verlos de día.

--

--Kiana--

Estaba en mi cuarto cambiándome cuando suena una notificación en mi teléfono. Era Bakugo. Desbloqueé el teléfono y leí su mensaje.

--Extra quedamos esta tarde.

--Bakugo quedé con Lucía y mi hermano.

--Lo sé.

--Entonces?

--Escribe bien.

--No.

--Bueno si quieres venir ven, quedamos en los jardines de la UA.

-- Bakugo ven a los cerezos, ahí hablamos.

--Extra hazme caso.

--No. Hazme caso tu a mi.

--Quedamos a las siete de la tarde.

Bakugo apagó su teléfono. No le llegan mis mensajes. No sé que hacer, no puedo dejarlos solos. ¿O si? seguro que a Lucía no le molesta, está claro que le gusta mi hermano. Pero no sé.

--Chicos, esta tarde no puedo ir, estoy liada con el armario.

--Yo te ayudo Kia.

--No no déjalo, id vosotros.

--Ok.

--Ok, otro día será.

--Exacto.

Bueno ya solo queda esperar a ver que quiere Bakugo. Estoy nerviosa, no lo voy a negar. 

--

--Lucía--

Ojalá Kiana pudiese venir, estoy nerviosa. ¿Y si no voy? estar sola con Kirishima me va a poner de los nervios, y encima para un espectáculo tan bonito. Voy a ir, no puedo dejar a Kiri solo. Yo puedo. A ver, me he puesto un polo blanco, una sudadera encima con los cuellos del polo por fuera, una falda y unas medias. Estoy nerviosa. Muy nerviosa.

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