𝙷𝚊𝚋𝚒𝚝𝚊𝚌𝚒𝚘𝚗𝚎𝚜

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--Lucía--

Siendo sincera, Aizawa, nuestro profesor no tiene muy buena apariencia física, pero en general no parece mala persona.

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--Os llevaré hasta los dormitorios, hay dos pasillos, el de las chicas y el de los chicos. Cada uno de vuestros cuartos están decorados a gusto de personal de cada estudiante. Es decir, si te gustan muchos los héroes, vuestro cuarto estará decorado de esa temática.

El chico peliverde se sonrojó, se sintió demasiado identificado con las últimas palabras de su profesor, que vergüenza.

--Kiana--

No recuerdo muy bien que elegí. Se puede decir que es sorpresa. Menos mal que cuando me preguntaron que me gustaba no hice la gracia diciendo que Bakugo. Que incomodidad. Imagínate que entra y ve las paredes con fotos suyas. Prefiero ni pensarlo.

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--¿Tú que elegiste Lucía?-- preguntó Kiana a su amiga, con un poco de nerviosismo.

--Em, creo haber elegido cottagecore, la verdad no recuerdo bien. ¿Tú?-- la rubia respondió mientras andaba.

--Pues la verdad,ahí no puse nada, no sabía que decir, así que muy posiblemente sea todo sorpre...-- Se quedó a mitad cuando su profesor se giró.

--No habléis, mantened silencio.-- Regañó a las dos amigas.

--Lucía--

A ver, se pasó mucho, solo fue intercambiar un par de comentarios. Igualmente, mantuvimos silencio hasta que... miré a Kiana, cosa que no debería haber hecho. Empezamos a reír como locas, algunos compañeros se giraron a mirarnos, hasta que Kirishima se dio cuenta y me tapó la boca con la mano. Puede que me sonrojase un poco. Pero no podía parar de reír, encima sentía cosquillas en la barriga. 

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--Kiana--

No podía para de reír, no nos reíamos muy alto pero cual quiera que nos viese podría pensar que teníamos epilepsia. Kirishima le tapó la boca a Lucía, se nota que le gusta, se le da mal fingir. Y cuando lo vi me empecé a reír más, y Lucía también. Nos caímos al suelo muertas de risa, Kirishima al mismo tiempo, que seguía tapándole la boca a mi amiga. Luego los dos se levantaron, mi hermano le quitó la mano de la boca. Justo cuando el chico de pelo bicolor, me tendió la mano para levantarme. Estaba roja por tanto reírme y al mismo tiempo por el. Le di mi mano y me levantó, y después se fue andando de nuevo. Le dije gracias aun que no sé si me escuchó. Bakugo estaba a unos cuantos pasos delante, así que me acerqué a el.

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Aizawa llegó finalmente a los dos pasillos. 

--Llegamos. Derecha chicas, izquierda chicos. Cada dormitorio tiene en la puerta el nombre de su dueño o dueña, así será menos posible que os perdáis. Por el otro área hay más cuartos pertenecientes a las otras clases. Os daré 15 minutos para que veáis vuestras habitaciones.-- El profesor se iba a retirar. --Dentro de 15 minutos debéis volver de nuevo aquí, puntualidad.-- Añadió antes de, ya si, marcharse.

--Vamos Lucía.-- Kiana la cogió del brazo y salieron corriendo hacia el pasillo. Ambas sonrieron al darse cuenta de que sus habitaciones estaban al lado. 

--¿A cuál entramos primero?-- preguntó Lucía ansiosa.

--A la mía que no aguanto más la curiosidad.-- contestó Kiana acercándose a la puerta de su dormitorio. 

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--Kiana--

Cuando abrí la puerta, quedé alucinada. No me lo esperaba así pero me encantaba. Daba saltos de emoción. La describiré: Nada más entrar por la puerta puedes ver una pared naranja (una tonalidad preciosa a mi gusto) con una ventana grande que da a un pequeño balcón. Las cortinas son largas de un color grisáceo precioso también. Las paredes de los costados a la naranja son también grises, como la cortina. En la pared izquierda tengo una mesa de madera con cajones que por un lado se amplía. En la parte que se abre de la mesa, hay un ordenador negro. En la zona de los cajones de la mesa, hay una lámpara de lava naranja y una bonita maceta con una plantita. Colgada en la pared hay una televisión muy grande negra, y encima de esta hay carteles de luz de diversas formas, son de color naranja y blanco. En un costado hay una guitarra eléctrica súper bonito y de color negro. En mitad del suelo de la habitación hay una alfombra blanca, suave. Y al lado derecho hay una cama individual con unas sábanas negras con lineas blancas, es increíblemente cómoda. Tiene un cabecero de madera con un peluche muy mono.Arriba de la cama hay como una lona naranja en la que te puedes sentar y donde también hay cojines. A los pies de la cama hay un puf de color naranja. Y un poco más adelante hay un armario de espejo muy grande. La verdad mi sorpresa fue mayúscula. Me encanta mi habitación. Desearía vivir ahí.

--Lucía--

Adoro la habitación de Kiana. Es preciosa y creo que a ella también le ha gustado bastante. Está tan sorprendida que tiene la boca abierta. Admiro la precisión de la decoración. Me alegra que le guste.

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--Mira, ahí están mis maletas.-- dijo Kiana recogiéndolas. Cuando abrió el armario se llevó la sorpresa de varias camisetas, corbatas y faldas que constituían el uniforme de la UA. 

--Cuando tenga mi uniforme nos lo ponemos.-- le dijo Lucía sonriendo. Estaban tan emocionadas que al escuchar la puerta se asustaron. ¿Quién será? Tal vez si las veían en la misma habitación tendrían problemas. Kiana decidió abrir, aun que un poco asustada.

--Hola.-- Todoroki, que hasta ese entonces no sabían su nombre, se mantenía serio en frente de la chica. Lucía al darse de cuenta de que no era su profesor decide asomarse y se posiciona al lado de su amiga.

--Mira, si vienes a buscar novia ya te digo que no está disponible.-- la rubia miraba fijamente al chico y este la miraba a ella.

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--Lucía--

Se lo dejé claro y justo entonces Kiana me pegó en la cabeza. Ella estaba sonrojada pero ¿qué sería de mi hermano si se iba con ese empanado? a ver, ella tiene que estar con quien quiera. Pero se notaba bastante que le gusta Bakugo y que sus sentimientos son correspondidos, por eso mismo mi hermano lo pasaría mal.

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--He venido para preguntar si luego hay que llevar el uniforme.

--Pues no lo sé, no somos profesoras, así que vete a preguntarse...- Lucía no pudo terminar la frase cuando Kiana la empujó y salió de la habitación para hablar fuera con Todoroki.

--Disculpa a mi amiga...em... no lo sé.-- le responde Kiana finalmente.

--Ok, no pasa nada.-- Todoroki se marcha y Kiana entra en la habitación.

--Te gusta.-- dice Lucía nada más verla.

--Serás...- responde Kiana enfadada acercándose a su amiga. Empezaron a pegarse de broma, hasta que les volvió a dar otro ataque de risa.

--Bueno, vamos a ver mi cuarto.-- dijo Lucía levantándose de la alfombra y estirándose la falda.

--Vamos.

Salieron por la puerta y dieron dos pasos, topándose de frente con el cartel que ponía el nombre de la chica. Lucía y Kiana abrieron la puerta y entraron.

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--Lucía--

No doy crédito, esto es increíble, si por mi fuese nunca saldría de mi cuarto. Es precioso. Se ajusta mucho a mi. Lo describiré: cuando entras por la puerta puedes ver una pared blanca con una ventana igual de grande que la de Kiana que lleva a un balconcito. Las cortinas son largas y de un color verde pastel precioso. Arriba de la ventana hay un aire acondicionado y a sus lados plantas reales colgadas. En el lado izquierdo, abajo, hay unos cuantos pósters de bosques. En la pared izquierda, también de color blanco, había una mesa de madera, que al contrario de la de mi amiga,en vez de cajones, tenía una puertecita y dentro hay estanterías. No se extiende y sobre ella hay un ordenador de color negro. Colgada de la pared ha una televisión negra y a su al rededor más pósters de la misma temática. Tengo una silla grande y cómoda. En el suelo hay una alfombra de pelo blanca y sobre ella una mesita pequeña con un libro. Luego cerca de la ventana hay una estantería pequeña con muchos libros y dos velitas. A su lado se sitúa la cama que tiene una mosquitera de tela, dentro de ella cuelgan unas pequeñas luces. La cama tiene muchos cojines verdes como la cortina y blancos, las sábanas son verdes lisas como los cojines. Cuando miras al techo ves un circulo de luz con varias cadenas de luces colgadas desde la pared hasta la otra esfera, pegadas al techo hay pegatinas que cuando apagas la luz briilan. En frente de la cama hay una armario como el de Kiana, de cristal, y dentro de el está el uniforme. Cerca de el están las maletas. Me encanta.

--Kiana--

Tuvieron muy en cuenta que le gusta lo cottagecore y eso está genial. Me encanta la decoración del techo y las plantas. Es preciosa.

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--Uy Kia, ya han pasado los quince minutos corre.-- dice Lucía empujando a su amiga.

Cuando ambas llegan se encuentran a la gran multitud reunida. Nadie va con uniforme menos mal. 

--Procurad no volver a llegar tarde.-- añade Aizawa. --Vamos a clase todos.--


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