𝙿𝚛𝚞𝚎𝚋𝚊𝚜

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--Lucía--

Me desperté por culpa de la alarma. Todavía tenía puesta la ropa de ayer, me dio mucha pereza cambiarme así que me acosté con lo que tenía puesto. Fue muy mala elección porque ahora mi ropa estaba arrugada. La cama era muy cómoda, aun que ahora no podía pensar eso porque ya iba tarde al desayuno, además tenía que ir a buscar a Kiana. Abrí el armario y me puse una el uniforme deportivo de la UA, hoy iba  a hacer mucho deporte. Iba a coger mi peine para cepillarme el pelo cuando me di cuenta de que ahí estaba la hoja de cerezo que me regaló ayer Kirishima. Cuando estuve lista salí de mi cuarto, topándome de frente con mi amiga. ¿Tan puntual?

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--Kiana--

Ayer no me pude dormir, lo pasé muy bien con Bakugo, el problema es que yo no me puedo dormir tan temprano. Así que estuve un rato más dibujando, tal vez una hora, hasta que me aburrí y busqué en la tele algo para ver, desgraciadamente no había nada interesante. Encendí mi ordenador y me instalé Genshin Impact, entré a mi sesión y jugué durante un rato, se me cerraban los ojos solos y sin darme cuenta me quedé dormida encima del ordenador. Esta mañana me levanté temprano sin necesidad de alarma. Me vestí con el magnífico uniforme de la escuela recordando las palabras de nuestro profesor. Recogí mis cosas y salí al pasillo. Me quedé en la puerta de Lucía esperando. Vi pasar al chico del pelo rojo y blanco en pijama para ir al baño, me miró pero hice como que no lo había visto. Minutos después salió Lucía de su habitación y juntas fuimos a desayunar.

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--Ayer volviste tarde.-- añadió Kiana.

--Si, cenamos fuera y tomamos un helado.-- respondió Lucía.

--¿Qué tal los cerezos?

--Estaban muy guays, eran preciosos. ¿Y tú que tal? ¿terminaste de colocar el armario?

--Sí, al final lo logré, de las prisas al salir para coger el autobús no coloqué bien la maleta, y me ha traído consecuencias.-- dijo la morena riendo.

Caminaron por los pasillos durante un rato hasta que Kiana se atrevió a preguntar.

--¿Sabes dónde está el comedor?

--Pues...no.-- musitó la rubia haciendo una media sonrisa. 

--Me lo podrías haber dicho antes, ahora no sabemos ni donde estamos.

--Que no hombre que seguro que estamos cerca, aún que muy posiblemente no lleguemos a desayunar.

--Vaya...bueno vamos.-- las dos chicas fueron por otro pasillo. Todo eran aulas. Ni rastro de un comedor.

--Habríamos terminado antes yendo a desayunar fuera.-- añadió Kiana, por una vez que se había levantado temprano y encima se pierden.

--Ya pero no hay otra, nos hemos perdido.-- respondió Lucía mirando a su amiga. 

--¿No tienes ningún mapa?-- preguntó la morena imaginándose la contestación de su amiga.

--A ver tía que no soy Dora la Exploradora ni Mary Poppins.

--Pues no sé como vamos a salir de aquí.

--Nos encontrarán algún día...supongo.-- Lucía miraba a ambos lados, no había nada... ¿o sí?.

--Mira Kia, ahí hay un cuarto.-- dijo acercándose a una puerta medio abierta.

--¿Lavadoras?--exclamó la amiga extrañada.--¡Qué guay! ya tenemos sitio para lavar la ropa.-- dijo ilusionada.

--Pone que es solo para profesores...

--Qué más da Lucía ni se van a enterar, además seguro que tienen buenos productos, no como la de los alumnos.

--Ok pero no se lo digamos a nadie más.

Pasaron unos minutos observando el cuarto de limpieza en cuanto recuerdan que tiene que encontrar el comedor como sea. Además hoy tenían que hacer unas pruebas muy importantes para determinar sus entrenamientos y sus capacidades. Así que salieron de ahí y siguieron caminando.

--Tengo una idea, ¿y si volvemos a los dormitorios?-- preguntó Kiana parando de andar.

--¿Acaso te acuerdas de cómo volver?-- cuestionó Lucía, volver no era tan fácil, habían escogido varios pasillos que ya no recuerda, eran todos iguales.

--Bueno...¿tú?

--No.

--Vale pues yo tampoco, estamos perdidísimas.-- Si no lograban salir de ahí posiblemente las encontrarían el lunes, día en el que empezaban las clases, pero claramente las buscarían, suponían.

--Kiana somos tontas.

--¿Por?

--Mira el techo.-- había carteles que ponían  direcciones a las zonas comunes y no se habían dado cuenta. Ya tenían la solución. Solo quedaba correr y encontrar el comedor lo más rápido posible. Anduvieron por los pasillos y finalmente llegaron a su destino. Para ese entonces todos estaban recogiendo sus bandejas.

--¿Dónde habéis estado mocosas?-- preguntó Bakugo mientras se acercaba junto con Kirishima a las dos chicas.

--Pues nos habíamos perdido.-- respondió Kiana.

--Os habéis quedado sin desayunar.-- añadió Kirishima, que parecía ligeramente preocupado.

--Bueno no pasa nada, no será la primera vez.-- musitó Lucía sonriendo.

El grupo fue hacia el patio donde estaban convocados todos los alumnos. Aizawa estaba esperándolos y sus ojos mostraron sorpresa al ver a las dos amigas llegar temprano. Los amigos se pusieron en primera fila. Faltaban algunos alumnos más, que al rato llegaron.

--Buenos días, como os conté ayer vamos a realizar varias pruebas tampoco tan complicadas pero en las cuales tendréis que utilizar vuestros quirks. Os explico las pruebas...- Aizawa hablaba sobre todo lo que deberían hacer, y algunos pequeños consejos. La primera prueba era mandar una bola lo más lejos que pudiesen, la segunda consistía en hacer una carrera 50 metros compitiendo 2 estudiantes. Las dos amigas fueron elegidas en la segunda prueba. Algunas veces remontaba Kiana y otras Lucía pero finalmente quedaron empatadas. Sabían manejar a la perfección sus quirks y todo el mundo quedó alucinado, incluso Aizawa.

Al acabar las pruebas les dieron un descanso para comer.

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--Kiana--

Las pruebas no eran tan complicadas como algunos decían. Descubrí que aquel chico se llama Shoto Todoroki. Ya no será l chico misterioso.

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--Lucía--

Resulta que el cara naipe que intenta ligar con Kiana se lama Shoto Todoroki. Espero que al final todo quede en amistad. También me enteré que el chico del pelo verde se llama Izuku Midoriya. Bueno a ver, no es feo, además se lesionó pero creo que prefiero a Kirishima.

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--Muy bien hecho todos, descansad un rato y luego nos reencontramos aquí para ver vuestros trajes de héroes.-- se despedía Aizawa.

Todos se dirigieron al comedor, Lucía y Kiana estaban hambrientas.  Recogieron sus bandejas y se sentaron en una mesa con las chicas de clase. Todas se conocieron y hablaron sobre sus quirks y las pruebas. Todas eran muy buenas y quedaron en algún día hacer algún plan todas juntas. La verdad es que la comida de la UA estaba muy buena, y más cuando tienes el estómago vacío. 

Cuando todos terminaron de comer se fueron hacia el punto de encuentro con el profesor. Estaban muy ansiosos de ver sus trajes. 



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