𝚃𝚛𝚊𝚓𝚎𝚜

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Nadie hablaba, aun que a todos se el notaba la emoción de ver sus trajes.

--Hola de nuevo, uno de los acontecimientos más emocionantes para los estudiantes está a punto de producirse. Vuestras vestimentas están dentro de aquel almacén. Vamos allí y ahora os explico.-- Aizawa empezó a caminar hacia adelante junto con sus alumnos que iban detrás de él.

--Que ilusión.-- susurró Kiana a Lucía, si Aizawa se enteraba de que estaban hablando tal vez les regañaría, pero no podían contenerse.

--Demasiada.

Al cabo de andar un poco llegaron a las inmensas puertas de la nave. 

--Los trajes están colocados en bolsas colgados con perchas, cada bolsa tiene el nombre del dueño o dueña, si hay algún problema de ajuste de medida, me lo debéis comentar. Ahora sí, podéis pasar.-- el profesor abrió la gran puerta. Algunos estaban muy emocionados, otros apenas lo aparentaban. Las dos chicas buscaron las  bolsas con sus respectivos nombres. Finalmente los encontraron.

--¿Dónde están los probadores?-- preguntó Lucía a su amiga, ambas con sus bolsas en las manos.

--Sígueme.-- respondió Kiana cogiéndola del brazo.

Un pasillo largo y con cortinas se abría ante ellas, estaban todos vacíos, eligieron uno cada una y entraron. Había un espejo dentro de cada uno de los probadores, pero igualmente decidieron que cuando las dos estuviesen listas saldrían a ver el atuendo de la otra.

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--Lucía--

Cuando le quité el envoltorio al traje me puse muy feliz y sonreí, era precioso. Me cambié lo más rápido que pude, y si, me encantaba. Era una especie de body negro de manga corta que me cubría la barriga y las piernas. Un top precioso con la textura que quería, era blanco con destellos morados, y hecho del mismo material una falda corta y unas botas que me llegaban hasta las rodillas. De accesorio llevaba un cinturón morado, otro en la pierna y dos más en los brazos, además de unos preciosos guantes negros. Me quedaba muy bien, se ajustaba mucho a mi cuerpo y prácticamente me encantaba, tenía muchas ganas de ver el de Kiana así que salí fuera del probador.

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--Kiana--

Quité rápidamente la funda que envolvía mi traje, cuando estaba a mi vista sonreí, a primera vista podía ver que era tal  y como lo había diseñado. Una camiseta pegada negra con mangas largas pero con los hombros destapados. Unos pantalones verdes neón con una textura asombrosa y muy reluciente, la cintura estaba formada por una especie de cinturón gris. Unas botas hasta un poco menos de las rodillas, grises oscuras y muy cómodas. Mis accesorios eran unos guantes de la misma textura que mis pantalones y del mismo color. Unas gafas de cristal verde y un cubrebocas también del mismo color. Me quedaba muy bien. Salí del cuarto y me encontré de frente con Lucía. 

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--Ala te queda genial, es precioso.-- dijo Lucía observando el traje de su amiga.

--El tuyo también, que ganas de matar villanos con esto.-- añadió Kiana sonriente. Las demás chicas también estaban viendo sus trajes, las dos amigas se acercaron a hablar con ellas. 

Cuando pasó un rato Aizawa los reunió a todos de nuevo. 

--Veo que os han gustado vuestros trajes. Ahora los podéis guardar en las bolsas y guardarlo en vuestro armario. Solo será necesario utilizarlo para luchar contra villanos. No os paseéis por las calles con ellos.-- comentó el profesor mientras caminaba hacia la salida.

Lucía y Kiana se acercaron a Bakugo y a Kirishima. 

--Que bonitos vuestros trajes.-- dijeron ambas al unísono, no era la primera vez que mostraban telepatía.

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