—¡Epinefrina! —. El medicamento ingresó con velocidad al sistema de la fémina.
Las compresiones siguieron, Jungkook se recordó no presionar con demasiada fuerza, no quería astillar las frágiles costillas.
Dos insuflaciones.
No había pulso aún.
El sudor frío le recorría la espalda, el ligero retintín de terror abriéndose paso desde el fondo de su pecho.
—¡Más epinefrina! —. Las manos de la enfermera temblaron. Jinyoung sostenía la bolsa con demasiada fuerza. —¡Vamos, Yuri! —.
—¡Listo! —. Jeon apretó el pecho de la niña otra vez, rítmicamente, contando y rezando en sus adentros.
—¡Jin! Aire... —. Insuflo, no hubo alteración alguna. —Vamos linda, ¡vamos! Vuelve, vamos —.
Park fijó la vista en el monitor, con el rostro descompuesto y la voz quebrada. —Jungkook... para —.
—¡No! Todavía hay tiempo... ¡Vamos, nena tu puedes! —.
— Basta, Kook... Está en asistole, se fue —. Jeon negó, con la vista empañada mientras seguía con las compresiones.
El doctor Choi miró a los jóvenes con lástima, tomó a Jungkook del hombro y tiró de él hacía atrás. —Ya está, Jungkook, hiciste lo que pudiste —. El azabache siguió negando, empecinado. Trató de volver al cuerpecito sin vida en la camilla, pero el mayor lo retuvo. —Se fue, Jeon... Murió —.
Él se limpió las lágrimas con rudeza, inhaló dos veces seguidas tratando de calmarse, retomar el dominio de sí. Choi se acercó a la niña con la intención de declararla, Jungkook lo detuvo.
—Yo lo haré... era mi paciente, yo lo haré —. El azabache mayor se echó hacia atrás, Kook la observó por un momento tras cerrarle los ojos, la mano le tembló mientras puso ambos dedos en la garganta inmóvil de la niña, su piel seguía tibia. —... hora de muerte, 10:22 —.
La densidad de la habitación hizo el aire irrespirable, Jinyoung y Jungkook se dispusieron a recomponerse para darles la noticia a los alterados padres en la sala de espera. El profesor se los impidió y los envío a casa, pese a que aún faltaban varias horas para terminar. Ambos trataron de replicar.
—Perder a un paciente nunca es fácil, chicos; perder niños aún peor... Pero perderlos por primera vez... Vayan a casa, laman sus heridas y regresen mañana con la intención de hacer todo lo que esté en sus manos para salvar vidas —.
La revisión semanal de sus informes de progreso se había extendido y el celular del secretario Lee no dejaba de zumbar a su lado. Tenía tres reuniones ese día, una junta general con los directores de proyecto y una cena en el Scenery con el presidente del Korean Jegug Hospital, para unas reformas y donaciones que quería implementar por iniciativa de Jungkook. Sin contar con los nueve correos electrónicos de una empresa londinense que debía responder.
Y, como si fuese poco a su tutor se le había ocurrido apagar el aire acondicionado mientras los hacía perder el tiempo. A Taehyung no le quedó más opción que sacarse el saco del traje, quitarse la corbata y guardar los gemelos de oro en el maletín para poder arremangarse la camisa. Contestó algunos correos desde su portátil mientras esperaba que el tutor terminase de corregir. Sus compañeros hablaban sin parar y eso sólo logró exacerbar su mal humor.
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You so kiut
FanfictionLa noche fue un testigo involuntario del avanzar de ambos corazones. El bajo rumor del aire acondicionado en una habitación oscura; la lluvia cubriendo la ciudad, en la familiaridad de la nebulosa soledad. ¿Cuándo será el momento en que la niebla s...