La casa estaba a reventar y apenas eran las 11. SeokJin aparcó un poco lejos de la vivienda y se giró a darles la charla a los más jóvenes, tenso y de mal humor, casi tan obligado a estar ahí como la castaña a su lado. —No pierdan la cabeza allá adentro, tengan cuidado con las drogas y si van a acostarse con alguien usen protección... y más les vale que cuiden a las chicas —. Jimin asintió eufórico, Raquel hizo una mueca por la última frase y Hoseok se largó a reír por la expresión de la rubia.
Raquel quería animar a sus amigos, impulsarlos a relajarse; SeokJin que últimamente parecía molesto, incómodo y distraído y Anabella quien se había encerrado en su habitación la noche anterior y había llorado hasta la madrugada; ella creyó que esa desastrosa fiesta de cumpleaños sería una buena oportunidad. Al menos para sacar el estrés del cuerpo. Así que la joven se destacó arreglándose; jeans negros endiabladamente ajustados, tacones plateados, el cabello rizado suelto y la joyita principal, el crop top azul eléctrico que dejaba parte de su abdomen a la vista.
Hoseok y Jimin no se habían quedado atrás, con los pantalones de cuero de la última vez, camisas coloridas y perfume seductor. Jin, quien estaba ahí de mala gana solo se había puesto unos jeans simples y una básica negra. Anabella casi llegaba a la casa del tailandés en pijama, enfurruñada y triste; Raquel no lo permitió y tuvo que conformarse con los shorts de mezclilla, las converse negras y la franela oversize de ACDC que la chica se había tirado encima. Anabella tendía a vestirse así cuando quería ocultarse del mundo, con esas camisetas extra grandes y sin accesorios, sin maquillaje y una pila de libros en la mochila, ella estaba en modo "supervivencia", existiendo apenas.
Después de una pequeña discusión para decidir quién sería el conductor designado; Hoseok quien perdió en el piedra, papel o tijeras. El grupito se introdujo en la casa, el reggaetón colándose por sus oídos; a BamBam y a Yugyeom les gustaba ese estilo musical, por lo que no fue muy extraño escuchar a Maluma y Bad Bunny durante la noche. Raquel los obligó a ir a la pista tras pasar el primer trago de Soju. SeokJin lo encontró demasiado amargo, suspiró y decidió que iba a divertirse esa noche, ignoraría su autoconciencia al menos por unas horas.
Anabella encontró algo de confort en el idioma que salía por los parlantes, se relajó un poco y logró reír de verdad cuando Raquel comenzó a mecerse pegando le la espalda al pecho y a cantar a voz de grito. — ¡En mi carro tú te ves mejor! ¡El cuarto huele a Christian Dior! ¡Eres muy bonita pa' llorar por él! —. Tal vez las risas y la compañía de sus amigos podrían hacerla olvidar, ignorar el dolor en su cabeza cada vez más constante y fingir que todo estaba bien, al menos por un rato.
Bailaron, compartieron una ronda de cervezas y bailaron un poco más. En algún punto Jimin se había ido a la cocina por algo más para beber y no había vuelto. Hoseok se unió a una competencia de baile perdiéndose por ahí. Raquel se fue con la intención de buscar a el menor y ambos castaños fueron a sentarse.
Mientras codeaba personas en la pista, la rubia interceptó un vaso rojo, con algo que parecía un cóctel adentro. Minie no estaba en la cocina, y tampoco se veía entre las personas que bailaban, cuando se dispuso a subir al segundo piso y buscar en los baños, un chico de rasgos perfilados y cabello rubio largo se interpuso en su camino. —Hola, lindura... ¿Quieres bailar? —.
—Tal vez si me dices tú nombre me lo piense —. Ella mentiría si dijera que no estaba buscando una manera de ignorar los fantasmas que daban vueltas alrededor de su cabeza. Después de una cena silenciosa y melancólica, Raquel se fue a su casa y no volvió a ver a Jungkook, habían pasado cuatro días desde entonces y ella temía que no volvieran a hablar. Se había acostumbrado a esas charlas prácticamente nocturnas, a su risa y a los apodos tontos, a escucharse mutuamente y consolarse cuando el mundo se les derrumbaba.
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You so kiut
FanfictionLa noche fue un testigo involuntario del avanzar de ambos corazones. El bajo rumor del aire acondicionado en una habitación oscura; la lluvia cubriendo la ciudad, en la familiaridad de la nebulosa soledad. ¿Cuándo será el momento en que la niebla s...