Capítulo 15

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CONOCERSE, HABLAR, Y DECIDIR

maratón antes de la recta final
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Gilbert

Cuando fui a hablar con Anne no creí capaz ni que me abriera la puerta, menos aún que me invitase a una salida juntos.

Tampoco me iba a quejar, después de estar mi vida entera encerrado en un palacio como si el mundo fuera solo para salidas de negocios junto a papá o eventos importantes. Ahora sentía que era más que eso.

Convencerles no era fácil, igual, tampoco es que últimamente me presten mucha atención, algo a lo que ya estoy acostumbrado. Mamá se pasa la mayor parte del tiempo estudiando idiomas, cosa que ama, ama saber hablar diferentes idiomas y se lo toma muy enserio a la hora de estudiarlos. Y en cambio, papá se encierra en su despacho la mayor parte del día y no se que hace, pero me da completamente igual.

Nuestra relación nunca a sido la mejor. El siempre espera cosas de mi que no puedo darle, como ser el hijo perfecto que se casa con alguien a quien no ama pero el piensa que es perfecto, al igual que con Kevin. El cual está echo un nervio por no saber cómo decirle que quiere estar con Amanda en vez de con una mujer que eligió el.

Y es asqueroso ver como planean tu vida, con quien te vas a casar, a quien puedes o no hablar, a donde ir, a donde no... todo.

Pero por unos momentos me siento mejor aquí, con Anne, mis problemas y cosas de mas se quitan a un lado y paso la tarde.

Ella está frente a mi, y me está contando algo animadamente-... y luego Moody va y le dice que por que la bolsa estaba así y el dependiente le dijo que la bolsa es así desde siempre, que coma lo que hay y si quiero otra se la pago, que idiota -ríe- ¿verdad?

Asiento con la cabeza-. Si, si. Un... idiota -carraspeó después de decirlo.

Papá, si me estás oyendo, no me arrepiento de decir idiota.

Decirlo delante de alguien, alienta más.

Cuando estábamos por marcharnos ya, sentí como mi teléfono -que eventualmente al solo tener el número de Kev, mamá y papá no solía sonar y tampoco es que el teléfono hiciera mucho más que eso-, fruncí el ceño y lo abrí, viendo un mensaje de Kev.

Kevin
Solo te aviso de que papá está buscándote, date prisa. No puedo cubrirte mucho.

Suspiro, bueno, omití el detalle de decir que Kevin estaba para cubrirme por si papá se daba a salir de su despacho antes de que yo llegase y para que no se enterase, ya que el vigilante de la valla de palacio es amigo mío y me ayudo a salir sin ser visto.

Solo por precaución, claro, claro.

Comenzamos a marcharnos después de ese mensaje con un poco mas de rapidez y caminar hasta palacio sería un camino largo y aburrido si no fuese por la pelirroja que va a mi lado.

A veces agradezco, y esta vez aun mas, que su madre trabaje en palacio.

-Así que... ya no trabajas allí con tu madre -murmuré, tratando de comenzar una conversación. Que aunque llevásemos toda la tarde hablando, ahora se me hacía raro y no se por que.

Anne negó con la cabeza, con la vista al frente.

-No, la verdad es que me apetece aprovechar este verano antes del último año de clases. Y con este mes de trabajo hay dinero suficiente para cubrir un poco, pero ella seguirá trabando allí hasta dentro de mucho, así que todavía no te librarás de mi presencia, Blythe -dijo, mirándome de reojo.

Ver que todo volvía a una suave normalidad me calmo.

-Que desgracia -dramatize, ella rio.

Anne

Es enserio...

No merece mi perdón, tampoco es que hiciera algo que quisiera, se arrepintió, o no se lo espero.

Y ahora estaba viendo como en los noticieros sacaban a la luz que todo era falso, que el principe y Winifred no tienen nada y que lo que paso allí... "Fue un mal entendido, ninguno siente nada por el otro y lo que paso es privado, pero cabe aclarar que yo y Winifred solo tenemos una amistad, nada más."

No debería sentirme tan feliz por eso, de verdad.

Pero si debería tan solo al recordar que dijo que no le importaba la prensa, y vino a aclarármelo a mi primero, ahora, una semana después de lo ocurrido y de nuestras recientes salidas a tomar helado y que las cosas estuvieran bien entre nosotros de nuevo, aclara en público que lo que paso no es lo que parece.

Le importas, estupida.

Trago grueso y apago el televisor para tomar un segundo de tranquilidad, uno solo.

Para seguido tomar mi teléfono y marcar.

-Hola, papá -saludo.

Esta vez no me echaré atrás, y creo que más que nada la adrenalina por ver lo de Gilbert me ha echo darme cuenta de cosas y más que nada de que si el quiere verme, quizá es por que también le importo.











El maratón sigue si deslizas ;)

𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐈𝐍 𝐏𝐀𝐋𝐀𝐂𝐄; 𝗌𝗁𝗂𝗋𝖻𝖾𝗋𝗍 [✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora