Mi dulce pecado (Terminada)

capitulo 43

camila

El primer mes fue el más difícil, la bebé lloraba todo el tiempo y lo peor era que aquel hombre con el que compartía mi vida no soportaba ni siquiera estar en el mismo espacio que nosotras, las agresiones fueron creciendo poco a poco al principio solo eran gritos y palabras ofensivas, pero a medida que pasaba el tiempo el se iba volviendo más violento

- haz que se calle de una maldita vez esa mocosa mina - sus ojos estaban fijos en los míos mientras en sus manos sostenía una de sus puros - no la soporto más - sin decir más ví como se acercaba y sacaba a mi hija de la cuna y la tomaba entre sus brazos

-¿Que estás haciendo ?, Dame a mi hija simon por favor - le dije en tono de suplica mientras sentía como mi respiración se detenía por un segundo

- le voy a enseñar quien manda en esta casa - sus palabras fueron como dagas que atravesaban mi corazón y helaban mi sangre - no te atrevas a detenerme o te puede ir muy mal

- estás loco - grite con todas mis fuerzas - solo tiene dos meses, por favor dámela, te lo suplico, hazme a mi lo que quieras pero a ella no

- deja de ser tan exagerada camila, solo la sacaré un rato a la lluvia - dijo con simpleza mientras camina hacia el jardín con mi hija entre sus brazos, así que con toda la valentía del mundo me acerque a él y me interpuse en su camino - quítate - yo solo negué con la cabeza y me aferre a su cuerpo y fui ahí donde recibí el primer golpe - eres estúpida o que? - su puño fue a parar directamente a mi ojo izquierdo - joder casarme contigo ha Sido la decisión que pude tomar - y fui ahí donde comenzó una lluvia de golpes y patadas en mi cuerpo, no podía pensar, no podía mover, no podía hablar, incluso hasta me costaba respirar pero a pesar que sufriendo no soltaba una sola lágrima,

Con las pocas fuerzas que me quedaban me levanté del suelo tome a mi bebé entre mis brazos y la arrulle contra mi pecho, sentir su calor, su respiración y ver qué estaba a salvó hizo que todo lo que había acabado de vivir valiera la pena

- no dejare que nada malo te pase, siempre te voy a cuidar mi amor, sería capaz de dar hasta mi vida por ti, te amo - llene todo su rostro de besos antes de dejarla nuevamente en su cuna para después disponerme a curar cada una de mis heridas.