capitulo 29

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lauren

Trate de calmarme lo que más quería, quería mostrarme fuerte ante ella, quería que supiera que todo iba a estar bien, quería que confiara en mi, que confiara en nosotras, no podía permitirme que me viera flaquear o notará una pizca de duda en mis ojos, un poco cansada y aturdida aún por la confesión de camila lleve mis manos a mis mejillas tratando de quitar cada rastro que debieron dejar las lágrimas que había derramado hacía un par de minutos atrás, suspiré un poco y fui directo a la cocina prepare el té ya paso firme camine hasta el cuarto.
Y ahí estaba ella hecha un obillo en la cama, su cabeza descansaba en la almohada, podía ver como su pecho subía y bajaba a causa de su respiración

- camzi - la llamé y note como abría lentamente sus párpados permitiéndome ver sus ojos que tanto amaba, me acerque lentamente hasta poder sentarme justo a su lado - puedes levantarte? - le pregunte y ella asintió, cuando ví que estaba lo suficiente cómoda le tendí la taza de té y ella la tomo entre sus manos para después llevarlo a sus labios y darle un pequeño sorbo

- gracias - dijo en medio de un susurró rompiendo el silencio que se había formado hacía más de 15 minutos, yo solo sonreí y pase mis manos sobre mis mejillas tratando de reconfortarla un poco

- no tienes porque agradecerme

- te amo tanto - con sumo cuidado se levantó y paso una de sus piernas sobre mi quedando así sentada en ellas - eres lo más bonito que tengo en mi vida y me aterra la idea de perderte, es que simplemente no podría vivir sin ti - sus manos me daban ligeras caricias desde mis mejillas hasta mis hombros haciéndome sentir cálida, tranquila y amada

- No me vas a perder, ¿Sabes porque? - pregunté y ella negó - porque estoy perdidamente enamorada de ti, quiero pasar mi vida contigo, te amo más que a nada en este mundo, no lo pongas en duda nunca, pase lo que pase recuerda que esto - dije colocando sus manos sobre mi pecho para que sintiera los latidos de mi corazón - te pertenece solo a ti - sin perder más tiempo la bese, fue uno lento dónde podía deleitarme con la suavidad de sus labios y el sabor que tenían ellos

- lolo - se separó un poco de mi - necesito sentirte, por favor - no deje que termine de hablar, sabía muy lo que deseaba porque yo también sintió el mismo, así que la volví a besar, mis manos se posaron en su espalda tantee un poco con mis dedos hasta encontrar el cierre del vestido y bajarlo por completo, con mucho cuidado, como si se tratara de la más delicada porcelana la despoje de su vestido dejándola solo en ropa interior

-eres tan hermosa - dije al mirarla sin reparo, su cabello estaba despeinado, sus mejillas sonrojada, su respiración era rápida algo, sus labios estaban algo hinchados - eres una diosa, mi diosa - la atraje nuevamente a mi y la bese, recorrí su cuerpo con mis manos, disfrute escuchar como gemía mi nombre, disfrute sentirla temblar y rogar que la hiciera correr tantas veces hasta quedar exhausta en mis brazos.

En ese momento jamás creí que esa era la última vez que la vida iba a permitir tenerla así.

Mi dulce pecado (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora