Pico Tres (Pimp Flaco y tú)

Capítulo 32 (ADELANTO)

NARRAS:

Flashback

—¿Podemos irnos, por favor?

—¿No estás bien?

—Me da mal rollo todo esto. Ya te lo dije antes de entrar— tiemblo por completo y Pimp nota el miedo en mis ojos, así que decide tomarme del brazo con fuerza y sacarme del túnel del terror con velocidad. Kinder y Maca nos gritan algo del estilo "miedicas" al salir pero ni él ni yo nos giramos a responderle.

Me aparta a un banco algo escondido en el paseo para darme algo de beber y secarme las lágrimas de los ojos.

—No tienes porqué hacer cosas que no quieres—me regaña—. Te lo dije antes de entrar, que a la mínima me dijeras y...

—Por eso te lo dije.

—Ya llevabas varios gritos—se enseria—. No tienes que hacer nada que no quieras, ni siquiera por Kinder o Maca o por mí...

—¿Crees que soy una cobarde?—niega con la cabeza para abrazarme—. A veces creo que me asusto por estupideces.

—Asustarse es lo más normal del mundo. Te permite saber que estás vivo y que te vas haciendo mayor y madurando—se aleja para mirarme—. Yo le tengo miedo a muchas cosas.

—¿Cómo qué?— Se queda en silencio sin decir palabra alguna cuando unos pasos apresurados llegan a nosotros.

—¿Estáis bien?

—Eso espero hermano—responde Pimp por los dos—. Vamos a comer ¿no?

Fin del flashback

—Ya hemos llegado—me despierto por el susurro de Samuel.

—No he podido dormir—me desperezo—. Más bien fue un mal recuerdo...

—Vaya, lo siento—me besa la frente—. A la noche descansas. Ahora a descargar.

Voy a protestar cuando mis ojos caen en la casa. Es enorme, debe haber al menos una habitación para cada uno.

Es una casa grande de piedra con tejado de ladrillos y con grandes árboles y enredaderas alrededor de esta.

Tiene unas ventanas e incluso algunas luces exteriores en forma de farolillos sobre estas. Al bajar las cosas del coche y verlo más de cerca se hace una casa un más grande y bonita.

NARRA PIMP:

Flashback

La ansiedad hace que me levante sudoroso y busque por la cama algo a lo que aferrarme.

Las lágrimas comienzan a salir de mis ojos sin esperarlas mientras un gran dolor de cabeza que me aturde no me permite levantarme a buscarla.

—¿___?—Susurro sin mucha esperanza.

La figura aparece casi de forma inmediata, con la linterna del móvil entre sus manos y una expresión de interrogación bastante peculiar.

—¿Te ha vuelto a pasar, no?— Se sienta a mi lado para besar mi frente y abrazarme—. No te vas a morir.

—No soy yo—le confieso con un hilo de voz—. Eres tú.

—Dani, no prevées mi muerte. Estás cansadísimo del concierto y llevas mucha fatiga y sueñas con mi muerte porque es una pesadilla más y...

—No—le interrumpo—, siento que te vas a morir y no quiero seguir viviendo con esa sensación y...

—Shhh—me calma acariciando mi cabeza—, no me voy a ir a ninguna parte... No me voy a morir: no te vas a suicidar por eso...

—Pero...

—No vas a cargar con ese dolor...

Fin del flashback

—¡Hermano!— Chasquea sus dedos justo delante de mis ojos para fruncir su ceño—. Llevo llamándote un rato ¿estás?

—Ya han llegado—habla Carmen con tono lúgubre. Alcanzo a ver cómo Kinder se aparta de mi campo de visión y tres figuras masculinas y una femenina aparecen en mi campo de visión.

—Hola—suspira.

~Ese simple "hola" me ha destruido~

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