La Leyenda Del Super Saiyajin Dios (Multicrossover)(Pausada)

Capitulo 1

En el planeta Sadala conviven las razas de los saiyajins, tsufurus y cerelianos. Todos ellos son gobernados por un Rey cuando Odin lea sugirio hacerlo, y el elegido fue el antepasado de y ahora es Bardock el gobernante, quien es un saiyajin quien es alguien muy fuerte y con una mentalidad y capacidad que ningún otro saiyajin posee además es alguien que se preocupa por el bien de Sadala.

Hace unos años nació Kakaroto, su hijo menor, pero lo que le causó conmoción fue el hecho de que su rastreador no podía identificar su poder de pelea, los científicos pensaban que había algo mal en su hijo y que el jamás podría luchar en ayuda hacia los demás, pero Bardock no creía que fuera eso, sino que tenía una corazonada de que su hijo cambiaría el mundo.

El tiempo pasó y fueron bendecidos con una hija, a quien nombraron Yue y es un año menor que Kakaroto quien ahora con tres años saldría de la cápsula y se mantuvo con su familia. A partir de aquel entonces el niño sentiría atracción por los combates, al igual que Raditz y Yue, quién salió al cumplir los tres años de edad y se volvió inseparable de Kakaroto. Algo que se veía muy amenudo en el planeta eran los combates, ya que los saiyajins son una raza guerrera y mientras más pelean más fuertes se vuelven, así surgieron varios torneos dónde el ganador recibía una buena suma de dinero.

A veces Thor solía ir de visita junto a Sylvie ya que les agradaba ver las luchas e incluso el dios del trueno también suele participar para divertirse un rato, aunque nunca fue derrotado.

Años después, un día Kakaroto ahora con seis años al querer imitar algo que había visto, causó la destrucción de su cuarto al lanzar una bola de energía de su mano, desde entonces se le intentó enseñar y fue su padre quien lo haría. Pero, un día ocurriría un acontecimiento que cambiaría la vida de todos.....

Era de noche, en la mansión del Rey Bardock acababan de cenar, Gine se iría a duchar mientras las sirvientas lavaban los trastes, y Bardock contaría historias de Combates que tuvo a sus hijos Raditz, Kakaroto y Yue cuando el timbre sonaría, cosa que les llamaría la atención, pues, no esperaban a nadie.

Una de las sirvientas fue a atender y se sorprendería al ver a una niña de alrededor de siete-ocho años. "- buenas noches jovencita, desea algo? "- le preguntaría la sirvienta amablemente.

La niña le asentiria con una pequeña sonrisa y luego entro a la mansión, dónde vería a un niño de cabello puntiagudos quién era idéntico a su padre, pero con una pequeña diferencia, poseia el ki de los dioses.

Que hace una niña a esta hora? "- preguntaría Bardock buscando respuesta en la sirvienta que abrió la puerta, pero no encontraria respuesta, mientras tanto Kakaroto y la niña cruzaron miradas por unos segundos y luego sonrieron.

Cof, cof... Disculpe mis modales, me llamo Miu y soy la diosa de la destrucción "- respondería la niña con una bella sonrisa.

La diosa de la destrucción!!! "- exclamarian los adultos allí presentes, pues todos eran conscientes de aquella deidad quien es el ser supremo del universo, pero estaban asombrados de que sea una niña.

Flashback....

Hace un año.

Diana estaba caminando de un lado a otro en el jardín, mientras que Whis entrenaba a Miu, aún estaba inquieta sobre aquella premonición, le molestaba el hecho de que el destino de su hija ya estuviese escrito.

Luego de varios minutos se quedó quieta y observó unos minutos a su hija, y no podía evitar sonreir, era hermosa, inteligente, amable y alguien madura a pesar de su corta edad, estaba muy orgullosa de su hija. Al verla esquivando fácilmente los ataques de Whis, Diana empezaba a aceptar que su hija podría traer cambios en un futuro, después de todo dominar la parte defensiva del Ultra instinto no era algo sencillo de hacer, incluso a ella le costó algunos meses lograrlo y su hija lo había logrado en unas semanas.