Capítulo 4

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–¿Puedo ayudarte?– dice levantando las cejas.

Realmente increíble. No solo tengo a Sean a menos de un metro, sino que me está hablando. Y me avergüenza admitir que lo conozco más de lo que él cree. Lo había buscado por Internet y las redes sociales más de una vez al día, por lo que podría ser una acosadora después de todo. Aun así, hace un par de meses que no sube publicaciones, por lo que las redes dejaron de ser un medio para conocerlo y dicho de otra forma, espiarlo.

Sin embargo, veo sus ojos verdes en persona por primera vez. Contrastan con su cabello castaño, que lleva más corto de lo que recuerdo haber visto en las fotos. Es un poco más alto que y tengo que decir que un chico lindo. Bueno, no es exactamente lindo. Es más que eso. Tanto, que resulta injusto que el resto de los mortales caminemos por el mundo con personas como él, que con su apariencia nos humillan constantemente.

–¿Vas a seguir mirándome como si no hubieras comido o me dirás que necesitas?– pregunta sacándome de mi bloqueo mental.

–Si, em, soy Kat la compañera de habitación de Emily y vengo a buscar sus apuntes de álgebra– digo más insegura de lo que pretendo. Nunca me ha molestado mi falta de habilidades sociales porque no me importa relacionarme con la gente, pero definitivamente no pensé que tartamudearía de esta manera.

Porque no solo es un chico lindo. Es él. Y no caigo. No se que tan preparada estoy, que tan bien voy a actuar para no cagarla.

–¿Emily? ¿Tengo cara de chica o qué?– pregunta sarcásticamente. No solo es egocéntrico sino también maleducado, me encanta (nótese la ironía).

–¿Sabes hablar con afirmaciones o solo vas a hacerme preguntas?– digo, intentando hablar con el mismo tono que él para ocultar mis nervios.

–No– dice borrando la sonrisita –no sé a quién estas buscando pero de seguro no soy esa persona– dice irritado, mientras sumo "mal temperamento" a la lista de la increíble personalidad de Sean Braxton. Para mi suerte yo tampoco soy muy paciente, y mucho menos luego no haber comido desde el mediodía.

–Mi amiga Emily, me pidió que buscara a su compañera para que le devuelva unos apuntes. Y me pasó esta dirección. Así que si fuera tú, reviso si tengo a alguien escondida debajo de la cama para que me dé lo que vine a buscar y así pueda irme– . Quien hubiera creído que sería tan irritable con la persona que me trajo a esta universidad. Aunque claro, las circunstancias se presentaron de esta forma... inesperada. Porque estoy segura de que no me sentiría desconcentrada si estuviera vestido. Y así señores, mis pensamientos regresaron a su físico, ¡aplausos para Kat y las hormonas que no puede controlar por más de cinco minutos!

–Mira amiguita– se detiene para observarme– no soy alguien a quien le den órdenes y mucho menos en mi casa, ¿está claro? Aquí no hay ninguna..– se detiene y parece estar reconsiderando lo que está diciendo –Creo que ya se de quien hablas, pero no vive aquí, hemos tenido un encuentro.. casual.

Encuentro casual, simplemente genial. No solo vengo a hacerme la sarcástica en su casa sino que interrumpo su "encuentro casual". Kat la hormonal no es nada comparado con la Kat inoportuna claramente.

–Oh por Dios. Yo.. yo recogeré las cosas y luego me iré.– digo pareciendo más a un perrito asustado que una leona luchadora. Estoy haciendo analogías con animales. ¿Qué me está pasando? Yo tengo carácter. O por lo menos lo tenía antes de saber que él vivía aquí y que estaba "ocupado".

–Le diré a Jen que me de los apuntes, ya los traigo. Vuelvo en un segundo. Puedes pasar si quieres.– Regresa a lo que supongo que es el lugar donde está la compañera de Emily.

¿Hasta dónde llegarás?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora