"Love or desire"

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- La Habana (7:00 pm).

Un día más de soledad y angustia en casa, pensando en el chico que me atormenta día a dia. (Se que es un cliché, pero en realidad es así) Gabriel 20 años, mide 1.80, rubio, ojos azules y penetrantes, una boca que invita al pecado, ese rostro angelical es acompañado de un cuerpazo bien marcado por el gym, súper inteligente y con mucho sentido del humor...
Todos los días escribimos por WhatsApp, pero en plan "hermanos", nos conocíamos de toda la vida, aunque en el fondo yo quería que pasara algo más.

Me entra un mensaje:
- Podemos ir a tomar algo, acabo de discutir con mi novia, creo que la voy a dejar...(Era lo que más deseaba, al momento le respondi)
- Claro, estoy para lo que necesites, a que hora me pasas a buscar.
‐A las 9 p.m. estoy en tu casa.

Comienzo a prepararme , a esa hora no sabia que ponerme, que dilema el mío, solo faltaba 30 minutos para que llegara, al final me puse lo 1ro que vi.
Salgo al balcón a fumar para esperar a que llegara, en ese momento lo veo, tenía la cabeza baja y mirada perdida. Cuando lo tenía frente a mí me da un fuerte abrazo que duró al menos 5 minutos, para mi era la gloria. Nos fuimos a un bar que frecuentamos a menudo, pedimos unas cervezas y comenzamos a hablar, me contó que había revisado el cell de su novia y estaba manteniendo una conversación muy cachonda con un chico, y discutieron feo, que recogió sus cosas y fue para su casa. Tratando de levantar su ánimo le digo para ir a bailar, pero en el estado que estaba decido llevarlo a su casa y me dice si podía dormir esta noche en mi casa porque no quería estar solo.
Con mucho trabajo, por su estado de embriaguez al fin llegamos, le preparo el baño para que se duche así se refresca un poco, lo ayudo a quitarse la ropa, cuando queda desnudo comienzo a temblar, me quedo viendo ese cuerpo tallado por los dioses y un miembro que jamás pensé que fuese así, una delicia, por lo menos le media unos 17 cm sin erección y gruesa, ayudándolo a entrar en la bañera, resbalamos y caí encima de él, nos quedamos mirándonos a los ojos por unos segundos cuando de momento me da el mejor beso de mi vida, intenso y apasionado, probar esos labios carnosos y suaves, acompañado de una lengua juguetona y unas caricias que me llevaron al cielo.
Disculpen pero les he omitido un dato importante, me llamo Andrés, tengo 21 años, soy delgado, mido 1.70, tengo ojos negros, todos dicen que tengo un rostro hermoso y a menudo me confunden con una mujer, del tamaño de mi pene no puedo quejarme 18 cm en estado de erección. Jamás pensé que fuese a pasar esto, ya que Gabriel es hetero aunque muy abierto de mente, seguimos con la historia....

Después de un rato besándonos, decido meterlo a la ducha, pero ahora estábamos los dos desnudos, comienzo a bañarlo pero no nos resistimos y nos besamos nuevamente esta vez con desespero y lujuria, nos acariciamos, pasaba mi mano por su espalda, el pecho y fui bajando hasta llegar a su pene que estaba a punto de estallar, el suelta un leve gemido, comienzo a masturbarlo suavemente mientras seguíamos basándonos, al rato el me toma por los hombros indicando lo que quería (bueno lo que queríamos) fui bajando dando besos y pasando la lengua por su pecho me detuve en sus pesones que estaban endurecidos, luego seguí mi camino hasta llegar a ese miembro que tanto reclamaba amor.
Paso la lengua por su capullo y luego por todo el tronco, me la introduje lo más que podía y suelta un fuerte gemido, me agarra la cabeza y me empieza a follar la boca a lo bestia, fuertes embestidas que llevaba hasta la garganta, en eso estuvimos unos cuantos minutos, decido llevarlo al dormitorio, ahora era yo quien marcaba el ritmo, lo empujó hacia la cama y continuo con la mamada, le pasaba la lengua a los huevos, me daba golpecitos en la cara lo miraba a los ojos con cara de morbo. En un momento nos pusimos en 69, él comienza a preparar mi culito que es bien estrecho por cierto, y me pasaba la lengua, la introducía, me mordía suavemente las nalgas y me daba azotes eso provocaba que empezara a gemir como una fiera, me metió un dedo, luego dos, en ese momento llegué al paraíso, cuando estaba bien dilatado me pide un condón, decido ponérselo yo, se lo colocó y se lo pongo con la boca, eso le encantó porque me miró y se sonrió jamás pensó lo zorra que era, me puso a cuatro patas, me escupió y empezó a pasarme su pene por todo el culo, comienzo a moverme ansioso que me lo acabara de meter y me dice:
- Veo que estás desesperado por meterte todo mi rabo...
- Le respondí: acaba de una puta vez, que esto lo estaba esperando toda la vida.
De repente me la metió de golpe, hasta que sus huevos tocaron mis nalgas, solte un grito que eso lo volvió más loco.
- Me dijo: Ahora vamos a ver lo puta que eres, esas palabras y su cara de morbo, me excitaba mucho, hasta el punto que el dolor que sentía poco a poco se iba.
Comenzó un mete y saca duro, me agarraba por las caderas, el pelo, me daba suaves golpes en las nalgas, el sonido de las embestidas y nuestros gemido retumbaba en toda la habitación. Estuvimos un buen tiempo en esa posición hasta que decido que era mi turno de darle una dosis de mi locura. Lo pongo boca arriba, le doy un beso en lo que me la vuelvo a meter y comienzo a cabalgar como si no hubiera un mañana, su rostro reflejaba la felicidad en todo su esplendor ligado a morbo y excitación, le daba unos movimientos suaves, ponía cara sexy y lujuriosa, le tocaba el pecho, le pellizcaba los pezones, le acariciaba los labios y le daba suaves golpes en la cara eso le encantaba, estábamos en una batalla de titanes, la lucha por la supremacía, mis movimientos los llevaban al borde de la locura.
Luego me separo y me puso contra la pared, me dio un beso y me dijo que era mi hora de sentir placer, bajo y empezó una mamada que jamás pensé que iba hacerlo, que delicia de boca, el muy cabron para ser hetero lo hacía con maestría, me introdujo un dedo, eso me pone a mil, al rato coge y me vira pegando mi cara en la pared y me la mete nuevamente de golpe, follandome a un ritmo acelerado y duro, cuando estaba a punto de venirse, me dijo que donde quería que me la echara, le comenté que en la boca, me pone de rodillas y se comienza masturbarse, saco la lengua para esperar ese jugo delicioso que tanto deseaba, comienzan a caer chorros de semen en la cara, boca, en el pecho, le cojo el rabo y se lo limpió bien.
Nos vamos a duchar y nos acostamos abrazados me dio un beso y nos dormimos, al día siguiente le preparo el desayuno y se lo llevo a la cama con pena, a pesar que lo deseaba tanto era mi mejor amigo.
El me sonríe y me da las gracias por mi gran ayuda, que todo esto quería repetirlo, jamás habla pensado que podría gustarle tener sexo con un hombre.
Al paso de los días repetimos pero esta vez experimentamos cosas nuevas, era yo quien le quitaba la virginidad a ese culito. Pero ya eso es otra historia, lo que si les puedo asegurar es que somos parejas y llevamos 4 años juntos...

"Sexual Freedom"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora