°Cap. 16°

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Marinette estaba a pocos pasos de llegar a su habitación, y se preguntaba si había hecho lo correcto o si hubiese sido mejor dejar las cosas como estaban, talvez solo debió aclararle que no se casaría y lo mejor hubiera sido seguir guardando en secreto sus sentimientos, ahora cada vez que lo viera existiría la incomodidad, Adrien había sido claro, ya no la amaba y no tenía caso haberle revelado lo que sentía por él. Marinette estaba parada frente a la puerta de su habitación cuando se percató que había perdido su llave

— ¿Dónde rayos pude haberla dejado? —se preguntaba intentando recordar dónde la había puesto— La dejé en la habitación de Adrien —dijo y suspiró cansada— Ya no quería verlo, pero necesito mi llave —dijo y se giró para volver a dirigir sus pasos hacia la habitación del rubio, al estar frente a la puerta, toco—

— Marinette!

— Vine por... —el rubio tomo el rostro de la chica entre sus manos y la atrajo a él uniendo sus labios en beso, luego se separan— ¿a qué se debió eso?

— Pasa Marinette —dijo el chico tomándola de la mano— Marinette te amo!

— Pero hace unos momentos me dijiste que...

— Menti, te amo más que nunca, me hace feliz saber que todo lo de la boda era un mal entendido y que no te he perdido, no sabes lo triste que estaba al imaginar que estarías con otro

— Sí claro muy triste —dijo cruzándose de brazos—

— Y el sarcasmo por qué

— Porque acabo de recordar que tú tienes una relación con Diana, se la pasan encerrados en la oficina haciendo quien sabe qué —dijo con un tono de molestia—

— Estas celosa

— No. Y no me cambies el tema

— Te ves hermosa celosa

— Solo vine por mi llave —dijo y la agarro para después caminar hacia la puerta—

— No te vas a ir —la toma de la mano— Vamos hablar. Escucha entre Diana y yo no hay nada

— Si claro, y el beso que le diste ¡qué!

— Un simple impulso, la verdad es que si quise estar con ella para acabar con lo que siento por ti, pero no pude, te amo demasiado como para estar con otra, además Diana es buenísima para las matemáticas y ella me ayudaba con algunas cosas, porque mi orgullo era más grande como para pedirte ayuda a ti. Pero entre ella y yo jamás pasó nada, ni con ella ni con nadie. Te lo prometo ¿me crees verdad?

— No lo se... —dijo la azabache y el rubio cambio su semblante a uno triste— Es broma. Si te creo

— De verdad?

— Si. Te amo Adrien —dijo y se acercó a él y lo beso—

Él correspondió enseguida aquel beso, todo estaba claro entre ambos, la tomó de la cintura para pegarla más a él, ella colocó sus brazos alrededor del cuello del chico, el rubio rompió el beso y viéndola directo a los ojos dijo TE AMO recibiendo una sonrisa por parte de la azabache, volvieron a unir sus labios que encajaban a la perfección. La tomó en brazos cual princesa, la llevó y la recostó suavemente sobre la cama, quedando él sobre ella, él empezó a besarle el cuello y ella acariciaba su espalda por debajo de su camisa, que luego se volvió un estorbo, pocos segundos después ella se deshizo de la prenda, dejando al descubierto su abdomen marcado, él no se quedaría atrás y empezó a bajar el cierre del vestido que cubría el escultural cuerpo de la chica, ella enrredaba los dedos en sus cabellos rubios, mientras el repartía besos por todo su cuerpo. De un momento a otro entrelazaron sus manos, entre ellos estaban presentes caricias y besos llenos de amor y pasión, que dieron lugar a que pasara algo más. (Ya imaginarán qué 😏)

♡ℙ𝔸𝔻ℝ𝔼 𝕊𝕆𝕃𝕋𝔼ℝ𝕆♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora