•Cap. 24•

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Adrien y su hijo ya habían salido de la heladería, el niño esperaba en el interior del auto a su que su padre subiera, pero el grito de un mesero detuvo al rubio

— ¡SEÑOR! Espere —grito el mesero para evitar que subiera al auto y se marchará—

— ¿Si? —preguntó seriamente Adrien mientras se giraba—

— Sus helados, cuando vi que se marchaban decidí empacarlos para llevar —dijo el hombre mientras le entregaba una bolsa con los helados—

Adrien no quería llevarse los helados seguía pensando que Hugo no se los merecía, pero tampoco quería cometer una grosería y mucho menos desquitar su enfado con este pobre hombre que solo estaba cumpliendo con su trabajo.

— Muchas gracias —el rubio dio un vistazo a la factura y luego sacó su billetera, y le entrego unos billetes al joven para pagar los helados—

— Espere un momento, en seguida le traigo su cambio

— Quedate con el, será tu propina

— ¿Esta seguro señor?

— Sí

— Gracias señor, que tenga un buen día

— Igualmente —dijo el rubio y subió su auto para después marcharse—

Adrien esperaba a que el semáforo cambiara a verde y mientras esto sucedía tomó su celular y marcó el número de Marinette pero ella no respondió.

— Papá —dijo tímidamente el pequeño—

— ¿Sí Hugo? —preguntó con seriedad—

— ¿Sigues enojado?

— Te portaste muy mal Hugo y trataste de una manera muy grosera a Marinette, ella no merece que trates así, y necesito que me digas la verdad, quien te puso en contra de Marinette

— Nadie papá, solo quiero que estemos juntos los dos... y también quiero a que mi mamá regrese a nuestro lado

— Eso no va a pasar Hugo. Si tu madre llegara a regresar, podrás conocerla, yo no me opondré. Pero entre ella y yo nunca volverá a existir absolutamente nada. Ahora estoy enamorado de Marinette y es con ella con quien quiero estar —dijo mientras pisaba el acelerador para continuar con su camino—

— Papá ¿porque mi mamá y tú ya no están juntos?

Adrien sabía que esa pregunta algún día llegaría pero aún no estaba preparado para responderla. Como darle una respuesta sin hablar mal de su madre. Algunas veces atrás se habían presentado preguntas similares, que él había sido capaz de responder. Adrien sabía que no podía decirle la verdad era muy pequeño como para comprenderlo. Así que empezó a formular una respuesta que despejara la duda de su hijo.

— Bueno... lo que pasa... es que... tu madre y yo no nos llevábamos muy bien y decidimos que lo mejor era separarnos, luego ella decidió irse de viaje

— ¿Y porque no me llama? ¿Porque no me busca? ¿Acaso no me quiere?

— Seguramente tuvo algunas complicaciones, perdimos contacto yo cambie el teléfono porque que el que teníamos se averió y junto con el teléfono el número y también cambié mi celular, poco a poco perdimos contacto. Pero estoy completamente seguro que tu mamá te ama tanto, como te amo yo.

— Tu crees papi

— Claro que si Campeón.

— ¿Y tú no la quieres papá?

— No

— Bien, pero sigo sin aceptar a Marinette como parte de nuestra familia

— No empecemos otra vez Hugo. Mejor guarda silencio estamos por llegar.

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