♡ℙ𝔸𝔻ℝ𝔼 𝕊𝕆𝕃𝕋𝔼ℝ𝕆♡

•Cap. 35•

La mañana siguiente, Marinette llegó a la empresa, pero está vez no se había encontrado con Adrien, caminó hasta su oficina y al abrir la puerta se encontró con un hermoso arreglo floral, eran unas bellas rosas rojas, una sonrisa se dibujó al instante en su rostro mientras veía esas bellas flores. Junto a  estas se encontraba una tarjeta que decía:
"Te amo con todas las fuerzas de mi corazón.
Adrien"

— También te amo Adrien. Podré confiar de nuevo en ti —decia con la tarjeta en la mano—

Cada mañana un nuevo arreglo se encontraba sobre el escritorio de ella. El viernes llego y Marinette tenía la ilusión de ver un arreglo nuevo sobre su escritorio, eso le alegraba el día, está vez no había nada, ella se entristeció, Adrien quizás se había cansado, tal vez él ya no quería seguir intentándolo y la culpa era únicamente de ella, por orgullosa había perdido al amor de su vida, necesitaba verlo, hablar con él, en toda la semana no se habían visto, quizá él estaba evitandola, cuando estaba por salir para buscarlo alguien tocó la puerta

— Adelante

— Hola, ¿podemos hablar?

— Si Adrien pasa

— Félix

— ¿Qué?...

— Mi nombre es Félix

— ¡Qué clase de broma es esta!

— Calmate, soy Félix el hermano gemelo de Adrien y vine a explicarte está fotografía —dijo mostrando la imagen— Escúchame, ¿si?

— Está bien, siéntate por favor —el chico obedeció y tomo asiento frente a ella—

Félix le explicó todo lo ocurrido el día que aquella foto había llegado al poder de la joven azabache

— Entonces todo fue un mal entendido

— Si cuñada

— Y Adrien donde está, tengo que hablar con él

— Él aún no llega, está en su departamento, supongo

— Iré a verlo, gracias Félix

— Nada que agradecer cuñada —ella sonrió y se marchó—

° Mientras tanto en el departamento de Adrien °

— Bueno —contestó el rubio el teléfono—

— Hermano cómo estás

— Ya estoy mucho mejor gracias

— Que te dijo el médico

— Que tengo un fractura en el dedo, dijo que no era nada grave y me puso una tablilla, y me recetó un medicamento, es todo, de hecho voy en camino a la oficina

— Que bueno que no era nada de gravedad, pero no vengas

— ¿Por qué no?

— Ya hablé con Marinette y está dispuesta hablar contigo, y fue para allá

— ¿Le dijiste sobre la sorpresa?

— Claro que no, eso se lo dices tú, por cierto, Plagga y Nino, dijeron que todo estaba listo

— Excelente —tocan la puerta— Ya llegó, te llamo luego

— Ok, nos vemos —fin de la llemada—

—Adrien abrió la puerta con mucha emoción— Mi am... ¿Tú? ¿qué haces aquí?

— Quiero hablar contigo, después de tanto pensarlo me decidí

— Estoy esperando a alguien. No puedo atenderte

— Seré breve, lo prometo, Adrien por favor