•Cap. 44•

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• Dos meses después •

— Oye está hermoso el vestido —dijo la morena mientras veía la prenda—

— Si, Gabriel insistió en diseñarlo y confeccionarlo.

— Ya es mañana, no estás emocionada —dijo la castaña, sentada frente al escritorio de la oji-azul—

— Si! Mucho, pero también estoy nerviosa —dijo la azabache mientras guardaba su vestido en una caja blanca—

— ¿Y en esa, qué hay? —preguntó la morena, señalando una caja mediana forrada de verde y adornada con un moño azul—

— Es un regalo para Adrien, se lo daré mañana, durante nuestro viaje de bodas

— Y puedo preguntar que es

— Sí, pero no puedes decirselo a nadie. Al menos no todavía

— Ok. Prometido amiga, ahora dime, que muero de la curiosidad

— Sabes qué... mejor no te diré nada, tendrás que esperar a que regrese

— Marinette, no puedes dejarme con la intriga

— Si puedo

— Marinette mira lo que pedí por internet para tu bebé —decía la pelirroja mientras entraba a la oficina sin despegar la vista de su celular—

— ¡Tikki! —regañó la azabache— no lo digas tan alto

— Perdón

— ¡¿Vas a ser mamá?! —preguntó sorprendida la morena mientras se levantaba lentamente de la silla—

— Sí, pero Adrien aún no lo sabe. Este será su regalo de bodas

— Hay amiga, muchas felicidades —dijo abrazándola— que emoción.

— Gracias Alya. Quiero ver qué le pediste Tikki

— Si Claro, mira ¿no es lindo? —dijo mostrándole una fotografía en su celular—

— Está muy lindo, pero aún no sabemos si será niña.

— Yo estoy segura de que será niña

— Así ¿y por qué tanta seguridad?

— No lo sé, solo quiero tener una sobrinita

— No te hagas ilusiones, aún no sabemos que será

— De igual forma lo pedí llega en dos días. La esperanza es lo último que se pierde

— Gracias hermana —dijo la abrazó—

— También quiero unirme al abrazo —mencionó la morena, mientras se incorporaba al abrazo—

De pronto la puerta de la oficina se abrió un pequeño de cabellos dorados entro

— Marinette! —dijo mientras se acercaba con los brazos abiertos para abrazarla—

— Hola cariño —saludó la de mirada cielo mientras se ponía de cuclillas para recibirlo en sus brazos— ¿Quién te trajo?

— Papi, él fue por mi al colegio y le dije que me trajera aquí para verte

— ¿Y tus abuelitos saben que estás aquí?

— Sí, papi les llamo de camino para acá

— Muy bien. ¿Y tu papi?

— Dijo que luego vendería, es mejor así porque necesito hablar contigo seriamente —dijo el pequeño—

— Muy bien joven Agreste, te escucho —dijo mientras se sentaba y sentaba al niño en sus piernas—

♡ℙ𝔸𝔻ℝ𝔼 𝕊𝕆𝕃𝕋𝔼ℝ𝕆♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora