Mordiendo a Simple Vista

Capítulo Siete

-¿No deberías llamar a Mick?

-¿Huh? - levanto la vista sin dejar de lavar sus dientes y encontró sus ojos en el espejo-. ¿Por qué? ¡Oye, tienes reflejo!

-¡Por supuesto que tengo! -dijo Ava impaciente-. ¿Hiciste arreglos para tus mascotas antes de que saliéramos?

-Sí, dejé a Gladiador con Tommy... "el loco por los perros" y su madre dijo que estaba bien. Él y Rusher puede comer basura juntos.

-Espero que hables de Gladiador y Rusher, -dijo Ava, sonriendo burlonamente. Se acercó y la besó entre los omóplatos. Sara se estremeció, luego término de lavar su dientes

-Sigue con eso -dijo-, y pronto tendrás mucho que hacer entre manos.

-Peligrosa idea. -La besó otra vez, en broma, luego preguntó- ¿Y los gatos?

-¿Los gatos? - Que raro. Era una mujer inteligente, pero parecía tener problemas para conversar después de esa noche-. Sí Sara, tus gatos.

-Claro. Ellos, uh, en realidad no... quiero decir, aparecen, y yo los alimento... -Captó su expresión en el espejo-. volveré a llamar a Mick -añadió apresuradamente, luego se limpió la boca con una toalla. Ava la siguió al otro cuarto y la observó llamar por teléfono.

-Es mucho más barato usar mi teléfono móvil -comentó ella.

-Eh, tú eres la que pone la pasta.

-Solamente porque la tenga, eso no quiere que tenga que malgastarla.

-¡Demonios! ¿Son todos los vampiros tan quejicas? - Ava casi se rió, pero logró seguir pareciendo severa. -¿Sí, Mick? Soy yo, Sara... sí, escucha, ¿te importaría vigilar mi casa unos días? Si, los gatos casi se cuidan solos... mantienen baja la población de ratones en el granero así que no te preocupes por alimentarlos, y hay agua dulce sobre la bomba, pero sólo... échales un vistazo... uh, todos los días, más o menos. ¿No te importa? Si, volveré... ¿qué? No, Ava y yo no nos hemos fugado juntas. Es decir, si, pero volveremos... ¿bien? -Arqueó las cejas hacía ella-. ¿Volveremos? Si, está asintiendo con la cabeza... uh huh. No es asunto tuyo, y gracias por cuidar a los gatos. -Colgó el teléfono-. Ya está, ¿Puedo continuar mi aseo bucal ahora? Me falta el hilo dental

-Sí, por favor -dijo ella, todavía intentando no reírse. Embarrass era un pueblo pequeño; podía imaginar la tormenta de rumores que se había desencadenado cuando ella y Sara habían desaparecido juntas. Sara murmuró algo cuando pasó cerca, pero ni siquiera su oído de vampiro lo captó. Sonó algo así como "¡chismosos!". Tales cosas, al parecer, no cambian con los siglos.

***

-Simplemente no creo...

-Voy a ir.

-Pero no estoy segura que te des cuenta...

-Voy a ir.

-Pero no es necesario que tú...

-Ava.

-Pero...

-Ava. - Se derrumbó contra el asiento y suspiró, algo que no hacía a menudo. Era imposible. Implacable. Había olvidado lo extrañamente protectoras que se ponían las parejas después de un pequeño bombeo de caderas. Lo último que necesitaba era llevar una oveja a la biblioteca; Rhea era un poco delicada para esas cosas. La bibliotecaria jefa era tan vieja, y tan infinitamente astuta, que la mayor parte de la gente parecían idiotas babeantes en comparación.