CAPÍTULO 1

2.9K 129 11
                                    

Al pie de una montaña cerca de una pequeña ciudad, se encontraba una simple casa tradicional japonesa, pero en la cual se decía que la habitaba un hermoso Omega.

Este era Megumi Fushiguro, no se le podía negar aquel título, tenía una piel casi tan blanca como la nieve y unos labios y mejillas rosadas, unos hermosos ojos color mar, sus cabellos de azabache eran tan negros como la noche, y su pequeña y delgada cintura solo hacían que este se viera aún mejor.

En la habitación de este se encontraba Shoko Ieri que aparte de ser su servidora, también era una de sus mejores amigas desde que su familia la había contratado, la Omega se encontraba alistando a Megumi desde ya largo rato, a este no le molestaba pero casi todo su cuerpo se encontraba entumecido por haberse encontrado por tanto tiempo en solo una posición, y el frío penetrante del invierno le erizaba toda la piel, pero poco le importaba porque era algo rutinario desde hace ya años, al pasar unos cinco minutos más el frio que sentía era algo evidente.

-sus mejillas estaban coloradas por el frío impregnandose en toda su piel, estaba agotado, había despertado muy temprano aquel día- Shoko me duele todo el cuerpo ¿Te falta mucho aún? -suspiró tanto como si nunca lo hubiese hecho.

-su fiel cuidadora desde su infancia, le había reprochado por casi arruinar todo su esfuerzo al moverse, se dispuso a levantar la tela que cubría el espejo que estaba frente a ellos, quería ver la reacción en su rostro al ver el resultado, a la castaña le fascino el resultado obtenido, pero al fijarse en el azabache este tenia una expresión seria, una vena se formo en su rostro, a veces le molestaba que siempre fuese tan inexpresivo con todos- Aún falta tu cabello pero eso se arreglará ahora mismo, por cierto, como sigue la salud de tu hermana Megumi?- la castaña tomo sus oscuros mechones del Omega y se dispuso a acomodar lo mejor posible sus cabellos tan suaves, aunque como se veían era otra historia, a veces los comparaba con los pelos de las escobas.

-Tsumiki no ha mostrado mejoras demasiado notables, pero supongo que estará bien- una expresión triste comenzaba a formarse en su fino rostro, su hermana era muy importante para el, su salud era deplorable, ningún médico que contrataban sabía lo que le ocurría, solo les recetaban algunas pastillas.

Un silencio inundó el lugar, se sintió mal al por preguntarle aquello, su familia pasaba por un mal momento, quiso que la tierra la tragase allí mismo, el clan Fushiguro los había hechado porque decían que su familia era una carga para el resto. Pasaron por varias cosas antes de llegar al lugar que se encontraban ahora.

La puerta del dormitorio fue abierta, ambos omegas giraron a ver de quien se trataba, era Rika Orimono, una pequeña niña que rescataron de las frías calles, según lo que la niña les menciono, su familia la abandonó por ser demasiado pobres como para seguir manteniendo a alguien más, era muy gentil con todos, llegó para informarles de que Tsumiki empeoró de la nada y se encontraba solo a una brecha de morir.

Rápidamente fueron el lugar, dejando aún lado todas las cosas, cuando llegaron apenas se sentía su respiración, se encontraba demasiada débil pero logro girar a ver a su hermanito, casi estaba al borde de las lágrimas.

-Megumi, no llores- habló débilmente, el azabache se acerco hasta su hermana, se aguanto las lágrimas por su petición. Como pudo, llevó su mano hasta la mejilla del omega para acariciarla levemente con las últimas fuerzas que le quedaban.

Su madre llegó al lugar entré lágrimas y cuando vio la escena, su corazón se destrozo en mil pedazos al ver a su hija en ese estado.

-Los quiero tanto a todos ustedes....me hace tan feliz poder verlos por ultima vez

-¡Tsumiki no digas eso! -su madre hablo con la voz quebrada, le doleria demasiado perder a su hija, que, comenzó a perder todo su brillo desde que apenas era una pequeña niña, su sonrisa que tanto la caracterizaba, desapareció por completo ya hace varios meses cuando su enfermedad empeoró.

A tu lado [Sukufushi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora