A tu lado [Sukufushi]

CAPÍTULO 6

—Todo comenzó hace algunos años atrás, cuando el padre de Sukuna era el Emperador, tal vez él en ese entonces apenas tenía algunos diez o quizás once años, el emperador se había vuelto un mujeriego de lo peor cuando su esposa, la madre de Sukuna murió, todos los días, cientos de omegas venían cada semana para acostarse con el, sin siquiera importarle las consecuencias de sus actos. Sukuna-sama se puso muy triste desde allí, lloraba todos los días, su madre siempre fue lo más importante para él al igual que su padre, pero cambió drásticamente luego de su muerte.

Si alguno de los omegas con los cuales se acostaba llegaba a quedar en cinta, inmensamente luego de tener a su hijo le cortaba la garganta al bebé y a la madre para matarlo, era un infierno total estar en el palacio en aquel entonces, si se aburría de sus concubinas, violaba hasta a las sirvientas y nada le importaba, siguió y siguió matando a sus hijos y a los omegas, y a Sukuna todos los días sin falta, lo llevaba a un entrenamiento de lo más duro posible, si no cumplía con sus expectativas lo castigaba de las peores formas posibles.

Era un monstruo de lo peor, mataba a cualquiera que no le agradara y quería que su primogénito siguiera sus mismos pasos, pero en cambio el se negaba como podía, estaba lleno de marcas y moretones por todo su cuerpo, tal vez ya habían pasado dos años desde la muerte de la señora Ryomen en ese tiempo, y según lo que recordamos algunos, el emperador se había vuelto a enamorar.

Dejó por muy buen tiempo de traer a todos los omegas que se le vinieran en gana para acostarse con ellos, cientos de olores de distintos omegas estaban por todo el palacio, los únicos que tenían suerte de no tener que sufrir con el olor eran los betas.

De la omega de la que se enamoró era muy bonita, tenía el cabello negro y su tez era pálida, había vuelto a encontrar el amor, y esta lo aceptó aún sabiendo su historial tan enfermo y despiadado.

Luego de algunos meses, la nueva esposa del emperador quedó en cinta, y esperaban a un niño, el pequeño alfa se alegró al ver a su padre tan feliz como anteriormente lo fue junto a su madre, era mucho más bueno con el y con todos los demás.

La felicidad volvió al palacio, pero esta no duraría mucho tiempo, el embarazo de la omega se complicó bastante, era demasiado riesgoso tener al bebé, pero ya era demasiado tarde como para tratar de hacer algún aborto, pero ni aunque fuese posible aceptaría.

Todos se preocuparon el día que tuvo al pequeño niño, sin embargo este nació completamente sano, tenía una pequeña línea negra alrededor de su nariz al igual que su padre, pero su cabellos y ojos eran oscuros como los de su madre. Se pusieron muy felices al ver al pequeño bebé, que pusieron de nombre Choso.

Sukuna sintió por fin, que volvería a tener su familia de vuelta, aunque seguía extrañando a su verdadera madre. Amaba demasiado a su pequeño hermanito y lo cuidaba mucho. Dos años pasaron llenos de felicidad, alegría y muchas emociones felices más, hasta que, un día sin previo aviso, la madre del pequeño niño enfermo gravemente, paso tres meses en cama apenas logrando sobrevivir cada día, hasta que un día ya no pudo soportar más tiempo, todos se encariñaron bastante a la mujer, la querían tanto como a la anterior esposa del emperador,  en especial un niño de cabellos rosados, fue como otra madre más para el, hasta el fatídico día en el que nunca más despertaría.

Supo apenas se enteró, que los días de terror que olvido volverían con mucha mas potencia, su padre se desquito con el por varias horas, sintió por un momento que ya no le quedaban más lágrimas las cuales poder derramar, su cuerpo se lleno de cientos de marcas por los golpes, pero lo único que deseaba era que su pequeño hermano estuviese bien, haría todo lo posible por ello.

Sus entrenamientos volvieron, y al final de estos no podía lograr ni sentir sus brazos ni piernas, era una tortura, pero lo su padre lo tenía con la amenaza de matar a Choso.