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Hoy es viernes y ya que tenía mucho tiempo sin salir con las chicas, esta mañana decidimos ir a un antro.

Son las 6:30 de la tarde y acabo de llegar a casa luego de un día súper estresante en la universidad. Tiro mi bolso en el sofá y me dirijo a la cocina por un vaso de agua, cuando termino entro a la habitación y me desvisto, busco en uno de los cajones un vibrador y me lo llevo conmigo a la ducha - Necesito des estresarme un poco.

Entro a la ducha y pongo el agua fría, cuando el agua cae por todo mi cuerpo mis pezones se ponen duros, bajo una de mis manos a mi vagina y me froto con dos de mis dedos por varios segundos para luego colocarme el vibrador.

Ahh Dios necesitaba esto- gimo cuando mis piernas me empiezan a temblar, el agua fría de la ducha aumenta mi excitación de manera extraña y no puedo contener los gemidos.

A mi mente llegan muchos pensamientos sexuales que solo hacen que mi orgasmos esté a la vuelta de la esquina.

Me pongo en cuclillas por qué no creo poder aguantar más estar parada, con una de mis manos me masajeo el clítoris y con la otra los pechos, escenas de la noche anterior llegan a mi mente y no aguanto mas y gimo de places cuando termino.

Unos minutos después salgo de la ducha ya bañada y libre de estrés, deseando poder pasarla bien esta noche.

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-Mierda Bri esa falda te hace ver el culo más grande- me dice Amber cuando me ve.
-Tú no te quedas atrás perra, ese escote en los pechos llama mucho la atención-ella solo se ríe.

Cuando llegamos al antro nos dirigimos a la barra donde nos encontramos con Darla, Sam y Cloe, nos saludamos y cómo ya ellas tenían unos tragos Amber y yo pedimos algo.

El lugar estaba fantástico y con las chicas nos pusimos a bailar en él centro de la pista llamando la atención del público masculino, después de estar bailando por un buen rato, fui por un trago y cuando estaba cerca de la barra lo vi, el estaba ahí besando a una rubia de pechos grandes y buen culo, yo seguí con mi camino y pedí mi trago.

No estaba molesta, ni celosa ni nada por el estilo por qué una de las cosas buenas de nuestra relación es que es abierta, podemos estar con más personas, la única regla es usar protección.

Tomo mi trago y veo a un chico alto de tez clara y cabello negro que se dirige a donde estoy, la verdad es que me fijé que me ha estado mirando hace rato.

-¿Oye quieres bailar? - me pregunta el chico cuando llega a donde estoy.
-Claro- le digo para luego tomarme todo el contenido de mi vaso de un trago.

El chico me lleva a la pista de baile y empezamos a bailar me pongo de espalda y comienzo a frotar mi culo en su pene mientras bailo, no pasan ni 5 minutos y el chico tiene su pene erecto.

Les mentiría si les digo que desde que vi a ese chico mirándome, no he dejado de pensar en tenerlo dentro de mi por Dios, no puedo negar lo que soy, una adicta al sexo.

Tomo al chico del brazo y nos dirijo al baño más cercano, cuando llegamos nos entró a uno de los cubículos y empiezo a desabrocharle el pantalón.

Adicta al sex0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora