Amarga Melodía (JULIANTINA)

Una copa para dos

El sonido del móvil me traía de vuelta a mi realidad, han pasado dos meses desde la última vez que la vi, ¿por qué?, esa era la gran incógnita, mi mente imaginó mil escenarios posibles, pero ningún final me hacía pensar que sería la respuesta correcta.

Observo por inercia para ver quien de forma inconsciente me hacia regresar a esta pesadilla llamada vida, el nombre se veía claramente era Lucho, sabia que tendría problemas al llegar a casa, pero poco me apetecía pensar en ello.

— Con que aquí estabas Valentina –

La voz de mi hermana retumbaba más en mi cabeza que la resaca de la noche anterior.

— Eva, hoy no, no seas infantil y déjame dormir. –

— Pues venir a la casa del árbol con casi treinta años no te hace muy madura que digamos-

— ¿Qué quieres? – dije sentándome en la cama y mirándola como caminaba de lado a lado mientras no entendía lo que hablaba.

— ¿has escuchado lo que te he dicho? –

— No, primero respira y habla más despacio –

Eva suspiro pesadamente y me miro – Valentina ¿sabes donde esta Lucia? –

— Te he dicho la semana pasada que no lo sé, solo me dijo que no me preocupara que estaba con una amiga realizando unos trabajos –

Iba a decirle más pero su semblante gritaba una ducha y falta de sueño.

— Eva ¿eres tú hermana? Parece que no conoces la palabra sueño y aseo –

— Será que me caso en dos días y no sé nada de mi testigo de bodas –

— ¿Lucia será tu testigo de bodas? –

Eso si no me lo esperaba, ahora entiendo porque Lucía se fue a Dios sabe dónde, ¿realmente mi hermana es tonta o ya sacó título?

— Tal vez deberías escoger a otra testigo para tu boda civil –

— No, debe ser ella, aunque quisiera no podría ser otra persona –

— ¿por qué? –

— Son acuerdos, que se han tomado con anticipación –

— ¿Es papá verdad? –

Eva me miro un tanto sorprendida.

— ¿Qué? –

— ¿Acaso hablo otro idioma? Pregunté ¿es papá?, estoy segura que él puso ese acuerdo –

— Valen... –

— ¿Hasta cuando me vas a mentir? Papá no era un buen hombre, así que note desgastes en decir algo, porque ya estoy cansada de mentiras, lo sé todo –

— Valentina por tu bien, será mejor que no te metas, y solo te cases con Luis, si sabes todo como dices, entonces también tendrás en cuenta las consecuencias de una mala decisión –

— Pero no son nuestras Eva, yo no amo a Lucho, pensé que sí, pero migajas de amor no estoy dispuesta a recibir, ¿en serio te conformas con tan poco? -

— No sabes nada –

— Claro que se, el hecho de que me creas tonta, no me hace estúpida, tu estas enamorada de Lucia, y no seas negadora porque como que te falta mucho entrenamiento –

— Yo no puedo estar enamorada de alguien que se acostó con papá para llegar a donde esta ahora-

— ¿Qué? – ahora la sorprendida era yo.