— ¡Deberías pedir disculpas, Eva! –
Era la quinta vez que escuchaba esa frase dentro del sermón de Lucia, daba la impresión de que estaba regañando a su hija, ¡Por Dios!, tanto por una niña equis, ni siquiera tiene educación, si ella quiere hacer caridad, no me importa, pero mi familia no se puede mezclar con esa gentuza, y mas aún sabiendo que el padre de esa muchacha fue en vida uno de los hombres más peligrosos en México.
— Deberías tranquilizarte, no es para tanto ¿sabes? ¿no? –
Ella me quedo mirando por un momento, su mirada reflejaba lo mismo que el día del velorio de mis padres, bueno en si de mi madre, era esa mezcla dolor y decepción, aquella que se clavo como estaca en mi corazón, me dirán que esa frase es cliché, pero es cierto, cuando alguien que es importante para ti hace eso el resultado es lo más parecido a lo que dije. Pero aun sabiendo que ella solo se guiaba de lo superficial, los demás la miraban como la reencarnación de la madre Teresa, no la odiaba, en lo absoluto... la amaba de una forma extraña, me explico, la quería cerca de mí, pero a la vez la quería lejos, nosotras no funcionaríamos en ningún tipo de relación, en apariencia éramos como el cigarrillo y el café, pero por dentro solo era un cactus abrazando a un globo.
— Sabes, estoy cansada de estar al lado de una persona tan mezquina como tú, ¿Dónde esta Eva, la chica que sonreía siempre, amante de la historia y el arte? ¿Por qué se convirtió en la villana de toda historia en la que entra?, es decepcionarte ver como repeles a todos, al final te quedaras sola... -
— La que debería estar cansada de todo esto soy yo, se ve que poco viste de mí todos estos años, ¿recuerdas que te regale el día en que nos conocimos? –
— ¿A que viene eso?
— Te he preguntado, ¿recuerdas? –
Ella desvió su mirada, hizo un gesto como buscando en sus recuerdos.
— Fue una rosa negra... por cierto de mal gusto, te querías burlar de mí, porque tu padre me hizo su ahijada oficalmente –
— Pues ahí está el punto – ella me miro confusa – solo vez lo superficial de las cosas, si tan solo miraras más allá, comprenderías todo –
Iba a seguir mi camino, deseaba estar sola, el móvil no dejaba de vibrar, de seguro era el estúpido de Mateo, pero el agarre de Lucia me detuvo.
— Dime el significado – me dijo mirándome directamente – por favor – susurro.
— ¿En que cambiaría si lo supieras ahora? –
Pareciera que iba a decir algo, pero justo llego el becado.
— Disculpen, damas, pero creo que la amiga de Valentina se desmayó, quise ayudarlas, pero Valentina me dijo que se encargaría y que luego llamaría a Eva... pero... - él nos quedó mirando algo confundido – ¿Interrumpo algo?
Lucia me soltó y le mostró su mejor sonrisa.
— No cariño, estábamos recordando algo de cuando éramos jóvenes –
— Así es, beca..., digo Jacobo, algo sin importancia en sí – mire el reloj e hice un ademan de como si recordara algo que olvide. – Bueno debo irme, tengo trabajo por hacer –
Jacobo poso su brazo sobre los hombros de Lucia – Eva siempre será sinónimo de trabajo, pobre Mateo no le dedicas tiempo –
Entendí el doble significado detrás de lo que me dijo – Mateo tendrá todo el tiempo del mundo para tenerme, ya que nos casaremos, no debería preocuparse por que no le dedique espacio, tal vez algunos deberían fijarse mas en su relación que cada día parece una penosa leyenda urbana. -
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Amarga Melodía (JULIANTINA)
FanfictionUna mañana desperté sola con la brisa del mar golpeando mi cara, solía pensar que te vería ahí de pie sonriéndome descaradamente, invitándome a bailar ese vals. Es un poco tonto y loco pensar que estuvieras lejos y yo aquí, divagando en algunos recu...