0.2 | Invasión

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Tanner | ♉︎

14 de Diciembre de 2045

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14 de Diciembre de 2045

El mundo entero le había declarado oficialmente la guerra a los Raptors.

Lo que meses antes sólo se había limitado a ser un enfrentamiento local, se había convertido en una lucha internacional.

Muchos países habían hecho alianzas para aniquilarlos. Compartían armas y nueva tecnología para proteger sus fronteras. Las personas emigraban lejos de las capitales y las grandes ciudades donde se establecían los enfrentamientos para adentrarse a los bosques y a las montañas. Los pueblos y las pequeñas zonas residenciales habían quedado totalmente abandonadas, pues sus habitantes yacían muertos o desaparecidos. Se decían que aquellos lugares eran armas de doble filo, pues si bien era cierto que no había tanta actividad por parte de los Raptors a falta de alimento, si decidías aparecer por esos lares tan tranquilos era casi seguro que no encontraras nada de lo que vivir, y a la larga una manada de ellos te cazaría.

Por la radio se comentaban varias cosas.

Comandantes de ejércitos en cada país alentaban a la población a unirse a ellos, fueran hombres o mujeres de cualquier edad. La población mundial disminuía considerablemente con el tiempo mientras la de ellos aumentaba. Civiles y militares morían para convertirse en alimento. Ya se empezaba a hablar sobre casos de famosos y gobernantes con poder que, a pesar de su dinero, habían perecido. Nadie estaba a salvo.

No se sabía nada certero acerca de la raza de los Raptors, a excepción de que se alimentaban de nosotros y que habían llegado en meteoritos.

Existían más preguntas que respuestas.

Las grandes ciudades funcionaban como cede de los enfrentamientos. Podías divisar las armas, tanques y municiones si vivías entre los altos edificios o, por otro lado, podías escucharlos hacer su recorrido por encima de ti si te encontrabas refugiado por debajo de la tierra.

Entre los habitantes de la superficie se rumoraba que entre la lejanía del bosque se acoplaban refugios para las personas que aún vivieran en las ciudades, en la superficie.

Se decía que todo iba a mejorar, y que tarde o temprano los venceríamos.

Todo era una maldita mentira.

Estábamos muriendo, por dentro o por fuera. Afortunadamente aún había alimentos y medicamentos, entre otras cosas para vivir pero, ¿por cuánto tiempo más? Nada iba a ser para siempre.

La muerte consumía a la raza humana.

Lástima que tuve que verlo con mis propios ojos para ser consciente de ello.

—¿Crees que aquí estaremos seguros? —preguntó. Sus palabras hicieron que me despabilara de mis ensoñaciones para prestarle atención.

—Sí, desde que llegué ningún Raptor ha aparecido —respondí mientras despegaba mi vista de la pequeña ventanita del edificio. Volteé para ver directamente al chico. Él se encontraba con la mirada perdida sobre el roto tapiz de la pared—. ¿Todo bien?

La Guerra de las Mil Noches (Zodiac)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora