03 | 𝖧𝗈𝗌𝗍𝗂𝗅𝗂𝖽𝖺𝖽

161 19 5
                                    

♎︎ • ♐︎ • ♑︎ • ♒︎ • ♓︎

Los rayos del sol comenzaban a desaparecer a través del horizonte, cediéndole el paso a la luna

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los rayos del sol comenzaban a desaparecer a través del horizonte, cediéndole el paso a la luna. La larga carretera se extendía infinita por delante de ellos. No había nada más que extensas llanuras amarillentas a los alrededores.

Todo estaría tan silencioso y carente de emoción si no fuese por los gritos de ambas.

—¡Te dije que lo cuidaras! —reclamaba Sadie.

—¡Lo tendría si no fuese porque alguien me distrajo con su parloteo sin sentido! —argumentaba Acacia, quien seguía sin creer del todo el tono que Sadie estaba empleando para hablar con ella.

—¡Ya basta! No tienen por qué discutir. El camino a partir de aquí es fácil.

A Lina nunca le había gustado que sus compañeros, los cuáles ahora consideraba como amigos, e incluso familia, pelearan entre ellos por pequeñeces. Siempre era ella la que tenía que interceder para que las tensiones y rencores aminoraran. Nunca buscaba ser injusta con ninguno, incluso si eso le causaba algún tipo de resentimiento hacia su persona.

Las involucradas se miraron con recelo. Vaya que en ocasiones la convivencia podía tornarse muy -bastante- complicada.

—¿Por qué tenemos que ir hasta allá? Sólo es una iglesia en medio de la nada. No tenemos por qué seguir. ¡Podemos regresar antes de que anochezca! —continuó Sadie.

—No —sentenció Callum. La gravedad y decisión de su voz hacía que los demás le hicieran caso sin rechistar—. Si Lina dice que podemos encontrar algo ahí, le creeremos. Además, ya no tenemos suficientes energías como para retractarnos. Es llegar y punto.

Ninguno dijo nada más. Todos, con los pies adoloridos, continuaron su camino en silencio.

┉┅━━━━━━━━━━━━━━┅┉

PIERCE | ♓︎

En verdad, no sabía de dónde sacaba la fuerza para continuar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En verdad, no sabía de dónde sacaba la fuerza para continuar.

Ya estaba anocheciendo, aunque eso realmente no me preocupaba. Estábamos juntos y así se sentía más seguro. Siempre había sido de aquella forma desde que nos encontramos. Éramos una familia que, sin dudarlo, se comportaba como tal. Cada uno de nosotros desarrollaba una función especial dentro del equipo:

La Guerra de las Mil Noches (Zodiac)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora