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Lo habías pensado ayer por la tarde y también antes de dormir. No te ibas a resistir a estar con Toji, ya que más da? ya tuvieron sexo y quieres besarlo. . . bueno quieres mucho mas de él. Te gustaba Toji? no, más que nada es atracción sexual, solo eso y sabes que el debe opinar exactamente lo mismo. Todo iría bien, bueno el único problema era Naoya, tu esposo. . . pero da igual, la vida es una, no?
—Te voy a besar— advertiste sin pensarlo más y Toji sonrío de lado.
Sin esperar más te acercaste y uniste tus labios a los suyos, con rapidez Toji te correspondió el beso, sus labios eran suaves y tenían una textura diferente a la que te acordabas, sonreíste al reconocer el sabor que tenían sus labios con lentitud hiciste que se separaran del beso pero dejaron sus labios a solo centímetros de distancia.
—Tus labios están pegajosos— susurraste.
—Estaba comiendo miel.
Desviaste tu mirada hacia la mesa para ver un gran pote de miel que tenía con una cuchara, así que asumiste que Toji la comía a cucharadas.
Volviste tu atención a él.
—Dame más miel— dijiste aun con sus labios a solo centímetros de los tuyos.
Toji sonrío de lado y te volvió a besar, fue un beso más brusco, sus labios querían dominar los tuyos y tu los suyos, ambos estaban divertidos batallando para tener la dominancia del beso hasta que Toji se separo del beso para hablar.
—Sabes? tengo otra miel más buena— señalizo su entre pierna.
Reíste entre dientes y lo volviste a besar, sus labios se acariciaban con lentitud y al poco tiempo su lengua lamió tus labios pidiendo acceso a tu boca, la abriste e inmediato su lengua se hizo presente para dominar tu boca.
Cada segundo iba subiendo la intensidad del beso hasta que la falta de oxígeno se hizo presente y generó que se separen.
—Extrañaba tus labios— susurro. —Pero también extraño tus labios de abajo, esos también saben bien.
Te reíste contra sus labios.
—Tenías que decir otra cosa sexual.
—Eso es algo malo?
—Si— dijiste divertida.
—Pero si dije algo bueno, solo que sabe rica tu vag-
