Seis años atrás
Anahí llevaba aproximadamente un año viviendo con Kieran cuando una vocecilla empezó a susurrarle palabras de inseguridad y descontento dentro de su cerebro. Al principio trataba de ignorarla a toda costa, de ignorar aquella extraña sensación en la boca del estómago que le decía que algo no iba bien.
Cuando conoció a Kieran, tenía solo diecisiete años, y estaba empezando a transformarse de un patito feo en... bueno, en un pato simplemente. Él era el chico más guapo que había visto en su vida, y no solo eso, también era listo, divertido, rico y popular. Pasada una semana, estaba loca por él.
Sin embargo, algo parecía haber cambiado en él después de la universidad. Allí era donde había sido más feliz: con montones de amigos, trofeos deportivos y medallas, y una ronda interminable de fiestas. Todo el mundo apreciaba a Kieran en el campus, todos querían tener su amistad. Tal vez por eso Anahí se sintió tremendamente orgullosa cuando le pidió salir con él. Era casi un honor.
Pero las cosas cambiaron para Kieran en el mundo real: los negocios de su familia sufrieron altibajos, con lo que se esfumó su idea de poder vivir de las rentas, y tuvo que empezar a trabajar duramente para mantener la filial de la empresa familiar a cuyo frente lo habían colocado. La gloria de sus triunfos con el equipo de rugby de la universidad quedó reducida a jugar al golf los domingos con los miembros de la junta directiva de su empresa, y poco a poco fue transformándose en alguien a quien Anahí ya no conocía.
Para entonces ella contaba ya veintitrés años, y llevaban juntos casi seis. Aquella vocecilla insolente de su cabeza le decía que si lo amaba debería estar ya dispuesta para el matrimonio y la docena de críos con la que tanto se habían picado Kieran, Alfonso y ella.
Pero, ¿estaba dispuesta?
—Puente, ¿otra vez has estado bebiendo?
La joven alzó la vista hacia Alfonso con fastidio.
—Haces que suene como si fuese alcohólica. Dios, hacía tanto que no te veía... —se quedó un momento pensativo—. ¿Cuándo fue la última vez que nos vimos?
Alfonso se dejó caer a su lado en el sofá.
—En Navidad —respondió. Anahí resopló.
—¿Lo ves? Hace más de un año.
Alfonso miró en derredor un momento, sin decir nada. Era el cumpleaños de la madre de Anahí, y el salón estaba lleno de amigos y familiares.
—¿Cómo te van las cosas? —inquirió girándose hacia ella.
—Si de verdad quieres saberlo, ahora mismo mi vida apesta —masculló ella bebiendo otro sorbo de su copa.
Alfonso se quedó mirando preocupado el rostro de perfil de su amiga. Nunca antes la había oído hablar de ese modo.
—¿Por qué? ¿Qué ha ocurrido? —inquirió. Anahí apuró la bebida de un trago.
—Ojalá yo lo supiera.
—Si hay algo en lo que pueda ayudar...
Anahí sonrió ante la calidez que impregnaba su voz.
—¿Todavía sigues empeñado en salvar el mundo, Herrera?
—No, ya hace tiempo que me di cuenta de que me venía algo grande.
—Mmm... —murmuró ella girándose hacia él—. Entonces, ¿en vez de eso vas a tratar de rescatarme? —le espetó con ironía.
Alfonso se quedó callado un instante. Anahí había sido siempre tan alegre, tan positiva... ¿Qué le había ocurrido?
—¿Necesitas ser rescatada? —inquirió. La joven dejó escapar una risa amarga.
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Amigos y Amantes | Terminada
FanfictionAquella era la mayor apuesta de toda su vida. Alfonso y Anahí llevaban toda la vida siendo amigos, pero el juego infantil empezó a volverse peligroso cuando él la retó a fingir que estaban saliendo juntos... y ella aceptó. La primera regla del juego...