4 | Titans 【Rise Of Titans; James Lake Jr.】

05 | Surprise

❝Sorpresa❞

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Adictivo
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Hizo un esfuerzo enorme para no tener un ataque de ansiedad nuevamente, había estado limpia desde hace dos meses, la doctora Lake le compró un pastel al haber terminado la rehabilitación y Jim no dejaba de decirle cuan orgulloso estaba porque sus brazos dejaban de tener las cicatrices de tanto arañazo.

Calma, cuenta hasta 10...

Suspiró cuando a una cuadra pudo ver el letrero de la cafetería, y un sin fin de globos perfectamente ubicados en la entrada del recinto, todos de un tono pastel. La brisa vespertina despejó su mente del mal rato que estaba por pasar y corrió emocionada hasta su trabajo.

Nathan la esperaba con una sonrisa.

—¡Mary vendrá a esta fiesta! La pequeña es su prima.— Stella fue recibida por esa noticia que enloquecía al pelinaranja.— todo tiene que salir perfecto, ya verás...

—Hola, estoy muy bien... con tareas pero bien.— saludó la de ojos zafiro burlándose de su jefe.

¿Me escondían que Mary asistiría a la fiesta?

—Ah hola... ¡Como sea!.— exclamó nervioso.— esta vez no servirás comida, solo te sentarás en aquel trono.— señaló aquel sofá decorado de globos.— suertuda, te pagan por nada.

—Bueno, un vestido enorme con corsé no es lo más cómodo que digamos.— dijo ella riendo por ver a su jefe de 22 años mirar a todas partes en busca de Mary, la chica de 20 años.

Stella casi le da un infarto al saber la diferencia de edad entre ambos, pensando inocentemente que la de cabellos lacios tenía 18 como ella -quitando 900 años-, su sorpresa fue peor al darse cuenta que la de rasgos asiáticos tenía 20 años.

Ahora entendía porqué tenía un mayor espíritu libre.

—Prepárate, las niñas están ansiosas de jugar con tu cabello.

Y con un intento de risa macabra dw fondo, Stella Miracle se encaminó hacia los baños luego de haber tomado su disfraz.

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Odiaba con toda su vida los corsés, ansiaba quemarlos en cuando cumplió los 15 y estaba bajo tierra. Era el peor invento del hombre, apenas y respiraba solo por obtener una cintura más pronunciada de la que ya tenía, era parte del caluroso disfraz.

Se miró en el espejo del baño, era demasiada tela para unas horas, históricamente y geográficamente hablando, el vestido estaba mal hecho y quién mejor que ella para decirlo, si creció en aquella época y siendo parte de la "realeza". Aunque no negaría que el vestido era lindo, con todos cafés y negros junto a un blanco que resaltaba su cabello.
Terminó por hacer un enorme moño en la parte baja de su espalda, apretando más sobre el corsé que traía puesto.

Una tiara de plástico brillante fue lo último que necesitó para completar su disfraz, se miró en el espejo, con un poco de polvos de la cara lograría camuflar esas terribles ojeras y unas pequeñas -casi imperceptibles- espinillas.

—¿'Ella? Soy Palchuck.— avisó Steve tocando la puerta del baño femenino.— necesito que salgas pronto, debo escoltarte.— dijo con orgullo en sus palabras.— me mandan a decir también que tengas una historia qué contarles a las niñas, ya sabes, tu reino, príncipe... ¡Esas ridiculeces infantiles!.— dijo lo último dándole un resumen claro de lo que debía hacer.