Capítulo 10 "Era ella"

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Si, la noche de algún modo se había teñido fría desde sus inicios, pues ahora no sólo era todo lo contrario sinó que prefería quemar huesos antes de detenerlos al ocaso. Con cada paso que dábamos hacía el lugar no sólo la luz de incendio reflejó nuestras pupilas, con ella, también figuró todo aquello que a su ves era un escalofriante calor. Los jadeos de Lisa acompañaron nuestro recorrido y con ellos mis lágrimas los amortiguaron.

Alguna s personas habían tomado su lugar alrededor de lo sucedido. Jisoo y Rosé terminaron estáticas cuando la cafetería donde ocurrió la anterior explosión estaba a sólo pasos de nosotras…

-¿Lisa que hacemos?- pregunté entre sollozos y la rubia apretó mi mano de manera reconfortante. Las pocas llamas que se abrían en el lugar eliminaron su rostro para darle el toque femenino de una diosa.

-No estamos seguras de que esté ahí…

Lisa tenía razón, obvio que si, más sin embargo algo dentro de mi pecho me decía que no estaba del todo equivocada y que tenía que actuar lo más rápido posible. Un sentimientos no sólo perseverante y embriagado sino que dentro de otros era el que necesitaba para lanzarme contra cualquier muro. De reojo vi como Jisoo le preguntaba a algunas familias si habían visto una niña pasar por aquí y todos respondía con un "No se". Así que tomé la iniciativa de enclarecer mi voz y dejarme llevar por los impulsos que le faltaban a las otras tres a mi lado. ¿Quién más podría?. He dado mi aire por esos bracitos al punto de renunciar el respirar, no me arrepiento.

-¡¡Irene!!-Grité soltando la mano de Lisa para colocar las mías alrededor de mi boca.-¡Irene!-¿Saben? Algunas personas son madres Pero no nacen con el don para poder serlo. Dentro de lo que cabe Joy es un vivo ejemplo. Talves y sólo talves, la vida sólo pone en las manos de las serpientes la manzana para que después de sufrir sus mordeduras renazca como un arbol que deje en sombras su mirada. Siempre me preguntaba si de verdad la vida tenía algo preparado para mí, y dentro de toda la incertidumbre encontraba que lo más significativo sería el hecho de poder dar mis cimientos al pequeño ser que representa mi hermanita. Todo lo que tengo y lo que Dios me dio para nunca rendirle bajo ningún obstáculo. Talves yo no era su madre pero dentro de todos los conceptos tenía la habilidad de sentirla y olerla en todos lados como una, y cuando salí desbocada corriendo hacía acá era porque la sabía de alguna manera. Irene estaba aquí y lo reafirmé cuando después de mis gritos escuché a la lejanía su voz impregnado mi nombre.

-¡Es ella!-Grité y mi alarido provocó que mi corazón agrietara su piel para partirlo en pedazos. Mi estómago se contrajo y el miedo fue recibido por mi cuerpo con una no tan cordial bienvenida. Rosé de alguna manera u otra terminó a mi lado agarrándomé. A mi lado estaba Lisa que llevaba sus manos a la cabeza, Jisoo gritándole a las personas de la familia que si tenían teléfonos llamarán a la Policía o los bomberos. Las voces parecían susurros a mi alrededor. De reojo admiré como la rubia del flequillo se quitaba la camisa que tenía y la lanzaba al asfalto, quedó en camiseta y luego de mirarme en un refilón con la luz de su alma en una desbocada de aire que interconecto los orbes, terminó cortando el campo visionario para correr a través de las personas en dirección de la cafetería en llamas. -¡Lisa no!.

Grité pero de nada sirvió. La chica ya había tomado lugar adentrándose en el mismo. Mi estómago tiroteó dentro de su cavidad para hacerce sentir. El aire comenzó a asfixiarme y el humo y vapor hicieron de mi inestable y opacada Anatomía una parte de todo esto que se quemaba. Tironie hacía delante pero las manos de Rosé estaban en mis abrazos sugetandome mientras negaba. La fulminé y mis ojos hicieron estragos en su decisión. -¡Sueltame!- Mascullé y sus pupilas se tiñeron de lástima- Te he dicho que me sueltes, mi hermana es la que está allá dentro.- Vi el arrepentimiento en su retina y esa vez jalé con más fuerza logrando que sus dedos abandonarán mi gabardina, la misma me la quité y lancé a sabe Dios donde para comenzar a correr hacía el lugar.

ANSÍO VIVIR || JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora