Capítulo 11 "El robo"

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Dicen que soñar puede ser literalmente una salida de todo problema inherente. Más en los mismos existen vigentes otras maneras de manifestarse a un punto de ser incluso maligno en el pensar de las personas. Por obvias razones yo no quería sucumbir en los sueños nuevamente, pero a decir verdad Talves era necesario para comprender que tipo de hilo entrelazaba lo ficticio con lo realista, a tal grado  que lo imaginario pudiera incluso ser un tipo de visión semejante a lo que se predice de tu vida y estancia en la Tierra. ¿Es acaso la realidad un deja vú de nuestras mentes? ¿Qué te hace pensar que el mundo no te manda señales al Borrar los sueños futuristas luego de un segundo de vivirlos?. Sin embargo aquel sueño que logró que de alguna manera u otra terminar viendo en Lisa una salida en todos los ámbitos, no sólo había regresado cuando mi cuerpo cual lienzo descansó sobre el colchón de mi apartamento para dejar a un lado todos los demonios que se habían entrelazado, sino que de esta forma aquel viaje se había convertido en otra realidad imprescindible para mí. Irene no supo dejarme caer la explosión apasiguada, sin embargo cayó sobre todas las cosas, ¿A que se refería cuando dijo que escuchó a Lisa?. De ser así, escuchar a Lisa no sólo sería la bendición, sino también la de un ser en crecimiento.

Fue un proceso similar entrelazado con un sitio y visión oscura. Demostrando un caos para luego ser deslumbrado por una Blanca luz y terminar en un….. ¿Qué tipo de lugar es este?. Parece opaco, casi representa mi maldito futuro. Una luz en el hecho que da entender la poca salida que incluso encontraría desde aquí. A la izquierda un espejo negro desde donde el reflejo era horroroso y distorsionado. Una mesa en el centro donde la luz toca por refilón. Dos personas. Una frente a otra. Una entre la espera y la comprensión, la otra apoyándose en un mar de lágrimas y un dolor que bien punsa incluso en mi corazón desde la lejanía de esta imaginación.

Lisa.

Si, sin dudas era mi Lisa imaginaria esa que desborda belleza en su cabello café. Caminé hacia el centro de tan sombría habitación. El hombre que bien se regocijaba desde su silla no sólo llamó mi atención sino que me demostró que siempre hay algo más dentro de un traje. Vestido con los colores de la ley, un arma en su Cinto y la pose de aquella típica persona que busca intimidar con sus orbes. Por otro lado la del flequillo estaba hundida en las lágrimas que la dejaban huérfana luego de la incertidumbre. Los ojos rojos como la misma sangre y sus manos sobre sus piernas dando a entender la debilidad que se asomaba.

-¿Estás Segura que no viste nada más?- preguntó calmado el hombre rascándose la leve barba y formando una mueca en su rostro que bien podría dar a entender que sentía lástima por la chica de mis sueños. La chica llevaba una camiseta de broche propio de los 70 más unos vaqueros gastados. Sin lugar a duda algo de nuevo llegó a mi mente ¿Será que mi sueño sigue representando esa época? Yo no tenía idea, como podría llegar a pensar en la veracidad que tiene una sola alucinación para convertirse en algo que roza lo Real.

-Tenía el arnés… -Susurró la del flequillo y si este hubiera sido un evento ocurrido antes de todo lo que pasó en mi realidad entonces su voz mi hubiera causado nada, pero obvio no lo era y por eso mi corazón de alguna manera u otra le dio aviso a los latidos para que tocarán una sinfonía en mi pecho. Tuve que tragar en seco. Caminé lentamente hasta quedar frente al espejo negro. No era estúpida, sabía que eñ estábamos en una comisaría y que por ende todo a mi alrededor tiene que ver con una sala de interrogatorios- Todo estaba muy oscuro- bajo así ojos Al regazo que acogía algunas lágrimas- Mi hermana no suele estar en cada los domingos…-Sollozó. Quería entender que pasaba y porque de alguna extraña manera siempre que estas alucinaciones realidad dan paso a su aparición es por medio de las lágrimas de la Lisa del pelo café y que creé vivir en el 1977 o el ¿1978? No tenía la idea, si mi locura le daba paso a un reloj con pilas recargables.

-Hay algunos objetos leves que fueron robados… ¿Alguno de ellos lo ves con algo de importancia para el caso?- de nuevo preguntó el hombre tendiendole a Lisa un pañuelo que sacó del bolsillo de sus vaqueros. La misma lo tomó y asintió con un gracias.

ANSÍO VIVIR || JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora