Capítulo 8

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El baño caliente fue capaz de relajarla y aliviar la tensión en su cuello y hombros. Y porque se había saltado la escuela fue capaz de tener la bañera para ella sola. Se sintió maravilloso. Vapor y burbujas. Paz y tranquilidad. Era lo que necesitaba para calmar su mente.

Después de su baño se tomó el tiempo para lavarse el cabello, secárselo, y pasar una capa fresca de esmalte en sus uñas. Acababa de empezar con las uñas de sus pies cuando la puerta principal se azotó abierta y su tranquilidad estuvo completamente destruida.

— ¡Oye, Marie! ¡¿Dónde diablos estás?! — gritó Lee.

— ¡Arriba! — gritó de vuelta. — ¡Y deja de gritar! ¡El tráiler no es tan grande!

Escuchó sus pies prácticamente pisoteando las escaleras hasta que entraron a la habitación.

— ¿Qué diablos te pasó, Marie? — preguntó May, subiéndose a la cama junto a ella. — Te saltaste el resto de la escuela. Les tiramos pintura púrpura a las animadoras durante su práctica.

— Genial. — Marie no levantó la mirada. — Y deja de saltar, vas a hacerme estropear esto.

— Olvida eso, ¿Por qué demonios te saltaste la escuela? — Lee sonrió. — Sabes que tu hombre quiere que tengas tu educación, Marie.

Marie frunció el ceño. — Lo que yo haga no le incumbe.

May y Lee intercambiaron miradas. — ¿Están peleando o algo así?

— No. — Marie suspiró y se tiró de espaldas en la cama. — Sí. Tal vez. ¡No lo sé!

Lee hizo una mueca y se cruzó de brazos. — ¿Qué hay que saber? Le dices que haga algo y él lo hace. Fin de la historia.

— No es tan simple. — murmuró Marie, cubriendo sus ojos con sus brazos. — ¡Mi supuesto Muffin me está volviendo loca! Actúa como si siempre está avergonzado de mí. Como si ni siquiera quiere estar conmigo.

— ¿Y? ¿Por qué es eso diferente a cualquier día?

— ¡Porque es diferente! — exclamó Marie en frustración. — Doble D vino a mí y dijo que quería ser mi novio. ¡Pero actúa como si no quisiera que yo fuera su novia!

May se veía confundida pero Lee gruñó. — Marie, espero que no me estés diciendo que vas a dejar que un tipo te cambie.

— Pfft, puede intentar. — bufó. — ¡Es que es tan irritante! Aclama estar enamorado de mí, pero estoy bastante segura de que solo es porque salvé su estúpido trasero.

— ¿Y? — May se encogió de hombros. — Mientras que te deje besarlo y que actúe como tu novio, ¿Cuál es el problema?

Marie suspiró y les dio la espalda. No había forma de explicarles que no quería un novio que pretendía. Quería uno de verdad y quería que fuera uno inteligente y dulce como Doble D. Claro, era divertido perseguir muchachos y ver el miedo en sus ojos, pero muy en el fondo, lo que en realidad quería era alguien con quien hablar, compartir cosas, y que esté ahí para ella.

Su teléfono empezó a vibrar por la llegada de un mensaje y Lee sonrió triunfante.

— ¿Ves? Apuesto a que es tu hombre suplicando porque lo perdones.

Sin embargo, cuando Marie miró su teléfono estaba sorprendida de ver que el mensaje era de Eddy, no de Doble D. Sintió el borde de sus labios elevarse en una sonrisa, pero luego recordó que su muy violenta hermana estaba sentada en la misma habitación con ella. Si descubría que su hombre le estaba enviando mensajes...

— Ya regreso.

Marie rápidamente salió de la cama, agarró una chaqueta, y salió por la puerta. Una vez que estaba lejos del tráiler, abrió su teléfono y miró el mensaje.

¡Hey! ¿Qué demonios sucedió?

Marie rodó los ojos y respondió.

¿De dónde sacaste mi número, Enano?

Lo robé del teléfono de Cabeza de Calcetín. ¿Ahora, me vas a decir lo que pasó o qué?

Marie dudó. No es como si ella y Eddy fueran amigos ni nada de eso. Pero sus únicas otras opciones eran hablar con sus estúpidas hermanas o con su loca madre. Además, tal vez el enano podía darle consejos para salir con su mejor amigo.

Ugh, tu amigo me colmó la paciencia. Tenía que salir de ahí antes de que me quiebre por completo.

¿Cuál amigo, el flacucho y tonto o el más tonto y grandote?

Marie soltó una risita. Doble D no es un tonto pero estaba actuando como un idiota. Como si estaba demasiado apenado de besarme.

Es un maniático. No es nada nuevo

¡Pues es mi novio y quiero que me trate como su novia!

¡Ha! Buena suerte con eso. Cabeza de Calcetín como Romeo, ¡eso es chistoso!

Marie dejó de caminar. Su corazón se achicó un poco pero sacudió la cabeza para limpiarse la decepción. Su teléfono vibró con otro mensaje de Eddy.

Créeme, traté de volverlo tan suave como yo pero no funcionó. No querrás perder tu tiempo con él, Marie.

La sonrisa cayó del rostro de Marie y comenzó a sentir enojo acumulándose dentro de ella. ¿Perder el tiempo? Sus hermanas y ella trabajaron muy duro para conseguir a sus hombres. Y cuando una Kanker quería algo, se abalanzarían a ello con todas sus fuerzas hasta que lo obtuvieran. Y Marie lo consiguió. Consiguió a su hombre y ¿ahora un bruto le estaba diciendo que no se moleste? ¡Olvídalo!

¡Mira Enano, Doble D vino a mí queriendo ser mi novio!

Lol. ¿Y de verdad quieres a el Señor limpieza y orden y sin toques como novio? ¡Que te diviertas!

Marie dio una exclamación de fastidio y cerró su teléfono. No quería discutir su vida amorosa con Eddy. ¿Qué es lo que sabía un perdedor como él sobre romance en primer lugar? ¡Absolutamente nada!

Se dirigió de vuelta al remolque, lista para dormir la noche entera. Su teléfono vibró otra vez y dudó en sacarlo. Si era otro mensaje de Eddy diciendo que Edd no tenía material para ser un buen novio, iba a perder la cabeza.

Marie se detuvo y suspiró. — Enano, no hagas que me arrepientas de leer esto.

Si realmente estás desesperada, a Cabeza de Calcetín no le gustan las chicas rudas que pueden darle una paliza. ¿De verdad puedes manejar eso? Lo siento pero chica peleonera y ruda es la definición de una Kanker.

Una sonrisa de astucia se amplió en el rostro de Marie. — Bueno, supongo que voy a tener que reescribir el diccionario entonces.

No Era Lo Que Ella Se Esperaba |ᵐᵃʳⁱᵉᵈᵈDonde viven las historias. Descúbrelo ahora