Capítulo 9

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Un sábado es normalmente su día para relajarse y trabajar en sus habilidades para cazar hombres, pero hoy Marie estaba trabajando en algo más. En un plan para volverse irresistible para Doble D, pero a fin de que su plan sea puesto en acción tuvo que ir al peor lugar imaginable. El centro comercial. No sabía casi nada sobre compras pero con esperanzas, para cuando haya terminado su dulce Muffin no podrá resistírsele.

Marie fue al estante más cercano y recogió una blusa rosa. El color era horrible y nada que usaría ni en un millón de años, pero era femenino. Para nada como de "chica ruda" como Eddy describió. Pero cuando se fijó en el precio lo dejó.

— ¡¿Diecisiete dólares por una blusa?! ¡Eso es ridículo! — lanzó la blusa de vuelta al estante.

Se dirigió al estante de liquidación y encontró que los precios eran mejores pero los estilos eran espantosos. Todo era o colores pálidos o tenían printos de asquerosas flores y corazones. Los revisó con poca esperanza hasta que encontró el menos horrible. Era una con cuello de tortuga y y corta de color celeste que de hecho era de su talla.

— Supongo que esto es algo ñoño. — murmuró. — Aunque desearía que fuera un poco más oscura.

Fue hacia los estantes para abajo e hizo una mueca. Nada más que faldas con volantes y pantalones de lana extra largos. Los miró con impaciencia hasta que descubrió una mini falda tweed marrón. El color era feo por supuesto pero recordó haber visto algo similar en la portada de una novela de Nancy Drew.

Marie suspiró. — Supongo que esto servirá.

Miró la etiqueta del precio e hizo una mueca. Claro, podía pagarlo pero allí van sus ahorros para para su juego de llaves inglesas.

— ¿Marie? — una voz dijo detrás de ella. — ¿Eres tú?

Un escalofrío recorrió su columna vertebral cuando se volteó para ver a Nazz parada detrás de ella. Nazz miró la ropa en sus brazos y sus labios se alzaron en una sonrisa.

— ¿Estás intentando un nuevo look, Marie? Si quieres puedo darte un cambio de imagen.

— No gracias. — Marie gruñó y comenzó a irse. — No necesito uno.

Nazz se encogió de hombros. — Fue solo una oferta. Los cambios de imagen son la mejor forma de superar una ruptura.

Marie se congeló y se volteó con lentitud. — ¿Ruptura? ¿Quién diablos dijo algo sobre una ruptura?

— Oh, pensé que eso fue lo que pasó ayer. — la sonrisa de Nazz cayó un poco. — Ustedes dos estaban discutiendo en la cafetería y Sarah dijo que jamás regresaste a la escuela porque ustedes rompieron.

— Bueno, no lo hicimos. De hecho, Doble D y yo tendremos una cita caliente esta noche y quería que me vista muy especial para eso. — dijo con aires de grandeza.

Los labios de Nazz se apretaron en una sonrisa. — Es es totalmente lindo.

— Sí, totalmente. — Marie se mofó. — Oh, y por cierto, dile a esa mocosa bocona que se ocupe de sus propios asuntos y que se aleje de los míos.

Nazz rodó los ojos. — Pues, es difícil hacerlo cuando estás gritando en la cafetería donde cualquiera puede escucharte.

El puño de Marie se apretó al resistir el fuerte impulso de golpear a Nazz en su gorda y desagradable cara. Se tragó su réplica no muy de señorita y solo se alejó. Para cuando llegó a la caja sintió un pequeño destello de orgullo por sí misma. Por una vez no perdió su temperamento en un lugar público. Estúpidas Nazz y Sarah podían intentar esparcir todos los rumores que querían y quebrar su relación, pero ella y Doble D no iban a romper si ella tenía algo que hacer al respecto.

No Era Lo Que Ella Se Esperaba |ᵐᵃʳⁱᵉᵈᵈDonde viven las historias. Descúbrelo ahora