del poliamor y otros pecados del catolicismo ★ hyunho, hyunlix

kiss me kiss me

— bésame, bésame, hyunjinnie, quizás así aclares tus dudas. —la risa de jisung se escuchó por toda la sala.

— shh, jisung, ¿quieres que mi mamá te escuche? —a pesar de sus palabras de la boca del mayor también salió una estruendosa risa. — si de por sí me tocó mentirle cuando casi te pilla besando a tu novio, no quiero imaginar qué me tocaría decirle si te escucha hablar así.

han se tapó la boca y asintió aún con una sonrisa colándose entre sus dientes.

era lunes en la mañana y después de la llamada de hyunjin hacia su amigo, el menor no había dejado de burlarse en todo el fin de semana, le enviaba desde mensajes pervertidos hasta nombres de páginas porno gay, le propuso presentarle a uno de sus amigos o llevarlo a un bar homosexual, y no había parado de molestarlo entre ese día y el domingo, también había aprovechado que ambos tenían clases en la tarde para pasarse toda la mañana en casa de hwang.

hyunjin no había reaccionado mal ante ninguna de las cosas que le estaba pasando, de hecho no descartaba la posibilidad de sentirse atraído hacía el sexo opuesto, lo que le daba miedo en realidad era su madre, su padre y sobre todo su abuela. eran capaces de mantenerlo en cautiverio si se enteraban que él estaba cuestionando su sexualidad. en otras palabras lo mandarían a un seminario sacerdotal y no vería nunca más la luz del día.

una alarma en su celular le informó que era tiempo de irse, miró a jisung con su mejor cara de perrito abandonado.

 — jisung~ ¿podrías llevarme a la universidad?

el más rió por la intención de su amigo y asintió, no podía decirle que no de todas maneras. ambos se levantaron del sofá y salieron de la casa del mayor. de ellos dos el único que tenía auto era jisung, hyunjin había tenido que transportarse toda su vida en autobús porque sus padres ni siquiera se molestaron en enseñarle a manejar o pagarle un curso.

el camino en realidad fue silencioso, no era necesario para ninguno de los dos decir nada, de hecho se sentían cómodos con aquello. el auto del menor se estacionó a dos cuadras del instituto y los dos se bajaron encontrándose con un chico con hoyuelos en sus mejillas y ojos que desaparecían cuando sonreía.

 — ¡sunggie!

el muchacho se acercó al nombrado y lo rodeó en un abrazo para posteriormente plantar un apasionado beso en los labios del muchacho, fue rápidamente correspondido por jisung quien ya había rodeado la cintura adversa con sus manos, hyunjin miraba la escena un tanto incómodo y se rascó la nuca girando su vista a otro lado. si bien sabía que su amigo tenía novio desde hace unos 2 años aún no se acostumbraba a presenciar ese tipo de afecto a todas horas y en todo lugar.

— oh, hola hyunjinnie. —el peliazul lo miró con las mejillas sonrojadas y los labios rojos.

— hola jeongin, ¿qué tal todo?

— no mucho, hermano.

los tres chicos caminaron juntos hasta la entrada de la universidad, algo que hwang no sabía era que el novio de su amigo también estudiaba ahí por lo cual le sorprendió verlo cruzar con él la puerta. ambos se despidieron de jisung efusivamente y caminaron juntos por los jardines, ninguno decía nada, a penas estaban uno al lado del otro esperando el pasillo donde cada uno se separaba para ir a su facultad.

hyunjin y jeongin no eran cercanos, apenas y se consideraban amigos, su única relación era jisung, y en realidad ni siquiera tenían el número de celular del otro. pero eso no molestaba a hwang, en cambio si molestaba a yang, porque pensaba que el mejor amigo de su novio lo odiaba en secreto.

ya estaban a punto de separarse cuando una voz detrás de ambos llamó su atención.

— ¡hyunjin-ah! —su agitado profesor llegó hasta ellos tomando al chico del hombro. — ¿hoy también me cantarás antes de empezar la clase?

jeongin abrió la boca y contuvo la expresión que quería salir de sus cuerdas vocales, en cuanto a hyunjin, él solamente rió y negó.

— no creo señor lee, no querrá que mis compañeros levanten sospechas, ¿o sí? —algo de picardia se había colado entre las palabras del chico, el mayor de los tres no pudo dejar pasar eso.

— claro que no, pero espero que no me hagas aguardar mucho para volver a escuchar tu hermosa voz. —minho se acomodó su corbata y sonrió de lado. — y por favor, puedes llamarme hyung fuera de clase, o minho si así lo prefieres. 

el maestro se fue dejando a los dos chicos solos, hyunjin sacudió su cabeza y sonrió dispuesto a seguir su camino pero una mano le impidió continuar. jeongin, quien había estado parado viendo la escena completamente shookeado, lo atrajo hacía un lugar más apartado.

— jeongin, tengo que ir a clase.

— ¡te estas revolcando con un profesor! —la voz del chico sonó completamente indignada.

— ¿qué? ¡no! ¿estás loco? —hyunjin sacudió su cabeza y manos como si intentara borrar esa idea del aire.

— hyunjin-ah, jisung me había dicho que las apariencias engañan pero contigo es otro nivel.

hyunjin suspiró y jeongin comenzaba a carcajearse, ¿de qué demonios se reía? ¿de su idea tan descabellada?

— entonces cuando el señor lee habló de cantar, ¿en serio se refería al canto o era otro tipo de sonido que provenía de tu boca?

— ¡jeongin por dios bendito! yo nunca haría tal cosa... además es muy peligroso, sin contar que estoy saliendo con alguien. —mintió, ¿por qué le importaba quedar bien con el muchacho?

— ¿ah si? —jeongin levantó una ceja incrédulo y en ese momento el celular de hyunjin vibró en su bolsillo.

— sí... ¿hyewon?

la pequeña chica que había conocido la misma noche que a felix le había escrito invitándolo a una cita, el chico frunció el ceño, ¿quién organizaba una fiesta el martes? y más estúpido aún, ¿por qué en un salón de eventos? vaya, ya entendía porqué su padre la escogió a ella, tenía dinero.

jeongin vio como su amigo se perdía entre su celular y sus propios pensamientos, y rió dejándolo solo en su propio mundo, después de todo si no se iba llegaría tarde a clases.