everything i didn't say

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boys don't cry de the cure sonaba con fuerza dentro del auto de minho, el cual estaba cantándola a todo pulmón. chan se tapó los oídos molesto, lee no cantaba mal, simplemente se sentía bastante irritable por el hecho de tener que escuchar a su mejor amigo en un volumen de 200%.

— ¡minho! ¿puedes callarte la maldita boca de una vez? dios, ni siquiera sabes pronunciar bien el inglés.

el menor miró por el retrovisor a changbin y le sacó el dedo del medio en señal de protesta, jisung soltó una gran carcajada y chan le siguió después. jeongin simplemente frunció el ceño, el humor de estos chicos era un poco más simple de lo que él pensaba. minho seguía resentido con changbin, pero eso no le impidió contestar a su llamado para que lo recogiese y así ir todos juntos a la fería. minho no era el único ahí que tenía auto, de hecho, changbin, jisung y chan podían perfectamente ofrecerse, pero no estaban de humor para ser serviciales. además, pretendían tomar todo tipo de alcohol que se pusiera en su camino, y nadie quería ser el "conductor elegido."

después del compromiso de bang, dos días después, todos los amigos decidieron ir al último día de la feria, donde podrían un agradable rato después de todos los malentendidos. era fácil para chan convencer a sus amigos para ese tipo de planes, más incluso si les amenazaba con recibir un puñetazo en la cara si no cumplían sus caprichos.

— hey lee, tienes que doblar aquí para recoger a felix, es una vía más rápida hacía la casa. —dijo changbin con una naturalidad que fastidió de sobremanera al chico, apretó el volante con fuerza y no dijo nada más.

minho claramente estaba irritable por la presencia de seo, y sus comentarios fuera de lugar no ayudaban mucho, por lo general lo ignoraba pero ya estaba pasando su límite. miró nuevamente por el retrovisor y ésta vez fue chan quien captó su atención, el mayor le estaba dando una seria mirada de reproche, advirtiéndole que no váyase a arruinar el momento.

la llegada a la casa de felix no tardó, y solo bastaron dos minutos para que el pequeño chico corriese escaleras abajo en dirección a su encuentro.

— ¡chicos! —gritó el muchacho antes de entrar de lleno en el auto, sentándose en la única parte libre, de copiloto. — es bueno verlos.

la sonrisa que le dirigió felix a minho lo dejó sin habla por unos minutos, ya no sabía hasta que punto podía seguir ignorando a ese pequeño australiano.

— minho. —la voz de jisung sonó por encima del motor. — ¿y qué hay con hyunjin?

felix se tensó a escuchar ese nombre y por instinto miró al mayor.

— tiene que ir con su madre y su abuela a hacer unas diligencias, dijo que quizás se reuniría con nosotros en unas horas. pero dejó en claro que nos divirtiéramos. —soltó con una pequeña risa.

todos en el auto asintieron. el camino fue largo hacía la feria, considerando que estaba afueras de la ciudad era casi una hora y media, con suerte y sin tráfico. pero claramente ellos no tenían suerte y seúl siempre tenía tráfico. 

el celular de felix sonó sin parar por al menos cinco minutos, era seungmin insistentemente preguntando dónde se había metido, porque había regresado del trabajo y no lo había encontrado, el australiano simplemente ignoró sus mensajes mientras reía al ritmo de sus amigos.

— dios felix, contéstale de una vez a mamá seungmin porque está volviéndome loco con sus mensajes. —dijo chan haciendo una mueca que le hizo reír aún más fuerte.

la pelea entre chamgbin y felix había pasado a segundo plano, cuando el mayor (después de los golpes de minho) entró a la casa, chan le dio el sermón de su vida, reclamándole por el daño que le había hecho al más pequeño, llamándole un inmaduro sin remedio. al final curó sus heridas y lo obligó a no estar enojado con ninguno de los tres chicos, porque una amistad es más importante que un amorío. soyeon escuchó todo eso y le terminó a changbin.

todos los chicos hicieron un acuerdo silencioso de mantener todo en orden y justo como estaba antes, fingiendo que nada malo pasó y dispuestos a arreglar sus diferencias.

la llegada a la feria se dio antes de lo esperado, y apenas minho se logró acomodar en un espacio vacío, felix, jisung y jeongin salieron corriendo justo hacía el puesto de premios.

 — amor. —canturreó jisung endulzando el brazo de jeongin. — quiero ese zorrito.

un tierno zorro de peluche descansaba en uno de los estantes, jeongin tenía que admitir que era muy adorable. después de pedirle un ticket al chico que atendía allí, procedió a jugar, era el típico juego de feria en el cual tenías que derribar una pila de vasos con una pelota. jeongin por más que intentaba derribarles no lo lograba, ya había gastado cuatro tickets y comenzaba a creer que el juego estaba trucado.

 — hey felix.

minho apareció detrás del chico, quien estaba intentando sacar un gatito de una máquina traga monedas. el pequeño solo le miró a través del reflejo del vidrio y le sonrió. justo cuando minho iba a volver a hablar el chico lanzó una maldición al aire al no poder tomar el peluche que tanto deseaba.

— déjame ayudarte, esto es más fácil de lo que crees.

a felix se lo cortó la respiración al sentir como minho se ponía detrás de él y guiaba sus manos. tenerlo en esa posición hizo que la sangre subiese completamente a sus mejillas, toda la timidez del pequeño chico. el gatito cayó por el hueco de la maquina y un sonido seco indicó que habían conseguido su objetivo.

 — ¿ves? no fue tan difícil.

felix giró sobre sus pies y vio como su mayor sostenía con una gran sonrisa el peluche, el menor sonrió de igual manera y le dio un gran abrazo. ambos se quedaron en esa posición un buen rato, disfrutando uno del otro.

minho había hablado con hyunjin, ambos chicos se dieron cuenta de cuan arrepentido estaba el pequeño australiano, dándole así el beneficio de la duda, no había nada de malo en perdonar una pequeña infidelidad, ¿o sí? no eran novios, no había compromiso, ¿por qué enojarse con aquel adorable ser inexperto en relaciones sanas?

— creo que conservaré la foto.

una voz detrás de ellos los hizo espantarse, ambos sonrieron al ver a hyunjin con una cámara en mano observándoles con admiración.

— ¡hyunnie!

— se veían adorables así abrazados.

— borra esa foto, hwang.

— ¿o qué, lee? ¿me pondrás 1.0 en mi calificación final?

minho rió a carcajadas, aquello no era más que una tonta burla hacía su ética de trabajo, a decir verdad hyunjin ha estado subiendo considerablemente sus notas en filosofía, y no es precisamente porque se dedique a estudiar.

— pues mira que no suena tan mala idea, así necesitarías clases particulares. 

— en ese caso, ¡yo también quiero aprender filosofía! —dijo felix con un brillo en los ojos mientras se acercaba a hyunjin para darle un fuerte abrazo.

la tarde transcurrió en orden, jisung y jeongin teniendo su cita perfecta, chan discutiendo de vez en cuando con changbin, y los tres chicos finalmente tomados de la mano disfrutando de cada atracción. seungmin llegó tiempo después, sumándole diversión al encantador plan de feria, aunque no lo pudo disfrutar del todo porque la mayoría de atracciones se interponían entre su miedo a las alturas y él.

el atardecer caía suavemente sobre la rueda de la fortuna, donde hyunjin, felix y minho estaban casi llegando a la cima en una hermosa cabina color azul.

— gracias por estar aquí. —dijo felix rompiendo el cómodo silencio. — desde que los conozco mi vida ha dejado de ser una tragicomedia, ahora soy realmente feliz, gracias a ustedes. gracias por perdonarme.

— lix, no te disculpes por nada, sabemos que eres un idiota pero te queremos así.

minho recibió un golpe por parte de hyunjin.

— no eres un idiota, lixie, solo estabas confundido es todo.

— chicos. — ambos vieron como el menor sacaba dos sobres color púrpura de su mochila.  — esto es todo lo que nunca he dicho



del poliamor y otros pecados del catolicismo ★ hyunho, hyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora