Donde Taehyung, un chico nerd y tímido, pierde una apuesta que hizo con su amigo Jimin y tiene que mandar una nude a una persona al azar de su lista de contactos.
Lo que no esperaba era que quien recibiera la foto sea nada más y nada menos que Jeon...
— Di... dígame —El molesto sonido del tono de llamada de su celular había despertado a Taehyung. Este estaba con los ojos entrecerrados, aún acostumbrándose a la claridad que azotaba su habitación desde las ventanas. Estaba más agotado de lo normal, debido a lo tarde que se había acostado anoche.
—¡Tae, idiota! ¿Sigues dormido? —escuchó la voz de su hermana al otro lado de la línea— estoy en casa de Yeji. Mamá dijo que llevó comida para almorzar, ni se te ocurra salir sin comer antes, ¿sí?
—¿Almuerzo...? —preguntó Tae, con voz ronca. Seguía tumbado en su cama, intentando procesar las palabras de su hermana mientras se rascaba los ojos.
—Sí, almuerzo. Son las dos de la tarde, ¿tengo que recordarte también que el baile empieza en tres horas?
—Oh, mierda —el pelinegro suspiró, llevando su mano a la frente. Se había despertado de manera tan repentina que aún tenía la cabeza en las nubes.— Vale... gracias.
—¿Estás bi...? —una segunda voz se escuchó poco después de que Ryujin respondiera— Ya voy, Yeji, ya. No seas pesada.
—Ohh, vaya —dijo Tae, con tono burlón— Seguro que se lo estarán pasando genial.
—Calla la boca y prepárate —contestó su hermana a regañadientes. Tae juraría que podía ver la sonrisa bochornosa de Ryujin, a pesar de que no estuviera delante suyo.— Te iremos a buscar poco antes de las cinco, ¿sí?
—...Bien, nos vemos.
—Pero oye, ¿estás bien?
Claro que no lo estaba. En los pocos minutos que Tae llevaba despierto, su mente se había llenado de los flashbacks de la noche anterior. Estaba tan avergonzado y arrepentido que sentía que iba a morir.
—Sí —mintió— Oye, puede que no vaya al baile al final...
—¿Qué? —Ryujin exclamó, justo antes de que Tae colgara la llamada.
Se levantó de la cama y miró su reflejo en el espejo de su cómoda. Su cabeza seguía en la noche anterior, sus mejillas ya estaban comenzando a ruborizarse. Suspiró, enojado y se llevó las manos a la cara, golpeándosela suavemente. "Paren de ponerse rojos, paren" decía para sí mismo. Poco después abrió sus ojos con sorpresa y acercó sus manos a la nariz.
—Mierda, mierda —decía mientras iba velozmente al baño a ducharse— Qué asco todo.
No estaba seguro de si quería ir al baile. Habían muchas razones del porqué; no tenía pareja para el baile, Hoseok seguía sin hablar con ellos, Jimin seguramente se la pasaría todo el rato con Namjoon... y cómo no, la principal razón: Jeon Jungkook. No quería verlo, no estaba preparado. El día anterior lo había visto vestido de chica y para colmo, esa misma noche se había masturbado con sus mensajes. Sentía que todo había pasado demasiado rápido, aún no podía asimilar todo lo que había ocurrido ayer, bueno, lo que había ocurrido en las últimas semanas.
Tras ducharse, revisó whatsapp. Al parecer Jimin le había mandado unos cuantos mensajes anoche, ni siquiera se había dado cuenta. Probablemente porque fue antes de que pasara... eso con Jungkook.
Sonrió débilmente, estaba seguro de que serían textos del castaño hablando de cuánto le gustaba Namjoon, de lo bien que se lo había pasado en la cita... cosas así.
Pero su expresión se oscureció en un momento cuando leyó los mensajes.
"¿Qué mierda?"
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