Solo 1 nude | kookv au

20. No quiero hablar contigo

[Esto ocurre cuando Jimin se separa de Tae al llegar al comedor]

—¡Mira Tae! —Jimin señaló con emoción una puerta medio abierta que daba hacia una especie de patio. Esa puerta siempre estaba cerrada- ¡Está abierta, voy a ver qué hay!

—Jimin, no... —Tae observó al chico desaparecer por la puerta en un instante.

El castaño examinó con curiosidad el oscuro y pequeño patio, distinguió unas colillas de tabaco viejas en el suelo y un gran banco gris. Ya que era delegado de su curso junto con Tae, había recorrido prácticamente cada rincón del instituto, menos esta zona, ya que la puerta había estado siempre cerrada.

"¿Así que aquí es donde vienen los gamberros a fumar..?" pensaba, con los dedos índice y pulgar en su mentón. Se sentó en el banco.

Una sombra de gran tamaño se alzó al lado suyo, provocándole un gran escalofrío. No pudo observar con claridad el rostro de la persona debido al contraste de la luz.

—Jimin —el castaño reconoció ese grave y suave tono de voz en seguida.

—¿...Namjoon? —estaba muy sorprendido de verlo ahí delante suyo. A pesar de que el día anterior lo había rechazado, para luego venir al baile con una chica.

Muy en el fondo le hizo feliz volver a escuchar su voz, y la verdad es que se odiaba por eso.

Namjoon se sentó al lado suyo, sin decir nada. Jimin rompió en seguida aquel incómodo silencio.

—No... no quiero hablar contigo ahora —dijo sin pensarlo dos veces y sin cruzar la mirada con el mayor— me ha costado mucho venir al baile y... a pesar de eso me lo he pasado muy bien esta tarde con Tae.

Namjoon no pudo evitar sentirse un poco molesto al pensar en el chico de la camisa blanca que lo había acompañado al baile, en vez de él. Pero sabía que no tenía derecho a reclamarle nada después de haberle hecho aquello.

Pasó su mano por la espalda del menor, este rechazando su caricia.

—Namjoon, no sé cuáles son tus intenciones —Jimin abrazó sus piernas y ocultó su rostro entre los brazos— No quiero que juegues conmigo.

—Jimin... —Namjoon observaba al pequeño con una expresión adolorida y triste. No conseguía que las palabras salieran de su boca, pero de lo único que estaba seguro era de que no quería lastimarle más.

—No me estropees la tarde. —el castaño se levantó del banco y se dispuso a ir hacia la salida, pero se detuvo al sentir un agarre en su mano.

Estuvieron en silencio durante varios segundos, hasta que Namjoon alzó la voz.

—Tengo miedo de que me dejen de lado.

—¿Qué?

—Los del equipo —el mayor suspiró profundamente y miró al cielo, que estaba comenzando a oscurecerse- Yo... Esto es nuevo para mí. Nunca había tenido este tipo de sentimientos por un chico. No sé si estaré confundido. Y no tengo a nadie con quien hablarlo.

—¿Tu equipo? ¿S-sentimientos? —titubeó Jimin. Sentía que el cerebro le explotaría de pensar tanto.

Namjoon estaba nervioso, lo único que lograba era soltar directamente sus pensamientos, sin orden lógico ni explicación alguna, tal vez esperando que tuvieran sentido al enlazarlos.