❝Los polos opuestos
suelen atraerse, ¿no?❞
━━𝐄𝐍 𝐃𝐎𝐍𝐃𝐄 la vida de Joseffine da un giro totalmente inesperado, que la lleva a descubrir cosas sobre su verdadera familia.
Conocerá el mundo de las sombras y personas nuevas, que cambiaran su vida...
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「❛ capítulosiete❜」
ALEC Y JOSEFFINE se adentraron a la habitación de la pelirroja.
Ninguno de los dos dijo nada al respecto después del beso. Sólo salieron de la habitación al ver pasar a Jace a paso rápido a la habitación de Clarissa.
—Dijo "tu madre por la copa"—escucharon que decía Clary mientras Jace tenía el collar de ella en sus manos.
—¿Quién dijo eso?
Tanto la pelirroja como Jace, voltearon hacia la puerta donde estaban Alec y Joseffine.
—Valentine. Está con mi madre.
—¿Y puede hablarte a través de ese collar?—cuestionó Joseffine, acercándose a ellos.
—¿En el instituto?—agregó Alexander.
—Es como cuando vi a Dot—dijo Clarissa.
—Es un fragmento de portal. Por eso tu madre se aseguró de que lo tuvieras.
—Lo único que sé, es lo que vi—les aseguró, un tanto abrumada—Mi madre está viva. Está inconsciente, pero viva.
—¿Y dónde están?—indagó el azabache.
—No lo sé—Clary sacudió su cabeza.
—Pero dijiste que los viste—presionó él—¿Había algo que pudieras identificar? ¿Equipos? ¿Armas? ¿Fotos?
—¡No lo recuerdo! Fue horrible.
Joseffine colocó una mano sobre el brazo de Alec.
—Alec, tranquilizate.
—Intento conseguir algo que podamos usar—se soltó del agarre de la castaña y fijó su mirada en la pelirroja—Clary, ¿qué viste exactamente?
—Valentine tiene a mi madre. Eso es lo que vi.
—Las emociones no son más que distracción—sentenció Alec. Clarissa miró de reojo a su amiga, sin que ella lo notara, claro—Estás gobernada por ellas, se nos enseñó a controlarlas.
—¿Y cómo te ha funcionado eso a ti?—contraatacó la pelirroja.
—Es mi trabajo proteger el instituto —demandó—Si Valentine puede vernos, es una puerta que debo cerrar. Ahora, dejame ver esa cosa.
Estiró su mano y miró a Jace. El a regañadientes le extendió el collar.
—Ahora está en las manos adecuadas—dijo antes de salir de la habitación. Los tres restantes no dudaron en seguirlo.
—¡Oye, Alec!
Lo siguieron hasta la sala de control donde varios Shadowhunters estaban trabajando. Alec, como siempre, los ignoró a todos y se encaminó a la sala de entrenamiento.
