Tunnel Vision [TeruMob] Mp100

Hardship - On the Art of Apologizing

4. Dificultades - Sobre el arte de disculparse

La vida era grandiosa, absolutamente espléndida. Nada en absoluto estaba mal en la vida de Hanazawa Teruki.

Después de todo, era un estudiante estrella, sobresaliendo en todo lo que hacía. Era un miembro valioso de su equipo de fútbol, a pesar de que no había marcado goles tan increíbles como antes. Era popular y carismático, la gente acudía a él de forma natural, buscando pasar más tiempo con alguien tan agradable y encantador como él.

En realidad. Las cosas no podían. Haber ido. Mejor. Que esto.

Realmente había recuperado su vida, no era perfecto. No, de ninguna manera nada era perfecto, Teruki era solo un humano, después de todo. Pero estaba haciendo todo lo posible. Y considerando todas las cosas, pensó que lo estaba haciendo mejor de lo que podría haberlo hecho. Mejor que algunos, seguramente.

No estaba solo de por sí, tenía muchos amigos. Al final resultó que, escuchar lo que decían -escuchar de verdad-, en lugar de ridiculizarlos en su cabeza, era una manera fácil de preocuparse más por cómo eran. No estaba solo.

Teruki solo a veces... pensaba en cómo podrían haber sido las cosas en un mundo ideal.

Pero insistir en cosas así no tenía sentido, solo podía vivir el momento, planificar el futuro, no pasar días soñando con lo que podría haber sido y con lo imposible.

Y se hizo más fácil con el tiempo. Así fue. Todavía veía a Kageyama por ahí, ¿cómo no iba a hacerlo? Sin embargo, la mayoría de las veces se mantenía fuera de su camino, lo más lejos que podía, eligiendo con cuidado sus lugares para pasar los descansos, evitando ciertas áreas del club lo mejor que pudo. Sin embargo, era imposible evitarlo por completo. A veces asentía con la cabeza hacia Kageyama antes de matemáticas, la mayor parte del tiempo, Kageyama no se percató o miró activamente a otra parte. En algunas ocasiones preciosas, le devolvió un rígido asentimiento y Teruki no pudo pensar en nada más por el resto de la clase, garabateando en el costado de su cuaderno en lugar de tomar notas.

No pasaba nada en absoluto, se acostumbró al extraño peso de su peluca. Tenía que admitir que, aunque la razón detrás de eso era un poco extraña, en realidad le gustaba. Era llamativa. Hizo que la gente se fijara en ella. Algunos de sus profesores tenían cosas sarcásticas que decir, hablaron del código de vestimenta, lo insinuaron cuando estaban en su presencia como si estuvieran siendo sutiles. Pero Teruki era un estudiante estrella, uno de los mejores. Estudió mucho y se notaba, por lo que se le permitieron algunas excentricidades.

Habría sido... complaciente de seguir viviendo de esa manera. No era exactamente lo que él quería y aprender que a veces no obtenías todo lo que querías era una píldora amarga de tragar, pero era tolerable. Iba a sobrevivir. Tenía casi todo lo que podía desear y no podía quejarse.

Habría estado feliz de seguir haciendo eso.

Pero la vida simplemente no funcionaba de esa manera.

Justicia kármica, lo llamaría más tarde.

Desde aquel día que no se volvería a mencionar, el resto de las pandillas de las escuelas secundarias de Seasoning City habían estado en movimiento. Cuanto más tiempo pasaba, más escandalosas se volvían sus historias. Que este supuesto Camiseta Blanca Poison era tan fuerte y estaba tan hambriento de poder que iba a eliminar a todas las pandillas de la ciudad y acabar con ellas como había hecho con las pandillas de Vinagre Negro y Sal. Realmente era ridículo. Sí, Kageyama era fuerte. El más fuerte que había, sin duda. ¿Pero hambriento de poder? Teruki pensó que no. No necesitaba estarlo, no en su posición.

Sin embargo, los demás no lo sabían. Solo tenían esos rumores de que ellos mismos estaban alimentando para seguir adelante. Tonterías, todo eso y Teruki habría estado más que feliz de simplemente evitarlo todo, eludir el asunto.