capítulo 4

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Draco se despertó poco después con el amanecer. Apartó suavemente a Hermione de encima suyo y se levantó. Se dirigió al coche y buscó un poco de gasolina. Al final encontró una garrafa en el maletero.

Hermione se despertó al cabo de un rato al no sentir el calor de Draco. Se levantó y se dirigió al coche donde estaba Draco metiendo gasolina en el coche.

- Hola Draco. - lo saludó Hermione.

- Ah, hola Hermione. Conseguí un poco de gasolina en el coche.

Juntos se sentaron en el césped mirando el amanecer.

- Bueno, por fin nos hemos librado de la guerra. - suspiró Hermione

- ya... A mí no me gustó mucho .. hice cosas que no debería...

- Draco, no eras un mortifago, eras demasiado bueno para ello.

Draco soltó una carcajada.

- gracias, me lo tomaré como un cumplido.- dijo besándole la frente.

Después, se quedaron mirando fijamente. Hermione no podía dejar de mirar sus hermosos ojos azules y Draco se encontraba embelesado mirando sus ojos miel.

Despacio, Draco acarició con suma suavidad  la mejilla de Hermione y esta suspiró ante el contacto. Draco pasó sus dedos por los labios de Hermione y cuando Hermione creía que el corazón se le iba a salir del pecho, una voz les llamó la atención.

- chicos, vamos ya o qué? - era theo. - no, si luego dirá que no le gusta...

- mierda. - masculló Draco. Levantándose despacio, abrazó a Hermione y le susurró al oído. - eres la mejor persona del mundo. No cambies nunca.

Hermione se le quedó mirando con las mejillas encendidas y theo le guiñó el  ojo haciéndole reír.

Volvieron otra vez al coche. Harry todavía seguía un po o dormido y cuando Draco fue a despertarlo, este masculló- ya voy mamá, ya voy...

Theo soltó una carcajada al ver la cara de espanto de Draco.

Por fin todos consiguieron llegar al coche y emprender el camino de vuelta.

Todo iba genial hasta que un rugido conocido los asustó.

El mismo oso del día anterior les estaba esperando.

- joder!!! - bramó Draco, - este oso no nos va a dejar en paz!!

Cogió el coche y apuró todo lo que pudo. El oso les estaba pisando los talones y Draco se estaba poniendo nervioso.

Los demás chicos no ayudaban mucho, no paraban de gritar.

- acelera!! - gritó Harry quien al fin se había despertado.

- más rápido!!! - dijeron ginny y theo.

- podéis dejar de gritarme cuando os intento salvar la vida??!!- protestó Draco.

- pero, que quites el intermitente! Cambia de marcha!! - gritó Harry

- y como narices cambio yo de marcha!!? Te recuerdo que no se conducir.

- pero si dijiste que sabías! - protestó Harry.

- Dije que sabía un poco!

- Ah, genial, pues entonces solo moriremos unos pocos!

-Eso da igual! - dijo luna. - cambia de marcha.

-Eso no sé hacerlo! - replicó Draco.

Hermione, impaciente, giró bruscamente el volante y el coche salió disparado por un acantilado. Debajo había otro césped y todos gritaron cuando el coche cayó.

El coche dio vueltas de campana y en una de estas, Hermione terminó encima de Draco. Lo que provocó la risa nerviosa por parte de Hermione.

- lo... Lo siento. - dijo entrecortadamente Hermione.

- No pasa nada, aunque me gustaría que te quedaras más tiempo en esta postura. Aunque ...supongo que no tenemos mucho tiempo... - contestó pícaramente Draco.

Theo solo pudo rodar los ojos.

- Y ahora ... A donde vamos? - preguntó ginny.

- que tal al albergue? - propuso Harry.

Todos se giraron hacia donde decía Harry. Sin darse cuenta, habían llegado al sitio donde tendrían que haber estado hace 2 días.

- Fantástico!! - exclamó Hermione.

- Oh no! - susurró Draco. - Ahí viene mcgonagal,  apuesto lo que sea, que nos hecha un buen rapapolvo.

- Pero que narices os pasa?! - gritó mcgonagal nada más llegar a ellos. - ni una llamada, no estabais... Creí que me daba algo...

- claro, como si a nosotros nos gustase estar en nuestra situación. - musitó Draco.

- Bueno, dejemos el tema en paz, aquí no hemos venido a reñir. - dijo snape - que no vuelva a ocurrir.

Todos se quedaron muy sorprendidos, no era común ver a snape ser amable, pero agradecieron que así fuera.

Al llegar al albergue, pansy se echó a los brazos de Draco y lo besó sin restricción. Lo que provocó que Hermione se marchara muy triste. Theo, quien la siguió con la mirada, se dirigió a Blaise.

- Hay que conseguir que Hermione y Draco terminen juntos como sea.

Con estas palabras, todos fueron a cenar, celebrando que habían encontrado a sus amigos.

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